Ambientes Psicológicos

La ocasión que recuerdo que mi mente se abrió al aprendizaje fue cuando entré por primera vez a mi preparatoria, fue un día un poco difícil ya que no conocía a la mayoría de mis compañeros, algunos eran de mi secundaria que gracias a Dios tuve la oportunidad de estar con ellos una vez más y así ya no me sentí solo. Cuando tocó la clase de Orientación Educativa un viernes, fue el día en que mi mente se abrió porque al momento de que nos explicaran los temas que veríamos, los tipos de aprendizaje que utilizaríamos, el método de aprendizaje que es más efectivo, ése día el maestro-facilitador, nos dio una plática motivacional, en la cual al momento de hablar de cómo se tratan los maestros, de cómo se tratan los alumnos, de cómo se tratan los maestros y alumnos mutuamente y de las medidas de seguridad, habló acerca de los valores que debería tener cada uno de los alumnos y maestros en el aula y la preparatoria, y de cómo nos debemos de tratar como compañeros y conocidos… y que dentro de muy poco tiempo, porque estaremos juntos más de 1 año, exactamente 2 años juntos estaremos mi grupo y yo, nos conoceremos y nos protegeremos mutuamente, no como compañeros, amigos o simplemente porque deben ayudar al que necesita ayuda y levantar al que necesita que lo levanten, sería porque seremos una familia que estará junta y se apoyará pase lo que pase y todos como equipo pasaríamos todas las materias para seguir juntos y poder cumplir nuestro sueño de poder decir…” estuve en la UANL y como bilingüe, graduado con honores, y no hubiera podido lograr esto sin la ayuda de mis compañeros, pero más que nada… darle gracias al Dios todo poderoso que me dio la sabiduría para poder aplicar la inteligencia de los conocimientos obtenidos en clase, para poder representar su nombre en mi escuela, como amigo, como alumno, como persona, y como hijo, que logró sus metas gracias a aquel que aunque le fallemos… nunca nos fallará y mucho menos abandonarnos, porque nos ama tanto que envió a su único hijo para morir por nosotros, porque nos ama. Todo esto, me abrió la mente y empecé a recibir un formación y a recibir y a recibir y a recibir, hasta que me quedé con ganas de seguir con la plática, pero ya se había terminado la hora de Orientación, y, quedándome con las ganas, tuve que esperar hasta la siguiente semana para poder recibir más plática que me motivara a seguir con mis estudios y a poder tratar de la mejor forma a mis compañeros, que más que ser mis compañeros, son mi familia.

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