Antecedentes de la Bulimia
Enviado por Aanariika • 15 de Noviembre de 2013 • Tesis • 5.023 Palabras (21 Páginas) • 653 Visitas
MARCO TEORICO
Antecedentes de la Bulimia:
La palabra bulimia proviene del griego y significa “hambre de buey”. Generalmente se presenta entre los 18 y 28 años de edad. Al igual que en la anorexia, el 95% de los pacientes bulímicos son mujeres. El significado psicológico de la comida va más allá de sus poderes nutritivos, hay dependencia física y asociación emocional, pues cuando una persona está con hambre hay irritabilidad, inestabilidad e insatisfacción, que desaparece cuando la persona sacia su apetito. Hay algunas personas que desarrollan un significado desmesurado hacia la comida que les ocasiona problemas físicos, sociales, familiares, muchas veces poniendo en riesgo su propia vida.
En la antigua Grecia ya era reconocido este padecimiento, sin embargo sólo fue identificada y descrita como una enfermedad con características propias en 1979 por el psiquiatra inglés Gerald Russell. En la actualidad, según estudios realizados, el porcentaje de la población que padece esta enfermedad es el 7% dándose en mayor medida entre mujeres, es mucho menos frecuente en varones.
A lo largo de toda nuestra historia nos encontramos con abundantes conductas alimentarias desordenadas.
En la antigüedad los banquetes donde se comía y bebía con exageración eran de carácter sagrado pero después, pasaron a tener carácter social. A lo largo de estos banquetes el vómito era un remedio usual para reiniciar la comilona.
En el siglo IX un monje de Monheim hizo referencia a la historia de una joven llamada Friderada que se curó en el santuario de Santa Walpurgis de una extraña enfermedad. Después de un periodo de apetito voraz, Friderada rechaza los alimentos sólidos y vomita los productos que había ingerido.
Después que Galeno describió la “kynos orexia” o hambre canina como sinónimo de bulimia, este término apareció reflejado en los diccionarios médicos de los siglos XVIII y XIX como curiosidad médica.
Durante el siglo XX las primeras referencias a la bulimia nerviosa aparecen en la década de los años 50, a finales de los 70 va ser descrita como el síndrome de purga y atracón o bulimarexia, Russell años más tarde (1979) considera la bulimia como una variante ominosa de la anorexia y el nombre de Bulimia nerviosa se comienza a utilizar como término para definir la enfermedad.
En los últimos años del presente siglo XXI tanto la anorexia como la bulimia nerviosa se han ido incrementando en distintos sectores de la población (principalmente entre adolescentes y las mujeres jóvenes). También se está manifestando en otro grupo del que no se tiene demasiado conocimiento como es el deportista, donde la figura esbelta es prioritaria, (gimnasia, patinaje artístico, ballet, etc.).
Hoy en día la anorexia nerviosa y la Bulimia nerviosa son los trastornos alimentarios más graves que se conocen y el número de pacientes ha crecido considerablemente debido a la creciente preocupación por el cuerpo esbelto de un lado y la abundante oferta de productos alimentarios de otro.
La bulimia se caracteriza por la alternancia de periodos de restricción alimentaria con episodios de ingestión abundante “atracones” seguidos de vómitos autoinducidos, uso de laxantes y/o diuréticos. Los atracones se realizan en forma oculta, con gran vergüenza, la comida es tragada rápidamente, sin saborearla. Comúnmente son comidas altamente calóricas y de fácil consumo. El atracón finaliza debido a malestares físicos (dolor abdominal). Vive los atracones como repugnantes, pero es incapaz de controlarlos, lo cual provoca gran ansiedad.
Siempre está temerosa de engordar y piensa en los alimentos constantemente.
Los bulímicos tienen cerca de 15 episodios de atracones y vómitos por semana y, en general, su peso es normal, por lo que resulta difícil detectar la enfermedad. En un solo atracón pueden llegar a consumir de 10.000 a 40.000 calorías.
Los síntomas más recurrentes son:
• Apariencia de un peso corporal o de sobrepeso.
• Dolor faríngeo debido a los vómitos.
• Diarrea o constipación.
• Debilidad o fatiga.
• Irregularidades menstruales.
• Erosión del esmalte dental (por los vómitos).
• Signo de Rusell (erosiones y callosidades en las manos debido al roce con los dientes al provocarse los vómitos).
• La autoestima del enfermo es baja y la identifica con su cuerpo.
El enfermo come una gran cantidad de alimentos en un espacio de tiempo muy corto. No tiene control sobre la ingesta y es tal la ansiedad que cree que no puede parar de comer, también los ciclos de atracones y vómitos se manifiestan un mínimo de dos veces por semana. Para prevenir el aumento de peso y compensar el atracón o el exceso de las comidas se provoca vómitos, utiliza laxantes, diuréticos, fármacos, o recurre a otros medios que le permitan controlar el peso, como la practica abusiva de actividades deportivas.
Asimismo, se producen otros cambios físicos y emocionales (depresión, ansiedad) que manifiestan el desarrollo de la enfermedad. Los bulímicos se ven gordos, incluso cuando su peso es normal; se avergüenzan de su cuerpo y lo rechazan, por lo que intentan hacer dieta en todo momento. A pesar de todo, la ingestión compulsiva a escondidas o durante la noche es una de las principales características de esta patología. Pueden llegar a gastar una gran cantidad de dinero en comida o recurrir a la que ya hay en casa, que comienza a desaparecer misteriosamente de la despensa.
No sienten ningún placer al comer ni preferencias en cuanto al tipo de alimentos, sólo buscan saciarse. Intentan evitar los lugares en los que hay comida y procuran comer solos. Su comportamiento suele ser asocial, tienden a aislarse, y la comida es su único tema de conversación. Además, la falta de control sobre los alimentos les produce grandes sentimientos de culpa y vergüenza.
En cuanto a los signos físicos que evidencian la enfermedad se encuentran la debilidad, dolores de cabeza; hinchazón del rostro por el aumento de las glándulas salivales y parótidas, problemas con los dientes, mareos, pérdida de cabello,
Irregularidades menstruales, y bruscos aumentos y reducciones de peso, aunque generalmente no sufren una oscilación de peso tan importante como la que se manifiesta en la anorexia. La bulimia puede ir acompañada de otros trastornos como la cleptomanía, el alcoholismo o la promiscuidad sexual.
Consecuencias clínicas:
• Arritmias que pueden desembocar en infartos.
• Deshidratación.
• Colon irritable y megacolon.
• Reflujo gastrointestinal.
• Hernia hiatal.
• Pérdida de masa ósea.
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