Analiza la construcción de las identidades juveniles según los Estudios Culturales.

1 - Analiza la construcción de las identidades juveniles según los Estudios Culturales.

La identidad nace durante el proceso de socialización como consecuencia de nuestros intercambios con los otros, y a partir de las respuestas de los otros a nuestro propio comportamiento. Sólo desde los otros podemos saber quiénes somos, es decir, “que yo comprenda que soy otro para el otro, al mismo tiempo que él es otro para mí”. De esta manera la identidad es circunstancial a nuestras relaciones con los otros y con nuestras identificaciones, ya sean personales (nuestra manera de ver las cosas), o colectivas (los valores, normas, ideales, modelos..., en los que nos reconocemos y nos sentimos reconocidos por los otros).

De esta manera, el individuo gestiona su identidad en función de los lugares que ocupa en un determinado espacio y tiempo social, lo que le supone actuar según unas estrategias contextuales influidas por las interacciones con los otros. Así, las dimensiones simbólicas de cada sociedad ayudan a desarrollar la vida social, a dar un sentido a la realidad y a configurar la identidad personal y social de cada uno.

Cada generación ha marcado una particularidad específica de entrar en escena: por medio de una identidad formada a través de una imagen, una apariencia compuesta de vestimenta, corte de pelo y accesorios; un lenguaje propio, un comportamiento.

Un estilo constituido por un sistema de señales que representan intenciones, desafíos y valores. Los objetos, la música y accesorios escogidos por los grupos de jóvenes han sido y siguen siendo, un apoyo para expresar su identidad. Asimismo, cuando el estilo se cimienta y está perfectamente definido, los grupos juveniles llegan a conformar verdaderas subculturas cuyos miembros comparten una posición social y una comunidad de gustos, la ruptura de códigos, y el desafío del orden y la lógica vigentes. Representando así, la presencia de una diferencia.

Estas subculturas suponen verdaderos anclajes identitarios que poco a poco van ganando un espacio social, un tejido de normas y valores.

Al mismo tiempo, gracias a la globalización, este tendencia de proliferación de grupos se desarrolla fácilmente a través del mundo, creando tribus masificadas y distribuidas en múltiples territorios. Por ejemplo: hippies, skinheads, "S.H.A.R.P", punks, góticos, skaters ...

Sin duda, han existido, existen y existirán un sin fin de tribus, pues cada medio proporciona una adaptación a las necesidades del grupo en cuestión, o la innovación de las mismas. Actualmente, la naturalidad de la articulación social contemporánea hace que estas tribus sean en ocasiones, desapercibidas, por hallarse en lo cotidiano.

De esta manera, la búsqueda de diferenciación se halla cada vez más arraigada en el individuo como búsqueda de una identidad propia, que a su vez lo estreche a una comunidad, tratando

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