Analogia

Las antinomias de los fines de la pena y su repercusión en el ámbito penitenciario

Cuando se habla de antinomias de los fines de la pena se quiere poner de relieve que la pena puede perseguir metas distintas o incluso opuestas, que difícilmente pueden compaginare.

• Ejemplo: imaginemos un crimen que en un ataque de celos, asesina a su esposa. La respuesta punitiva que hoy en día tendría un hecho de este tipo seria como mínimo una pena 10 a 15 años de prisión, que es la que corresponde al delito de homicidio simple tipificado, es probable que la pena no sea inferior al límite mínimo que marca la ley para el delito de homicidio, 10 de presión, aun apreciando el estado de perturbación emocional que pudo tener el auto del crimen en el momento de su comisión, al menos una circunstancia atenuante. Sin embargo, es probable también que esa conducta sea un hecho aislado en la vida de ese individuo, que los expertos psiquiatras o psicólogos consideren que el sujeto tuvo un arrebato momentáneo que no es probable vuelva a repetirse, pero sobre todo que su comportamiento en prisión sea irreprochable y que la opinión de los psicólogos y demás expertos del sistema penitenciario sea muy favorable respecto a sus posibilidades de resocialización ¿Cuánto tiempo de esos 10 años a los que ha sido condenado debe estar en prisión?

En este caso vemos con claridad lo que se quiere decir cuando se habla de que los fines de la pena pueden ser antinómicos, es decir, contradictorios y lo difícil que es llegar a un punto de equilibrio o de encuentro entre ellos cuando las soluciones a las que puede llegarse varían según se analice el caso desde el punto de vista de una u otra concepción de la teoría de la pena.

El problema actual del sistema penal se encuentra entre prevención general y prevención especial. Este conflicto se refleja en todas sus instituciones, pero donde se revela es en el sistema penitenciario. En este ámbito, las penas impuestas legal y judicialmente conforme a esquemas primordialmente preventivos generales y retributivos pueden ser, desde el punto de la resocialización, demasiado cortas o demasiado largas.

• La duración de la pena puede ser demasiado corta para un tratamiento del recluso.

Ejemplo: Los delincuentes habituales como hurtos o estafas de escasa cuantía. En estos casos por regla general el tiempo de duración de la pena, exigido por la retribución y limitado por el principio de proporcionalidad, no es suficiente para llevar a cabo un tratamiento que reinserte socialmente al sujeto, entre otras cosas porque en tan corto espacio de tiempo no van a cambiar las circunstancias personales, sociales y económicas que le llevaron a la delincuencia.

• La duración de la pena sea demasiado largo puede deberse a que los limites mínimos del marco penal del respectivo delito impidan que el juez pueda imponer una pena inferior, aunque

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