Aplicando el acto moral y las virtudes

Que hacemos y que dejamos de hacer ó hacia donde estamos mirando; porque ya no es posible negarse a aceptar que estamos en una situación de emergencia planetaria en el punto crítico de un proceso irreversible. Todo ello con graves implicaciones y  repercusiones, daños irreversibles, en el aire, el agua, en la agricultura, los bosques, las reservas, la flora, la fauna todas las especies TODAS, incluyendo la especie humana… Todo ello se traduce en una grave destrucción de ecosistemas.

Son numerosos los ejemplos de formas de contaminación y de problemas ambientales que los seres humanos estamos provocando.  Es casi imposible encontrar algo de lo que estamos haciendo que no esté jugando un papel. Todo ello evidencia una falta total de ética, de moral y de visión.

Porque, los problemas ambientales no conocen fronteras y cuando la realidad nos alcance, nadie va a estar exento de las consecuencias. El problema no está, tanto en los cambios climáticos sino en la alteración de los equilibrios existentes y la rapidez con que se efectúa  esta alteración.

En consecuencia, buena parte de la ciudadanía sigue sin ver necesaria su implicación en la resolución de esta problemática.

Merece la pena detenerse y preguntarnos… ¿Qué es lo que cada uno de nosotros puede hacer “para salvar la Tierra”? es imprescindible los cambios de actitudes y comportamientos, incorporar la educación para la sostenibilidad como un objetivo clave en la formación  de los futuros ciudadanos y ciudadanas y hacer comprender la necesidad de acciones que contribuyan a un futuro sostenible en los diferentes ámbitos: consumo responsable, actividad profesional y acción ciudadana.

Se dice que es nuestra extraordinaria capacidad para pensar la que nos hace humanos. Es claro que pensar es algo que nos diferencia del resto de las especies. Pero de ahí a decir que eso sea justamente lo que nos hace humanos, quizás sea demasiado decir.

...