Asertividad, Conductas Y Ejemplo Práctico

Tener dificultad para decir no

Dejar que otros abusen de ti

No poder expresar con libertad los sentimientos

Sentir miedo al hablar en público

Sentirse incómodo o experimentar culpa al expresar un deseo o solicitud

Apenarse ante situaciones comunes

Sentirse víctima

Sufrir desmotivación, apatía o depresión

No atreverse a reclamar algo legítimo

Posponer el enfrentamiento de situaciones humanas en donde es necesario aliviar conflictos

Abrumarse ante el exceso de demandas de los demás

Perder fácilmente la espontaneidad

Padecer porque se da más de lo que se recibe

Acumular sentimientos hasta explotar

Dar demasiada importancia al qué dirán o a la aprobación de otros

Bloquearse cuando la expresión es necesaria

Hacer muchas cosas que realmente no se desean.

Condolerse ante la sensación de poca valía personal

Exceso de tensión y/o miedo en el intercambio social.

No atreverse a dejar una relación interpersonal nociva

Sentirse con responsabilidad ilimitada, tensionado

Condicionar la autoestima personal a la aceptación de otro, aun cuando vaya en perjuicio de uno mismo

Dar más valor a las creencias y convicciones de los demás que a las propias

Experimentar inseguridad en situaciones sociales

Volverse “monedita de oro”

NO ES NECESARIO NEGAR LA REALIDAD DE OTROS PARA AFIRMAR LA PROPIA

El concesionario Juan Ramírez, se queja amargamente de que nunca se le apoya, de que la empresa no ve por él, etc., y amenaza con cerrar. Él solicita que por lo menos le apoyes con la renta de su salón, ya que no sale con los gastos. El no te ha dado acceso a toda la información financiera de su tienda.

Bloquean el pedido de uno de los mejores salones de tu zona, por un error administrativo. El día de hoy se carga el pedido y no lo han liberado a pesar de que él ya pagó. La persona que libera los pedidos está muy molesto porque no le ha llegado la liberación por sistema, y se rehusa a ayudarte.

Llegas a una tienda a verificar la implementación de una promoción, y la encargada comienza a platicarte sus múltiples conflictos con el concesionario: que no les paga a tiempo, que no les paga prima dominical, que no les da uniformes nuevos, etc.

Tienes un compañero de trabajo que disfruta mucho el comentar todo lo que pasa; es muy divertido y te hace mucho reir, además de que es muy carrilla. Cuando estás en la oficina, te distrae constantemente disminuyendo tu productividad, pero temes ofenderlo si no le haces caso a su platica.

Al llegar a uno de tus salones, encuentras varias cucarachas y el “rastro” de pequeños roedores.

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