CARTA A LOS PADRES DE FAMILIA

CARTA A LOS PADRES DE FAMILIA

Inicia un ciclo escolar más, ¿con qué ilusión los hijos asisten los primeros días de clases? Se ha puesto a pensar en la alegría de sus hijos de ir a clases con sus útiles nuevos, con sus ropas limpias y ellos recién bañados, de asistir con puntualidad a sus clases. Los de primero con esa idea de aprender prontamente a leer y escribir, de saber que sus maestros están aplicando una nueva forma de enseñar, diferente a como nosotros nos enseñaron, pero que ahora más que nunca nos compromete a participar activamente, de asistir con sus maestros para saber cómo podemos ayudarles ahora para no confundirlos si queremos hacerlo en la forma de como a nosotros nos enseñaron (la letra con sangre entra), saber que hay que colocar letreros en la casa, de asistir a la escuela a elaborar materiales para tenerlos en el hogar, y que con ellos puedan aprender con agrado y en el mejor de los momentos tomarle gusto a la lectura, la lectura que será la base de todos los conocimientos del futuro; de saber que si asisto a preguntarle al maestro cuando esta en clases interrumpo el conocimiento de mi propio hijo, tener la confianza de que puedo hacerlo antes de clase o bien, en la hora del recreo...

¿Se ha puesto a pensar en cuántas veces a abrazado a sus hijos, cuántas veces les ha brindado una caricia animándoles a aprender, a leer, a lavarse la cara, a comportarse normalmente dentro del salón de clases, de participar activamente en las lecciones. En cuántas veces les ha escuchado ayudándoles moralmente haciéndoles sentir que son personas que tienen que dar lo mejor de sí y lo único que faltaba era que usted los animara o sencillamente los escuchara, les diera un abrazo o al menos una caricia...

Nuestra misión como padres no sólo es mandar a los hijos a la escuela, sino formar ciudadanos, hombres de bien que construyan un futuro menos incierto que el nuestro, que caminen por la vida con una sonrisa y la satisfacción de haber logrado muchas cosas buenas, que sean mejores que nosotros, pero no que sean lo que no pudimos ser, porque eso nos corresponde lograrlo y muchos todavía estamos a tiempo de iniciar el camino.

Recuerda que cada día en la vida de nuestros hijos es importante para su formación integral, que ellos pueden llegar a ser como el mejor amigo, que te ayuda, pero a quien también debes ayudar, solo es cuestión de iniciar la obra para que al final del ciclo escolar podamos volver nuestro pensamiento atrás y reconocer el trabajo positivo.

CON AFECTO Y RECONOCIMIENTO

PROFESORES DE LA ESCUELA PRIMARIA

Septiembre de 2003.

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