Cambios en la edad adulta intermedia

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Nombre del alumno:

LUCIA GUADALUPE ALBORNOZ EUÁN

Matricula:

158870

Grupo:

P097

Nombre de la materia:

DESARROLLO HUMANO

Nombre del docente:

GABRIELA LILIANA SAINZ PÉREZ

Número y tema de la actividad:

ACTIVIDAD 1. CAMBIOS EN LA EDAD ADULTA INTERMEDIA

Mérida, Yucatán a 13 de febrero del 2022.

Cambios psicosociales y cognitivos en la adultez media que influyen en el ambiente laboral.

Durante el desarrollo del ser humano se mencionan algunos aspectos como lo físico, personal, social e intelectual. Es la etapa donde se consolida la identidad, el ser humano puede desarrollar su potencial y alcanzar su mayor realización como individuo. Erickson la denomina la etapa de la crisis de productividad vs estancamiento. De acuerdo con Maslow la autorrealización es la capacidad que tenemos para sentirnos bien con nosotros mismos y nuestro entorno por medio de la satisfacción de nuestras necesidades, tomando en cuenta su aportación podríamos decir que los primeros treinta años son de gran importancia ya que es considerada la etapa en la que se consigue la autorrealización y la madurez que se distingue por el control que logramos de nuestra vida emocional.

Durante la transición de la adultez temprana y la intermedia algunas veces se modifican metas o se incursiona en actividades totalmente diferentes de las esperadas incluso notamos algunas diferencias cognitivas y psicosociales las cuales atribuimos a la edad, con la intención de comprender y describir estos cambios cognitivos y psicosociales que tiene el ser humano  en esta etapa y la forma como influyen en el comportamiento de las personas en su ambiente laboral primero definiré los cambios psicosociales y cognitivos en esta etapa para posteriormente establecer la relación que tiene con el ambiente laboral y finalmente plasmare mi opinión respecto a estos cambios psicosociales y cognitivos y su impacto en la vida laboral del individuo.

Edad adulta intermedia

En términos cronológicos comprende desde los 45 a los 65 años (Papalia, 2001), es el periodo en el que se presentan algunos cambios físicos que no son significativos. Se presenta la crisis de los 40 que inicia con la revisión y evaluación de la vida, se caracteriza por los cambios corporales, así como el cuestionamiento de logros. (Sheehy, 1994).

La adultez media es una etapa de reflexión profunda para evaluar el progreso que se ha logrado a lo largo de la vida y proyectarse a la siguiente etapa del ciclo vital con una mejor perspectiva.Se puede decir que la crisis de la edad media no es inevitable, ya que, si el ser humano posee buenos recursos para enfrentar las exigencias del medio y del crecimiento personal, entonces podrá tener una buena adaptación a los acontecimientos de la edad madura ya que durante esta etapa la confianza en uno mismo y el control suele aumentar.

Cambios psicosociales

El desarrollo psicosocial son las pautas de cambio en las emociones, personalidad y relaciones personales. Erick Erickson propone en esta etapa del desarrollo de la generatividad que es el interés de los adultos maduros por orientar y ayudar a la siguiente generación a que logre establecerse (Papalia, 2012). La cualidad que define esta etapa es la conducta prosocial de interesarse por los demás. En general, a pesar de los cambios que ocurren en nuestras vidas y en nuestras ideas, seguimos siendo las mismas personas. Acostumbramos a llevar con nosotros ciertos rasgos característicos básicos en todas las etapas de la vida. Aunque esto no quiere decir en lo absoluto que no cambiamos, ya que la experiencia acumulada a través de los años realza nuestro desarrollo y nos transforma. La estabilidad y cambio permanecen entrelazadas toda la vida, mostrando en algunos individuos continuidad y en otros más cambios. Cabe mencionar que la resiliencia es común y primordial en esta edad ya que es la capacidad de adaptación que tenemos los seres vivos ante una situación adversa. Las relaciones sociales suelen ser una fuente de bienestar y refugio, pero también puede convertirse en un foco de estrés cuando la habilidad social no se ha regulado adecuadamente en el transcurso de la vida. Es importante destacar que según Papalia (2012) las buenas relaciones sociales pueden mejorar la función inmunológica y por lo tanto la calidad de vida, por el contrario, deficientes relaciones se traducirían en un aumento de enfermedades por el debilitamiento del sistema inmune.

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