Amor Y Apego
Enviado por 00001111 • 2 de Octubre de 2012 • 3.112 Palabras (13 Páginas) • 584 Visitas
Psicología gral II
17/febrero/2012
El amor y apego
El amor es un sentimiento que no tiene límites, no se puede ver, ni tocar, pero si se puede sentir; el amor es como un placer que se debe disfrutar y todos tenemos un amor distinto a los demás. El amor no es rencoroso, no hay odio en el, no se envanece, no es momentáneo ni efímero, el amor sabe perdonar, el amor no se alegra de la injusticia, este sentimiento tiene muchos significados.
Harlow (1971) diferencio tres formas básicas de afecto:
La vinculación materno-infantil es la forma básica, esencial para la sobrevivencia.
La vinculación de parejas semejantes o afines ocurre entre los hermanos y compañeros de juego de edad similar.
La vinculación heterosexual es un vínculo de enlace reproductivo entre miembros no relacionados de género diferente.
Respecto al vínculo entre la madre y el hijo puede verse desde dos perspectivas, la del infante y la de la madre. El apego paternal y la crianza de los jóvenes son muy variables, pero muchos disfrutan de un fuerte cuidado bipaternal y de relaciones de apoyo con el padre. Se dice que las relaciones entre hermanos son tanto de apoyo como de competencia. Existen muchas formas de amistad, alianzas y asociaciones adultas; una forma universal de amistad es la tendencia de los jóvenes a afiliarse con otros de edad, sex y estado de desarrollo similares, sin que exista ninguna relación genética.
Las fases del pre-cortejo y del cortejo, pueden implicar emociones intensas.
Relaciones padre-hijo
Vinculación del infante con la madre
Este tipo de vinculación es la mas profunda y esencial de la conducta social humana; es la base de los mamíferos para la evolución y necesaria para la sobrevivencia; aunque pueden existir algún día maquinas que desempeñen el cuidado de mama hacia sus hijos.
Existen patrones de conducta coordinados de la madre y el hijo que son muy universales a través de muchas culturas. El amor de mama implica abrazos, la provisión de alimentación, la remoción de la incomodidad y el intercambio emocional con el infante, como la comunicación emocional por medio de la mirada, la expresión facial y la entonación de la voz. En los primeros meses de vida, el apego del infante a la madre esta fomentado por una conducta incorporada que provoca la proximidad y brindar atención. Incluye el llanto intenso del infante (en respuesta al aislamiento de la madre) y las demostraciones faciales que señalan incomodidad, mientras que a la inversa, incluye demostraciones de consuelo tranquilizante y exitoso.
La madre regula la fisiología y la comodidad del niño, controlando factores como la alimentación, la temperatura, la sensación vestibular al mecerlo, manejarlo y la estimulación táctil al sostenerlo y tocarlo. También regula los estados emocionales y de excitación al proporcionar comodidad como respuesta a los signos de aflicción del bebe.
Los bebes tienen una habilidad muy sorprendente al identificar la figura materna, por ello es mejor dar a un niño en adopción (si es que se requiere) en la infancia temprana, antes de que hubiera ocurrido un apego hacia su madre, el cual no es un proceso de impresión rápido a una madre especifica durante un periodo, sino que es progresivamente reforzado por la comodidad, cercanía y la satisfacción de necesidades. Entre los 3 y 5 años, el bebe muestra un apego mas discriminativo. A esa edad ya distingue un rostro de otro y les sonríe solo a los familiares. A los 6 o 7 años, la mayoría de los bebes tienen un apego claro a una sola persona, la madre por lo general, quien es la única que puede consolarlo. Comienza a gatear y se centra alrededor de la madre para la exploración. Muchos niños sienten miedo frente a extraños o cuando su mama no esta, gerenalmente ocurre a los 8 meses. Estos miedos son expresados con expresiones faciales, vocalizaciones (llanto) y activación de la conducta motora orientada hacia la madre o cuidadora.
Después de los 12 meses, muestran un aumento interés y una atención más calmada hacia otras personas, incluyendo al padre, los hermanos y otros miembros de la familia y nanas. El apego se ha estudiado mediante el condicionamiento. Progresivamente conforme se asocia con las otras personas ante la necesidad de satisfacción y seguridad, ellos se vuelven a si mismos en una fuente de placer, como reforzadores condicionados.
Apego maternal al infante
El apego paternal hacia el infante también es progresivo. Al igual que para el bebe, para la madre no existe una impresión sencilla de apego para el bebe. En los mamíferos, por ejemplo las ovejas, un apego permanente hacia las crías puede ocurrir mediante la impresión olfatoria al momento de nacer. Ahora se dice que el apego materno-infantil ocurre a lo largo de un periodo sustancial (Crouch y Manderson, 1995). Sin embargo, alguna evidencia sugiere que el contacto con el bebe durante las horas y pocos días inmediatos al nacimiento pueden ser especialmente importantes para que la madre desarrolle el afecto normal (Klaus y Kennell, 1976).
La lactancia y la conducta íntima de la alimentación juegan un papel importante progresivo imp. en el apego. La liberación natural de hormonas secretadas por la hipófisis o glándula pituitaria (como la hormona de la prolactina, oxitocina..), como consecuencia del nacimiento da lugar a la lactancia, interviniendo en una interacción física entre la madre y el bebe lactante. Este estado continúa a lo largo de la lactancia, con frecuencia suprimiendo la menstruación.
Se dice que el lóbulo posterior de la hipófisis que secreta la hormona oxitocina, dicha hormona puede jugar un pape imp. en el apego materno-infantil, así como el filiar y los procesos de apego heterosexual. La oxitocina produce acciones pulsatiles, relacionadas con las contracciones uterinas y la liberación de leche, por tanto también están relacionadas con las interacciones primarias materno-infantiles. Realizaron experimentos con ratones de campo para comprobar esto.
La mirada mutua juega un papel imp. en la vinculación. Angyle y Cook, tratan el papel central de la mirada en la conducta de apego. La cantidad de miradas es una importante señal de afecto.
Fleming y sus colaboradores hicieron un estudio de madres primerizas desde el final del embarazo hasta los 16 meses después del parto, utilizando entrevistas y cuestionarios para evaluar los patrones del estado de ánimo. La mayoría de los resultados de las calificaciones permanecieron consistentes, al día siguiente, hubo una mejoría gral. en el estado de animo de los 3 a 16 meses después del parto. Los sentimientos positivos
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