Análisis reflexivo una mente brillante pelicula

UNA MENTE BRILLANTE

En  la finalidad de realizar un análisis reflexivo de la película “Una Mente Brillante”, es necesario referirme a los puntos focales que infiero y relaciono a partir de las temáticas, personajes, problemáticas, y época en la cual se desarrolla su trama sin dejar de resaltar que está basada en hechos realesdesde 1947, con Nash cuando comienza como estudiante en Princeton, en un recorrido por su vida hasta 1994 cuando recibe su premio nobel.  Con esto como breve marco contextual, empezaré por estructurar la reflexión de esta manera:

Como punto de partida abordo la temática que enmarca ese primer momento de la película, “conocimiento y comunidad científica” en la cual se teje un lenguaje elaborado desde la  academia donde Nash se encuentra inmerso y no solo eso, sino que se asume con su propia percepción de la realidad, desatando por parte de quienes lo rodean apreciaciones sobre su comportamiento referidas a la desadaptación social, timidez, obsesión, torpeza en las relaciones sociales, y muchas otras connotaciones mientras él es infalible, firme en mostrar una indiferencia pasmosa frente al escepticismo y burla de los demás con la presión permanente que generaba una política norteamericana a favor de la igualdad de oportunidades pero no de la igualdad de resultados, de ahí que pese a su potencial y bajo presión finalmente presente una tesis que inicialmente fue calificada de presuntuosa.  

En este marco es evidente el uso de un lenguaje diferencial en espacios cotidianos compartidos entre el grupo de científicos, me refiero a la apropiación del sarcasmo e ironía como línea dialógica incluso hasta convertirla en su propio código comunicativo,Las raíces de esta actitud las asocio a la inutilidad que Nash siente hacia el complejo formalismo de las comunidades científicas, y que a través de ello logra no solo en sus estados alterados de conciencia generar conversaciones sardónicas, sino que son frecuentes en intercambios con sus compañeros, lo cual destrona de su pedestal cualquier convencionalismo acogido en este tipo de grupos. Esto  los hace asumir la actitud irónica o sarcástica, apegada a la realidad inmediata, o la actitud esteticista tendiente a crear una realidad ficcional. Las dos actitudes no se excluyen mutuamente, sino que convergen, creando su propia atmosfera de entendimiento.

En este orden de ideas, surgen  interrogantes con respecto a el¿por quéde los rótulosde anormalidad o patología otorgados a las comunidades científicas?  Este cuestionamiento sería incompleto sino aludimos al hecho de que los seres humanos visualizamos y  percibimos  como anómalo o patológico aquello que se sale de nuestros cánones de normalidad y de la forma como cada quien concibe la realidad a partir de las estructuras concebidas en sus imaginarios y representaciones.

Socialmente y por tanto de manera convencional el margen que separa a  los llamados genios y científicos, de los estados patológicos  es estrecho. Los primeros en asociar locura con creatividad fueron los griegos. Para ellos, los poetas eran “enfermos divinos” y Platón aseguraba que la inspiración llegaba en momentos de “locura divina”. Muchos siglos después, en Estocolmo, un grupo de científicos cree haber dado con una clave para entender que tienen en común las enfermedades mentales con el arte y la ciencia  y vemos como históricamente diferentes matemáticos han sido inscritos en las listas de autistas, esquizofrénicos, bipolares y demás patologías asumidas de forma arbitraria, sin el reconocimiento autentico de aquello que ha llevado a estas personas a tener un verdadero norte en sus investigaciones, teorías y de ahí los resultados.

Las anteriores consideraciones fundamentan mi siguiente reflexión: Conocimiento y estados alterados de conciencia: en este apartado es pertinente preguntarnos ¿hasta qué punto las llamadas enfermedades mentales han desatado una serie de  abordajes que castran potenciales humanos? y que de alguna manera los recintos académicos refuerzan  con el veneno que constituyen los lineamientos, políticas y pedagogías opresoras con la invisibilidad que confieren a la diferencia.  De hecho en los grandes avances científicos de la humanidad hay ingredientes históricos, políticos, ideológicos y presupuestarios pero el factor principal es la genialidad de  individuos, como Stephen Hawking, Alan Turing y en este caso Nash quienes confrontaron las comunidades científicas rompiendo barreras y parámetros establecidos y desde sus formas comportamentales han generado transformaciones importantes en la historia, a partir de estados supuestamente alterados a nivel mental que justamente han permitido una visión especial de la sociedad.

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