Análisis comparativo sobre percepción visual y auditiva

Análisis comparativo sobre percepción visual y auditiva

La percepción visual es la información que obtenemos sobre lo que nos rodea a través de la luz que se refleja en nuestros ojos.

La percepción visual es la manera en que recopilamos información de todo lo que se encuentra a nuestro alrededor mediante el reflejo de luz hacia nuestros ojos provenientes de los diferentes elementos. Es de suma importancia el que existe una cantidad mínima de luz para que el reflejo de esos elementos se convierta en una imagen visual iniciando la percepción, por lo cual, a partir que nuestros ojos permanezcan abiertos, en cualquier dirección en que se dirija la mirada, esos movimientos de los ojos facilitan la fijación visual hacia los objetos que quieran ser enfocados con la fóvea.

Dichos movimientos también son los que permiten el conservar la mirada, independientemente si el objeto o el observador se encuentre en movimiento, algunos de dichos movimientos son los sacádicos, que son movimientos que se realizan de forma brusca y cuya trayectoria no puede ser cambiada y su relevancia proviene del hecho de que son los que más se dan en las percepciones visuales porque se realizan voluntariamente para conocer el entorno y poder darnos cuenta cuando sucede un evento nuevo alrededor.

Otros movimientos como los uniformes o de seguimiento, son movimientos más lentos y no bruscos como los sacádicos y su utilidad principalmente es para cuando el objeto se encuentra en movimiento, agregando el hecho que su trayectoria puede variar siguiendo el movimiento del objeto. Los movimientos de convergencia, que es el hecho de que al acercarse un objeto los ojos se aproximan a la dirección de la nariz y divergencia, que es el hecho de que al alejarse un objeto los ojos retornan a su posición inicial, para tratar de enfocar la mirada con los dos ojos.

La percepción auditiva es la forma en que se recopila información del entorno mediante la captación de los sonidos provenientes del mismo. El sentido de la audición tradicionalmente pasa a un segundo plano en cuanto a importancia, solo después de la visión.

La audición permite identificar la posición de un objeto sin importar donde se ubique a partir de los sonidos, los cuales son cambios de presión en el aire provocados por la vibración de un objeto y se propaga en forma de ondas, los mismo varían según su amplitud, frecuencia y su fase. Cuando el cambio de presión es causado por solo una onda sinusoidal, los describimos como sonidos puros, mientras que cuando el cambio de presión es causado por más de una onda, los llamamos sonidos complejos, compuestos por un conjunto de armónicos, es decir, ondas de mayor menor amplitud.

Por lo que podemos decir que sus funciones son:

Volumen: asociado a la magnitud del cambio de presión.

Tono: asociado a la frecuencia de los cambios de presión. Bajos o graves: frecuencias bajas o medias. Altos o agudos: frecuencias altas.

Timbre: distinción de sonidos de frecuencia similar.

Localización auditiva: ubicación de la posición exacta de los objetos.

La señal óptica es mucho más estable que la auditiva, sumado al hecho de que presenta un mejor método de identificación de las características de los objetos y mayor precisión.

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