Anna Freud
Enviado por ArianaDanielaGom • 27 de Noviembre de 2014 • 441 Palabras (2 Páginas) • 277 Visitas
Nació el 3 de diciembre 1895 en Viena (Austria). Hija de Sigmund Freud y Martha Bernays.
Obtuvo su doctorado en Leyesm, tras lo que comenzó a ejercer como maestra y colaboró estrechamente con su padre en el desarrollo de la teoría y el movimiento psicoanalíticos. Su corta carrera de maestra suministró las bases para su trabajo, pionero en el campo de la psicología infantil. En el año 1938 se exiliaron juntos a la ciudad inglesa de Londres.
Su trabajo se centró sobre todo en las funciones del yo en el desarrollo de la personalidad, y los mecanismos que se ponen en marcha para ajustar las pulsiones del ello a las demandas del superyó, especialmente la represión, la proyección, la racionalización, la negación, la identificación con el agresor y las formaciones reactivas.
En 1947 fue la fundadora del Hampstead Child Therapy Course and Clinic, en Londres, lugar donde trabajó como directora desde 1952. Además contribuyó a fundar la publicación anual Estudio psicoanalítico del niño en 1945. Su principal obra, El yo y los mecanismos de defensa (1936), se ha convertido en un clásico de psicología.
Anna Freud falleció en Londres el 9 de octubre de 1982.
Resulta oportuno citar algunas interesantes definiciones acerca del papel que Anna Freud desempeñó en la historia del psicoanálisis.
La primera de ellas parte de su padre, Sigmund Freud, al llamarla Anna Antígona. Cabe recordar que Antígona, en la obra de Sófocles, es la hija de Edipo, a quien guía, tras su ceguera, errante por Grecia hasta su muerte.
Ernest Jones, quien mantuvo una relación ambivalente con Anna, se unía a ella en lo político institucional pero se le oponía en lo teórico: "tiene usted el don de escribir ordenadamente y sin forzar la organización del material. Me gustaría hacer la reseña del libro", escribe Jones refiriéndose a la publicación de El Yo y los mecanismos de defensa. Y en relación al mismo, a manera de crítica, lamenta que (...) interrumpa su viaje investigador hacia las profundidades donde hubiera deseado mayor iluminación.
Phyllis Grosskurt, en su libro Melanie Klein, ilustra el desempeño de Anna así: Anna Freud era una expositora de las ideas de su padre, pero sólo de aquellas que podían examinarse en lugares claramente iluminados y bien aireados.
Por último, Elizabeth Young-Bruehl, en su biografía de Anna Freud, dice: (...) era la madre del psicoanálisis, y a ella pasó la responsabilidad de preservar su espíritu, de velar por su futuro (...) celosa del psicoanálisis, llegó a ser no sólo la sucesora de su padre por derecho propio, con sus contribuciones teóricas y clínicas de exacto sentido científico, sino también una mujer cuya vida fue por entero al estudio del psicoanálisis.
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