Analisis Pelicula Gente Como Uno

ANALISIS DE LA PELICULA “GENTE COMO UNO”

Pontificia Universidad Javeriana

Departamento de Ciencias Sociales

Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales

Psicopatología y Familia

Gente Como Uno, nos brinda un claro ejemplo cuando hay una muerte de naturaleza súbita, traumática y cuando se presencia la muerte de un ser querido, así como las dificultades dentro de la familia en la que cada miembro del sistema familiar, maneja su duelo de distinta forma, lo que termina convirtiéndolo en un acontecimiento traumático.

Especialmente nos centraremos en el papel de Conrad, y a partir de lo que nos brinda la historia, intentaremos discretamente, conjeturar sobre una situación de salud mental, tratando de que no sea una mera descripción clínica, sino mas bien plantear un fragmento de la realidad que vemos en Conrad dentro de su contexto familiar, además de explorar cómo se dio el abordaje terapéutico dentro de un marco sistémico relacional, Tal como lo reseña Ugazio, V. el diagnostico: se trata de “com-poner” socialmente una historia enigmática.

El sistema familiar de Conrad (reducido en su número) está compuesto por éste y sus padres, quien en ocasiones se apoyan en la abuela materna como figura de orientación y acompañamiento en ausencia del subsistema parental. Adicionalmente encontramos sistemas paralelos importantes en la medida que son a veces decisivos e influyentes, como lo son en este caso, los afectos (amigos) que desempeñan un papel central en la situación presentada y en las posibles soluciones.

Después de Conrad ser el hermano menor de una familia con dos hijos, padre y madre; se convierte en hijo único tras el fatal fallecimiento del hermano mayor, interactuando en un sistema paterno-filial con un nivel de vida alto, de adecuados recursos económicos, el cual está organizado en torno a la protección y autoridad moral de la madre, organización que empieza a mostrar situaciones adversas ante el evento entrópico de la muerte de Buck, su adorado hijo mayor, entorpeciendo el desarrollo evolutivo de todo el sistema familiar.

En la familia de CONRAD, su madre es una figura importante que marca toda una historia de desamor; existe un vínculo fuerte creado entre este y su padre a manera de alianza. Este subsistema cuenta con fortalezas como el amor, la lealtad, el respeto y el compromiso de ayudarse (mutuamente) y debilidades derivadas de una historia de des-estructuración y dificultades en la relación vincular con la madre.

El ciclo de vida es un aspecto vital del sistema, y en el caso de CONRAD se trata de un adolescente universitario que sufre dificultades serias en la relación con sus pares, con un acontecimiento vital de un pasado reciente como la muerte trágica de su hermano Buck, quien fallece en un accidente en el mar, el cual Conrad presenció y sin poder ayudarlo. El en cambio, sobrevivió; esta muerte ocasiono un trauma para todo el sistema familiar, quizás con mayor profundidad para Conrad, circunstancias fatales que le causaron gran impacto emocional y que lo indujo al intento de suicidio con intención real, pero no lo consigue, por lo cual permaneció interno cuatro meses en el hospital psiquiátrico, donde después de un proceso de tratamiento y recuperación, regresa a su hogar a adaptarse y aceptar que en su vida existen cambios y pérdidas no generadas por él. Adaptación que se ve truncada ante la indiferencia y desamor por parte de su progenitora por una parte, y de otro lado, sus pares en su dimensión social que lo devuelven a su estado de depresión y ansiedad.

Como lo plantea J. Korbin, “…Una de nuestras más apreciadas creencias es que la familia es un lugar de bienestar, amor y seguridad – un refugio de la crueldad del amplio mundo exterior. Esta sabiduría no surge de una fantasía sino de la experiencia humana. Así sea en las más difíciles circunstancias, la mayoría de las familias se encarga bien o por lo menos adecuadamente de sus miembros, de protegerlos, de aumentar sus posibilidades de supervivencia y bienestar y aun así, incluso en las mejores condiciones, algunas familias maltratan a sus miembros”. Para Conrad, su familia no es el “refugio de la crueldad del amplio mundo exterior”, dado que prefiere estar en otro lado donde no se sienta solo, donde pueda reír, estar acompañado. En su casa la situación es tensa, distante, las relaciones con su madre son frías, su padre se preocupa constantemente por él, le apoya, intenta hablar y relacionarse con su hijo, recomendándole que acuda al psiquiatra, sugerencia que acata en su empeño de “querer controlar las situaciones para que nadie se preocupe por él”.

Vemos como Conrad, a pesar de haber transcurrido unos meses de la muerte de su hermano mayor Buck, no come, no duerme bien, tiene pesadillas en las que revive una y otra vez lo ocurrido, está desconcentrado y ensimismado, con un intento de suicidio, por el cual paso cuatro meses en el hospital, e intenta seguir adelante con su vida, sin mucho ánimo. Presenta alteración en los ciclos circadianos (sueño-hambre), alteración en sus ciclos naturales, insomnio recurrente, se observa falta de apetito sin motivo aparente, estado de ansiedad constante que produce palpitaciones, sudoración excesiva, temblores y sensación de ahogo entre otros que nos llevan a considerar que se vislumbra un Trastorno por Estrés Postraumático.

Conrad con la ayuda del psiquiatra, exterioriza sus sentimientos respecto de la muerte de su hermano y evoca en alto el accidente, se va deshaciendo del nudo que lo ahoga, vive su culpa, su sentimiento y poco a poco, con la asistencia del psiquiatra y el apoyo de su padre, empieza a aprender a decidir pequeñas cosas en su vida, aprende a controlar sus emociones, a comprender que se siente culpable por él estar vivo y su hermano muerto, y de esta forma, a perdonarse a sí mismo, renace nuevamente. Y de paso entender que no puede obligar a nadie a quererlo de una forma. Le explica el psiquiatra que “Las cosas hay que verlas en sus dimensiones…Un problema real tiene una solución real”. Y así, aprende también a sentir esas emociones en negativo y en positivo, a ponerles nombre, a verlas de cara, y a abrirse a otro tipo de miradas, como la del amor.

Beth, la madre, es una mujer despreocupada de los sentimientos de los demás, muy centrada en sí misma; cuando mantiene una conversación con los demás, da la sensación de un único interés personal, manifiesta arrogancia, acciones insensibles, una mujer que vive hacia afuera, hacia la “buena imagen”, le pueden las apariencias y lo que digan los otros incluida su familia. Niega quien realmente es y adora a la imagen sobrevalorada que tiene de sí misma. Niega

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