CARTA A MI HIJO: TÚ CAMBIASTE MI VIDA

TÚ CAMBIASTE MI VIDA

Mañana hace 18 años, me convertiste en un papá joven, orgulloso, y con más ganas de salir adelante. Cuando tú llegaste a mi vida Nico, me cambiaste todo… mi vida cambió por completo y me sentí el hombre más afortunado desde el primer día que te tuve en mis brazos.

Hola amor... estoy aquí sentado  en un restaurante, uno de esos que te gusta mucho. Me acompañan unas fotos tuyas de cuando estabas chiquis, muy chiquis, otra  del viaje a la guajira, una más de un cumpleaños anterior, otra de las cabalgatas, y unas mas de este año que viviste conmigo… Gordo, no puedo evitar enguayabarme y menos dejar de pensar en todo lo bonito que hemos vivido, y de todas las cosas malucas y feas que te has tenido que vivir.

El comienzo.

Una gran amiga y compañera de la universidad nos había alquilado una habitación en su casa, esa gran amiga resultó siendo la madrina de matrimonio, y años mas tarde mi mejor amiga..  La habitación era sencilla pero muy bonita, estaba en un segundo piso y con vista exterior. Allí solo teníamos una cama  y un Tv; la mesa que lo soportaba  jaaaa era una caja, la misma en la que venía empacado nuestro primer aparato eléctrico. Así comenzamos un hogar lleno de amor, respeto y admiración: con las uñas.

Recuerdo ese primer gran día: Era una mañana bonita… estaba el cielo completamente despajado, había mucho sol y dentro de mí había  un  alegría desbordante y también un susto especial; me entré a bañar, me sequé y luego me vestí con mi mejor camisa y pantalón, pues tenía claro que era la cita mas importante de mi vida. Después de la ducha, revisé todo, que no faltara nada. En una mano llevaba una especie de cofre en tela, todo estaba bordado y tejido con mucho cuidado, … eran las 7am. Salí  rápido rumbo a chapinero, a la calle 61 con 10 …

Ese día estaba muy nervioso Nico, eran muchas emociones y sentimientos, tenía afán de llegar a verla y que estuviera bien, que estuvieran los dos bien; quería verte, quería mirar a los ojos a ese amor chiquito e indefenso que por el resto de mi vida se ha clavado en mi pecho y corazón, que si sufre yo sufro, que si llora yo también lloro, que si es feliz seré inmensamente feliz, y que si se cae ahí estaré para levantarlo... SIEMPRE.

En esa época no habían transmilenios y mucho menos teníamos carro. Así que salí de la casa y me fui caminando hasta la 170, tomé una buseta, en esa época la Z-7 (era la manera como se identificaban las rutas en la ciudad). El viaje se me hizo laaaaargooooo y eterno. Quería llamar a la clínica para saber cómo estaban pero tampoco habían celulares y menos Wifi o Wsap.  Era una época muy rica, la gente  vivía sin afanes y la tecnología aun no te robaba parte de tu paz y tranquilidad. La noche anterior había  estado trabajando en Mr Babilla, un restaurante  de la Zona de la 82, como mesero. Tenía un horario de 4 pm a 3 am, dormía unas horas y a estudiar para terminar sin fallas ni atrazos mi futura carrera como abogado, apenas tenía 22 años.

Me bajé de la buseta  sobre las 8 45 am, caminé unas cuadras; la noche anterior había acordado con mis papás que por favor llegaran a la clínica por si pasaba o necesitaban algo… todo estaba bien…  llegué y tu mami estaba en la habitación... fue  un momento indescriptible… a ambos los ojos nos brillaban. Me dijo y recuerdo bn: -Por fa,  dile a la Dra  que apenas salga te lo muestren , y mira que esté bn… ¿Por qué la recomendación?? Porque a tu mami le harían cesárea, y si no le cogía la anestesia local o epidural, tendrían que dormirla completica.

Sobre las 9am la ingresaron a sala de cirugía. Mientras imaginaba muchas cosas amor, caminaba por los pasillos del piso de la clínica, pero siempre  mi mirada fija en la puerta de salida, por donde me dirían “eres papá”.

Mis papas me calmaban, hablábamos, me comentaban cómo fue mi nacimiento, ya que fue en la misma clínica donde tú naciste.

Después de dos horas, salió una enfermera y me dijo: - Señor, felicidades, eres papá de un hermoso bb… Miércoles!  es divinooooo:  gordito,  sano,  con mucho pelo jaaaaaaa Mis papás me abrazaron, estaba feliz, en ese momento sentí ese amor que los papás sienten por sus hijos, que no es el mismo que el amor que sentimos por nuestros papás, hermanos, familiares o esposa… Tu mami estaba  bn,  se estaba recuperando.

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