Analisis Cd De Dios
Enviado por zandraelizalde • 19 de Octubre de 2013 • 3.018 Palabras (13 Páginas) • 370 Visitas
CIUDAD DE DIOS
(2002)
Director: Fernando Meirelles y Katia Lund.
Esta historia se desarrolla en “Ciudad de Dios” en Río de Janeiro, entre los años sesenta hastalos ochenta. Ciudad de Dios es una urbanización construida en los años sesenta con el propósito de albergar familias sin vivienda, que siendo vícitmas de la delincuencia se han quedado sin sus viviendas, por incendios, etc., esta llena de malvivientes y quienes no lo son poco a poco se van conviertiendo en delincuentes, incluyendo jóvenes y niños.
Los jóvenes crecen sin oficio ni beneficio, sin saber de socialización laboral alguna. Se ve de incio como delinquen tres ladrones y cómo escapan de la policia, en esta parte uno de ellos le pregunta a otro, cómo será trabajar? Tomando conciencia de que lo que hacen no está bien, sin embargo poco a poco la delincuencia va en aumento y con más violencia en esa comunidad, el miedo y la misma violencia va atrapando a los habitantes como única garantía de supervivencia.
La misma evolución de las formas en las que se desenvuelve la delincuencia resulta significativa: de las situaciones casi románticas de los primeros ladrones en los años sesenta, justo cuando nace el asentamiento de Ciudad de Dios, con unos delincuentes cargados aún de inocencia, hasta el progresivo incremento de la violencia, el uso de las armas de fuego y la expansión del narcotráfico en los años setenta, para llegar a una situación de caos total al final de la década siguiente. Un momento central en esta evolución es el momento en el que Ze Pequeño decide que lo que hay que hacer es dejar de robar y dedicarse a traficar con droga.
Desde ese momento todo adquiere unas dimensiones desproporcionadas y la economía de la droga adquiere un protagonismo fundamental en la vida de los suburbios urbanos. Igualmente el peso social de los delincuentes varía: inicialmente nacen de la comunidad y la misma comunidad les protege. Posteriormente acaban ocupando un lugar central en la vida del barrio, lo controlan y protegen a sus habitantes de otras bandas. Al final, el caos se instala y cada vez hay menos reglas ni pautas de conducta comunes. Pero en este proceso de degradación también hay actores externos, así la película denuncia la implicación y complicidad de la policía en la venta de armas y su corrupción.
A medida que pasa el tiempo, la degradación ambiental afecta también a los más chiquitos. Los niños que acaban controlando el negocio del tráfico de drogas al final de la película saben que probablemente no llegarán a adultos. Su niñez cada vez es más corta. Así por ejemplo, resulta significativo que uno de los niños diga, en un momento de la película, que ya es un hombre por el hecho de ya haber fumado, inhalado, robado y asesinado. Se trata de una nueva generación familiarizada con el crimen, que ha crecido con él y que acaban controlando despiadadamente este ambiente. En el centro de la Ciudad de Dios se instaló la desesperanza. por la falta de oportunidades laborales, dio paso rapido a la delincuencia, la que en los sesenta estuvo liderada por el "Trío Ternura", un grupo de jóvenes (Cortador, Pato, Velludo) acompañados por un niño "Dadito" posteriormente Ze Pequeño, que realizaban robos armados de pequeña escala, tanto dentro de la Ciudad de Dios como en el Río de Janeiro turístico. Se trata, eso sí, de una delincuencia ingenua y mitificada: es el robar para subsistir, que se justifica como una forma radical de lucha por la igualdad social, del quitarle a los ricos para darle a los pobres.
A diferencia de lo que sucederá en las décadas siguientes, habiéndose inciado Ze Pequeño en el negocio de las drogas. En los sesentas ni siquiera quienes perpetran los crímenes los justifican y es todavía la conciencia la que dicta las normas. El crimen tenía un sentido, un propósito, y también un momento: “La mayoría de los maleantes raramente circulaban de día, preferían la noche para jugar a las cartas, fumarse un porro, jugar al billar, cantar samba sincopada acompañándose con el sonido de una caja de cerillas, e incluso para charlar con los amigos” . En las décadas siguientes, por el contrario, la violencia se generaliza.
Ze Pequeño quien logra el control territorial de todo negocio ilícito de la favela matando a sus enemigos y estableciendo su “poder” sobre los puntos de distribución y venta de droga. Con esto la Ciudad de Dios, se vuelve un territorio “pacífico” ya que la policía está involucrada para no crear problemas y, como la prioridad de Ze pequeño es la venta de drogas, prohíbe todo crimen dentro de sus dominios para que los compradores externos puedan entrar sin peligro, en una parte de la pelicula dice: “dile a los pequeños que en mi favela nadie roba ni viola”.
La guerra que explota en los ochenta se desata porque Mané Galinha, quiere vengar la violación de su novia por parte de Ze Pequeño. Para ello organiza un grupo de jóvenes delincuentes que se oponen al poder de Ze pequeño. Como señala Cohete, la primera impresión fue que “de repente la Ciudad de Dios había encontrado un héroe”. Pero la guerra de guerrillas comienza y “la vida en la favela, empeoró más.
Los niños, protagonistas de las décadas anteriores, dan paso ahora a los jóvenes, lo que dice referencia con un territorio que ha crecido, que ha terminado de perder su inocencia al llegar a la adolescencia. La película termina con la muerte de Ze Pequeño a manos de un grupo de niños de no más de diez años, los que se alejan entusiasmados por controlar ahora la Ciudad de Dios.
El contexto social en que se desarrolla la historia. Son niños que no tienen esperanza alguna de salir de la situacion marginal en que se encuentran. El mismo estado y la sociedad los estigmatizan, y los marginan, llegando a tal punto de que existe poca posibilidad de salir de tal situacion.
En cuanto a las psicopatologías encontradas, los delincuentes juveniles pueden tener caracteristicas de los cuadro psicopatologicos vistos, pero la problemática de base es el neto proceso delictivo. Entre los 14 y 20 años, la sociedad espera ver conductas desadaptadas en los adolescentes. Los factores de la vida marginal de estos personajes inciden en ellos e influencian la conducta en sentidos desviantes. Este proceso aparece e impide que los sujetos vivan experiencias correctoras. Entonces aparece una personalidad patologica.
Producen conductas de accion, todo se traduce en accion, pierde la instancia mediatizadora que es el pensamiento en carácter irreversible. Actuan a travez de lo antisocial y asi solucionan sus conflictos. Tienen escasa tolerancia a la frustracion, todo tiene que ser ya. Se da en estratos sociales bajos o marginales como en este caso. Todo ello lo hacen para ubicarse definitivamente en el mundo adulto. El acto
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