Amor Y Enamoramiento

Introducción:

Muchas personas se piensan que están enamoradas y aman a su pareja, hacen muchas locuras en nombre del amor, sufren hasta lo indecible, y tratan de mantener una relación que en el fondo del corazón no es lo que se sueña. Y es que creen que ese amor es lo único de valor que tienen. Muchas veces ese “amor” no es otra cosa que un “enamoramiento”, se confunde mucho ese concepto en la hora del amor.

Nos enamoramos por diversos motivos, pero especialmente porque pensamos o sentimos que esa persona es encantadora y nos atrae muchísimo, tanto que muchas veces nos sentimos confundidas preguntándonos porqué nos sentimos tan atraídas a él, incluso cuando apenas nada sabemos acerca de él. Cuando estamos enamoradas tendemos a pensar que este es el amor definitivo, el que se ha estado esperando toda la vida, ese amor que será para siempre. Pero es necesario pensar en esos momentos que el enamoramiento es sólo el inicio que eventualmente podría terminar en verdadero amor o podría también ser un enamoramiento no correspondido y hundir a una de las dos partes en un estado de tristeza que tendrá que ser superado.

Amor y enamoramiento:

El amor es una tendencia a algo o hacia alguien que nos hace desear su compañía o su bien. Algunas de sus características de este, es incondicionalidad, aceptación de la persona amada, tolerancia, comprensión, cooperación y sobre todo respeto.

Una persona puede amar a:

• Amor en el seno de la familia.

• Amor de amistad.

• Amor en los compañeros de tarea

• Amor de admiración y de respeto

• Amor al prójimo

• Amor a Dios

• Amor entre dos personas

Hay que procurar no dejar las cosas del amor en manos exclusivamente del corazón. De entrada, lo que más nos llama la atención es el aspecto físico de alguien. De repente, conocemos a una persona que "nos gusta". No es solo su menor o mayor belleza física, es algo más. Los gestos, la forma de hablar, de moverse, nos resultan especialmente atractivos. Más tarde, su forma de comportarse, la relación que se va de poco a poco estableciendo con esa persona, tiene algo de sugestivo, de especial, que nos va cautivando sin darnos cuenta.

Cuando una persona nos atrae, intuimos que con ella podríamos compenetrarnos y sentirnos bien en su compañía. Pero muchas veces nos equivocamos, esta intuición falla.

Esto es particularmente frecuente cuando nuestra situación afectiva es propensa al enamoramiento. Entonces podemos proyectar nuestros deseos en casi cualquier persona que hallemos cierta sintonía.

Tras esta primera fase de atracción física y psíquica, se comienza a considerar la posibilidad de que también nosotros le hayamos gustado. Por eso es más fácil enamorar, si esto se pone de manifiesto, de forma más o menos entreverada. Es el juego de la coquetería.

Después viene el momento más peligroso, cuando consideramos la posibilidad de enamorarnos. En este punto actúa la voluntad. Si dejamos esta puerta abierta, ya estamos perdido. El amor se nos cuela sin darnos cuenta, y cuando queramos reaccionar, estamos atrapados.

El enamoramiento es una pasión y, como tal, organiza la personalidad con el único fin de obtener el objeto que la nutre, el ser amado.

Los enamorados se ven arrastrados y dominados por él. No pueden dejar de pensar en esa persona ni concentrarse en otra cosa, aunque lo intenten.

Se cambia de forma de pensar. Si hace falta, todo se justifica, el corazón anula la razón, todo vale si es para poder estar con esa persona, no se soporta

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