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Enviado por ro15 • 24 de Septiembre de 2013 • 2.257 Palabras (10 Páginas) • 366 Visitas
harina 220 774,4 kcal
leche 500 ml 290
huevo 2 150
manteca 30 ---- 222 kcal
7-- 7 cdas
185 c/u solo masa
27 cada cda.
boscosa de Tierra del Fuego. En su parte norte son suelos pardos forestales ácidos, asociados a veces con algunos de estepa fría. En la parte sur, donde se distribuyen los bosques húmedos en faldeos montañosos, se encuentran Podsoles que se desarrollaron sobre esquistos pizarrosos meteorizados y sedimentos redepositados coluvialmente. Las depresiones son dominadas por suelos orgánicos turbosos o Histosoles. Los Andosoles y Cambisoles son de tipo pardos forestales ácidos y son los que presentan mejores condiciones para el desarrollo
de bosques, dada la gran presencia de alofanos, que tienen gran capacidad de retención de humedad.
La acción antrópica está produciendo impactos sobre el suelo: aumento del riesgo de erosión, desestabilización de laderas y taludes, aumento de la temperatura del suelo, modificación de la estructura y pérdida de nutrientes y materia orgánica, compactación, reducción de la infiltración del agua y alteración de la microflora y microfauna. Alrededor de las poblaciones es importante la superficie dedicada a la ganadería, actividad que ejerce impacto negativo sobre los suelos debido al sobrepastoreo. El estado de los suelos en la zona de los Parques Nacionales es aceptable, debido a que se mantiene en pie la mayor parte de la cobertura boscosa original. De igual forma, no hay dudas que el hombre y su acción no le favoreció en absolutamente nada al bosque.
Historia de su uso:
Las evidencias de ocupación humana en la Patagonia se remontan a una antigüedad máxima de 13.000 años. Los indicios más antiguos de esa ocupación se encuentran en el Cerro Casa de Piedra en el PN Perito Moreno; en la zona de Cuyín Manzano y en el Lago Traful. Los Pehuenches tenían hábitos nómades y si bien usaban el fuego para cazar, al no ser su actividad principal la agricultura ni la ganadería, el impacto sobre el bosque no fue importante. En el siglo XVIII el jesuita inglés Tomás Falkner escribe el libro “Descripción de la Patagonia y de partes contiguas de la América del Sur” y cita el fruto del Pehuén y a su madera como elementos importantes de la cultura mapuche.
Los impactos humanos comienzan a ser más importantes en los últimos 150 años, época en la que comienzan los asentamientos en la región, ya que la madera del bosque fue utilizada para construir viviendas, cercos y galpones, se utilizó leña para calefacción e inclusive se desmontó para cultivos de huerta y para hacer praderas para el ganado o habilitar campo para algunos cereales.
La radicación se vio favorecida por el clima menos riguroso que el predominante en la Estepa Patagónica y otros determinantes geográficos –las grandes cumbres nevadas y la inmensa soledad del desierto patagónico– condicionaron y acotaron a los primeros pobladores a esta franja de tierra que corre paralela a la cordillera. La colonización de la región trajo consigo la ganadería como la principal actividad productiva, utilizando los valles bajos y húmedos para invernar esa hacienda antes de su entrega en destino. Sin embargo, por tratarse de un ecosistema predominantemente boscoso, los pobladores provocaban incendios con la necesidad de clarear la cubierta de bosque natural denso para dar lugar al crecimiento espontáneo de las pasturas naturales, hecho que provocó una reducción de la superficie original de los bosques.
En conclusión, el asentamiento humano y su principal actividad productiva se efectuó a expensas del bosque. Los sectores que fueron sometidos a la extracción selectiva de maderas abastecían la reducida demanda local y a poblaciones del lado chileno. La creación de los grandes parques nacionales y de los distintos entes de control efectivo comenzó a partir de 1934 y disminuyó el impacto del fuego sobre los bosques y la expansión desordenada del asentamiento humano, fomentando el desarrollo turístico merced a los atributos escénicos del paisaje.
Los pobladores y sus actividades:
Se estima que la población humana originaria, antes de la colonización “blanca”, llegó a contar con aproximadamente 300.000 habitantes, quienes preferían realizar sus asentamientos en zonas de estepa dado que el bosque no les servía como territorio de caza. Hoy en día se calcula en 55.000 el número de indígenas en toda la Patagonia. Por eso mismo, como la ley n° 26331 pregona en su artículo 19, cada vez que, ya sea por una política implícita o explícita, se quiera llevar a cabo un proyecto de desmonte, se tienen que tener en cuenta estas poblaciones originarias.
Como ya se expresó, la actividad ganadera y su expansión luego de la colonización de la región por blancos y mestizos provenientes de ambos lados de la Cordillera y los asentamientos, provocaron fuertes impacto sobre el ecosistema. El Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos señala para el Bosque Andino Patagónico una superficie de bosques nativos de 1.985.495 hectáreas, mientras que otro tipo de tierras forestales cubren una superficie de 1.633.414 hectáreas.
Puede considerarse en 280.000 habitantes la población actual total de la región, siendo San Carlos de Bariloche, con aproximadamente 100.000 habitantes, la ciudad más importante. Durante la creación de los Parques Nacionales quedaron pobladores con su ganado en el interior, pero a través de la reconversión hacia actividades menos perjudiciales, el impacto está disminuyendo y concentrándose en pequeñas áreas en la zona de Reserva. Actualmente, la conciencia cívica de protección de los bosques naturales y de su valor paisajístico está creciendo en proporción a la riqueza y la fuente de empleos que genera, con la significativa expansión del turismo de naturaleza y sus múltiples variantes.
La Administración de Parques Nacionales regula diversas prácticas y actividades
Turísticas, en forma general para las áreas protegidas, mientras que el uso para turismo de predios privados tiene efectos crecientes sobre el ambiente natural, en la medida que la propiedad privada representada por estancias grandes y medianas, va sufriendo una transformación, de la tradicional actividad ganadera o a veces forestal a predios con fines recreativos en forma de “turismo de estancias” o quintas de veraneo.
Sin embargo, no existe expansión de las áreas de propiedad privada a expensas de las de dominio fiscal dentro de los parques y reservas de distintas categorías. El crecimiento turístico ha llegado a más de un millón de visitantes anuales para la región. Este crecimiento de la afluencia turística a la Patagonia está relacionado con
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