Amusias
RahulcitoInforme6 de Mayo de 2013
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Se define como amusia el defecto neurológico adquirido que implica una alteración en la percepción auditiva, lectura, escritura o ejecución musical y que no es debido a alteraciones sensitivas o motoras. Habitualmente se suele reservar este término para aquellos defectos que aparecen aislados y son debidos a una lesión focal, o al menos inicialmente focal, siendo menos utilizado cuando el defecto está relacionado con una demencia o con una enfermedad psiquiátrica.
Realmente el término amusia es muy amplio ya que incluye no solo defectos puramente agnósicos, si no también de carácter "lingüístico" (entendiendo como lenguaje la facultad que tiene el ser humano de poder comunicar sus pensamientos o sentimientos) con afectación de lecto-escritura. Es obvio que estos defectos están limitados a un grupo restringido de sujetos que ha adquirido un "lenguaje" de contenido simbólico diferente al alfabético, aunque pueden aparecer otros de carácter apráxico o de funciones mnésicas en sujetos no necesariamente músicos "escolarizados" en el lenguaje musical. Por otra parte la ejecución de una partitura requiere una importante actividad de entrenamiento que facilite una automatización del acto motor para que esta sea fluida y armónica ya sea utilizando un instrumento o la propia voz.
Es importante entender a qué nos referimos cuando utilizamos la palabra música. Si la definimos como "el arte de combinar los sonidos en el tiempo", cualquier tipo de sonido producido por cualquier objeto, utilizado de forma adecuada, puede ser interpretable como música, y se caracteriza por la combinación de diferentes tonos (cuya variación en una sucesión determinada produce la melodía), en una secuencia de tiempos de duración variable (ritmo) y diferenciados en diferentes timbres (debidos a los diferentes armónicos producidos por cada instrumento), pudiendo elaborarse a diferentes velocidades.
Debemos considerar que las amusias deben ser mucho más frecuentes de lo que hacen parecer las escasas descripciones referidas en la literatura, por la simple razón de que sólo son motivo de queja si producen un defecto funcional y esto es raro excepto en los músicos profesionales o al menos en los sujetos muy aficionados, sin embargo y dada la implicación en el procesamiento de la información musical de ambos lóbulos frontales y temporales siendo posible la aparición de amusia por lesión de cualquiera de ellos de forma uni o bilateral, probablemente si se explorara tan sistemáticamente como el lenguaje o la actividad motora, comprobaríamos que es un problema mucho más frecuente de lo que pensamos.
Por otra parte es muy habitual que se hagan aseveraciones aparentemente simples al referirse a la experiencia musical que, en nuestra opinión, no por ser comunes se convierten en verdaderas. Es muy frecuente que cuando se habla de la experiencia musical se utilicen términos que no son absolutamente reales como la "universalidad de la experiencia musical". En cada cultura la vivencia que produce la música es similar, establece un sistema de comunicación dirigido de forma primaria a la afectividad del oyente y es capaz de despertar respuestas emotivas en un sujeto no especialmente educado para la audición de la música entendida como evento cultural, no obstante es importante recordar que la música sólo es capaz de producir ese tipo de respuesta si se ajusta a un patrón cultural determinado matizado por la educación. Uno de los máximos refinamientos musicales para un oyente educado en la cultura tradicional del Japón podría ser la melodía de un Shamisen tocado por una Geisha, pero este sonido podría no ser considerado agradable por un importante grupo de sujetos educados en otra tradición musical como podría ser la céltica. En este sentido se podría decir que todos padecemos de alguna manera una "amusia cultural" para la percepción de las melodías.
