Bily Elliot
Enviado por celes76 • 27 de Mayo de 2011 • 9.884 Palabras (40 Páginas) • 982 Visitas
CARRERA, M. V. y PEREIRA, M. C. (2006): Billy Elliot: una propuesta de intervención pedagógica con el cine para educar en la igualdad de género y en las emociones. En VARIOS AUTORES: Cine y aula, promotores de salud a través del cine. Zaragoza. Gobierno de Aragón. Dirección General de Salud Pública, pp. 89-119.
BILLY ELLIOT: UNA PROPUESTA DE INTERVENCIÓN PEDAGÓGICA CON EL CINE PARA EDUCAR EN LA IGUALDAD DE GÉNERO Y EN LAS EMOCIONES
Mª Victoria Carrera Fernández
Mª Carmen Pereira Domínguez
Universidad de Vigo
Querido Billy:
.....Y que estoy orgullosa de que hayas sido mío.
Sé siempre tú mismo.
Te querré siempre.
(Lee Hall, Billy Elliot, 2002, 11)
Aspectos de educación para la salud: igualdad de género y coeducación, educación emocional, comunidad educativa y educación en valores, autoestima y bienestar personal, convivencia pacífica, calidad de vida y entornos saludables.
1. A MODO DE INTRODUCCIÓN
La adolescencia es una etapa clave de la vida que implica el paso de la infancia a la vida adulta. En este período crucial y crítico del ciclo vital se configura la identidad personal adulta, que implica dar respuestas a las preguntas sobre ¿quién soy?, ¿qué quiero llegar a ser? y ¿cuáles son mis prioridades?, ello obliga al adolescente a posicionarse respecto a sí mismo y a la sociedad que le rodea (Garaigordobil, 2000).
Dentro de esta construcción de la identidad personal se desarrolla la identidad sexo/género, que se va a nutrir de los conceptos otorgados a lo que significa ser "hombre" o ser "mujer" que se configuran desde las diferentes culturas y momentos históricos (Mayobre, 2002; Lameiras et al, 2004). Dentro de ambos procesos, el desarrollo de la identidad de género, en el sentido más amplio de la identidad personal integral, el/la adolescente necesita trascender los condicionantes del género y aprender a valorarse tal y como es, es decir como persona y no como representante del género masculino o femenino; esto implica la toma de conciencia de la existencia de estereotipos y roles de género que limitan y coartan sus posibilidades y deseos (Oliveira, 1998).
Además, en este proceso de construcción del "yo" propio, único e intransferible, frente a los otros, en la adolescencia se experimenta sensaciones de ansiedad y confusión, se distancia de la familia y se deja de idealizar a los padres, a la vez que se buscan nuevas formas de vida fuera del hogar, rechazando la autoridad representada en la figura de los padres y de los profesores. Se crea así un clima de convivencia tenso y contradictorio (se actúa como en la etapa infantil y exige que se le trate como una persona adulta), lo que propicia estados de ánimo intensos y cambiantes, en una visible explosión emocional (Font, 1990).
En este sentido la dimensión emocional adquiere una gran importancia en la adolescencia: todo es provisional y transitorio -pueden ser y hacer lo mismo y lo contrario con escasa diferencia de tiempo-; se rebelan antes los mayores, buscando el conflicto; esquivándolos, y al rato reivindicando su presencia; se evidencia un traspaso del núcleo familiar al grupo de iguales, lo que da lugar a las primeras relaciones de pareja y a la experimentación de sentimientos tales como el enamoramiento o el despertar del amor; en definitiva los adolescentes vivencian esta etapa de grandes cambios con gran entusiasmo e intensidad, lo que les lleva a exaltarse y abatirse en escasa diferencia de tiempo -explosión y labilidad emocional- (Funes, 2003).
Por tanto es responsabilidad del profesorado y de las familias formar a los adolescentes en aquellos aspectos necesarios para su adecuado desarrollo personal, dentro de los cuales figuran como ya hemos mencionado la identidad de género y las emociones.
Para ello se propone un programa de intervención pedagógica (Touriñán, 1997) que, utilizando el cine como recurso didáctico, incida en el cambio de creencias (estereotipos de género) y en el consecuente cambio de actitudes (sexistas) hacia ambos sexos; así como en la identificación, comprensión, manejo y evaluación de las emociones y de los comportamientos que de ellas se derivan.
En definitiva el programa es una propuesta que educadores y educadoras, tanto del ámbito formal como no formal puedan utilizar para contribuir con su interés y motivación a la consecución de un nuevo mundo de "personas" y no de "sexos, propiciando así una sociedad más justa e igualitaria, en la que hombres y mujeres establezcamos unas relaciones más saludables y constructivas, basadas en el respeto, la sensibilidad, los afectos, el apoyo mutuo, la comprensión y la empatía (Cobo, 2005).
2. ¿A QUIÉN NOS DIRIGIMOS?
El programa está enfocado para aquellos educadores que trabajen con alumnado de 12 a 18 años que cursan estudios institucionalizados, -educación formal-, (Educación Secundaria Obligatoria y Postobligatoria, -Bachillerato o Ciclos Formativos de Formación Profesional-) como aquellos estudios extraescolares, -educación no formal-, (asociaciones juveniles, grupos de animación sociocultural, casas de juventud, campamentos y/o colonias de verano, etc.) (Vázquez, 1998).
3. ¿QUÉ OBJETIVOS NOS PROPONEMOS?
Consideramos los siguientes objetivos generales y específicos:
3.1 GENERALES
• Promover un desarrollo integral de los adolescentes y jóvenes atendiendo a dos aspectos primordiales en esta etapa vital: la identidad de género y las emociones.
• Potenciar unas relaciones más igualitarias y más satisfactorias entre ambos sexos.
• Favorecer la inteligencia emocional.
• Desarrollar la comprensión de las emociones propias y ajenas.
• Valorar el cine como recurso didáctico relevante para la intervención pedagógica.
3.2. ESPECÍFICOS
• Modificar el sistema de creencias (estereotipos de género) interiorizado por los/as adolescentes que sustenta las actitudes sexistas hacia ambos sexos.
• Reflexionar sobre lo que significa ser hombre y ser mujer en nuestra sociedad; e identificar cómo se enseña a ser hombre y a ser mujer en una sociedad patriarcal.
• Identificar los estereotipos de género presentes en nuestra sociedad y saber de la repercusión de los estereotipos en la vida de las personas.
• Ser consciente de que las capacidades de las personas no están condicionadas por su sexo y proporcionar trayectorias
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