Es obvio que cada cultura, incluso las muy primitivas, produce su propia música y que el objetivo en todas ellas es muy similar, inicialmente mágico-religioso y después comunicacional, por lo que aunque pueda no parecer tan básico como otros fenómenos neuropsicológicos (lenguaje, información visuoespacial, etc.) sí tiene una función imprescindible en el normal desarrollo de estructuras sociales. Por esta razón podríamos suponer que, de manera similar a lo que sucede con las funciones lingüísticas verbales, se sustenta en una base estructural común en la corteza cerebral encargada de su procesamiento; también sabemos que existen excepciones condicionadas por el desarrollo cultural en funciones verbales, siendo el ejemplo más demostrativo la peculiar expresión de las afasias en sujetos que utilizan un lenguaje basado en ideogramas como el Chino y el Japonés. Partiendo de este supuesto podríamos pensar que al igual que sucede con el lenguaje, lesiones más o menos selectivas serían capaces de producir defectos en la percepción o en la producción de la música. Probablemente cuanto mejor y más específico sea el conocimiento de la música los circuitos neuronales serán más definidos, siendo este uno de los motivos por los que los transtornos más puros (selectivos para percepción de tonos, de ritmos, etc.) están descritos en músicos profesionales. Mencionaremos además que si bien lo más probable es que la reproducción espontánea de la secuencia de tonos establecida en una escala "natural" (ampliaremos este concepto un poco más adelante) esté relacionada con el aprendizaje muy precoz de las melodías en la infancia, los niños entre los 6 y los 7 años improvisan secuencias melódicas con una disposición similar e incluso existen escalas ordenadas de la misma manera en diferentes culturas, aunque todavía no se han realizado suficientes estudios fuera del sistema cultural occidental.
También me gustaría señalar que aunque a la música se le atribuye como característica esencial la "evocación de la afectividad" esta no es exclusiva del lenguaje musical. El lenguaje verbal puede tener un fin exclusivamente informativo pero también puede transmitir un componente afectivo al lector/oyente cuando se utiliza como poesía o en determinadas formas de narrativa, en ese caso, al igual que la música, transmite información basada en las experiencias previas del sujeto y no exclusivamente relacionada con el significado gramatical de las palabras; este es el factor más implicado en la transmisión del componente afectivo. Por otro lado durante los siglos en los que la alfabetización era menos extendida se ha utilizado la melodía para mejorar el aprendizaje de información, transformando los conocimientos en canto, en ese mismo tiempo de nuestra historia unas combinaciones rítmicas de sonidos que hoy pueden ser interpretadas exclusivamente como música (por ejemplo el tañido de un carrillón) han sido utilizados para transmitir noticias o alarmas en muchas comunidades.
Realmente todos los casos de pacientes publicados con amusia afectan a pacientes que utilizan un sistema de notación occidental, sin que existan descripciones de sujetos con otros sistemas musicales ni existen estudios transculturales sobre los diferentes mecanismos de producción o percepción de la música. Por tanto, para simplificar la comprensión de alguno de los términos que utilizaremos en la descripción de las amusias, haremos una pequeña introducción sobre el lenguaje musical que puede parecer muy complicado pero los mecanismos básicos imprescindibles para comprenderlo son relativamente sencillos.
Introducción al lenguaje musical:
Forma parte de la base cultural común en nuestro medio que los sonidos reciben un nombre según la posición que ocupan una serie de círculos (llamados notas) sobre o entre los espacios de un conjunto de cinco líneas paralelas horizontales y equidistantes denominado pentagrama.
Al inicio de la partitura se colocan una serie de elementos que nos van a facilitar toda la información precisa para la lectura musical.
• Clave (flecha roja). Nos informa de cómo se llama (y por tanto como se llaman todas las demás notas en la posición que ocupan con respecto a ella) la nota colocada en la línea donde ésta se sitúa. El objetivo de utilizar claves diferentes es que podamos incluir la mayor cantidad de notas que necesitemos en un solo pentagrama, aunque este se pueda ampliar con líneas supletorias tanto por encima como por debajo del mismo(flecha azul). Existen siete claves, una de "sol" , dos de "fa" y cuatro de "do" ,lo que permite una amplia disponibilidad de espacio en sólo cinco líneas; cambiando la clave en cada momento de la partitura que lo consideremos necesario, podemos hacer una nota colocada en la misma posición cambie su sonido dependiendo de la clave utilizada, por ejemplo una nota situada en la segunda línea se llamará "sol" si utilizamos una clave de "Sol en segunda" (que es la que aparece señalada con la flecha roja)o "si" utilizando una clave de "Fa en cuarta" (ya que se llamaría "fa" la nota situada en la cuarta línea).
• Armadura. Puede no existir en el caso de la escala "natural", en nuestro ejemplo es un sostenido (flecha amarilla), nos indica el tono en el que se ha escrito la partitura. Inicialmente la escala "natural" o cromática es la conocida por todos y que se forma por la sucesión correlativa de las notas do-re-mi-fa-sol-la-si-do separados por unos intervalos que siguen la secuencia de dos tonos, un semitono, tres tonos, un semitono. El compositor puede decidir que "su" escala comienza por una nota diferente a do, pero la secuencia entre tonos y semitonos debe
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