Ciudadano X

ANALISIS DEL CIUDADANO X

(Andrei Romanovich Chikatilo)

Rusia la Unión Soviética

1981

Para iniciar este análisis sobre la historia del asesino en serie Andrei Romanovich Chikatilo, alias el (destripador de rostro).

Debemos remontarnos a su infancia, Chikatilo, tuvo una niñez muy difícil dado que se crio en medio de las escenas de la guerra y de la hambruna que pasaba ucrania en ese tiempo.

Chikatilo, siempre escucho del regazo de su madre como su hermano mayor había sido raptado y devorado por los campesinos de ucrania, debido a la hambruna que pasaba el país, éste hecho marcó notablemente a chikatilo.

Siempre fue objeto de burla y era humillado por sus compañeros de escuela durante su niñez, ya que era miope, y hasta la edad de 12 años se orinaba en la cama, por lo que era duramente reprimido y humillado por su madre.

Esto condujo a que desde su niñez, comenzara a albergar fantasías de violencias y torturas contra sus semejantes.

Ya a la edad de 15 años cuando tuvo su primera experiencia sexual, lo hizo bruscamente, lanzándose contra una amiga de su hermana, y ante el forcejeo de la muchacha para librarse de su abrazo, chikatilo eyaculó. Esa asociación, entre un acto de violencia y eyaculación quedó fijamente plasmada en su mente para siempre.

A medida que iba creciendo, se hacía más tímido con las mujeres, pero para tapar un poco su frustración, se dedicó a los estudios, obteniendo tres titulo. Un titulo en Lengua y literatura rusa, en ingeniería y en marxismo-leninismo.

Fue maestro en el 1971, éste sentía una creciente atracción por las menores de 12 años, y se colocaba en los dormitorios para verlas en ropa interior mientras se masturbaba con la mano dentro del bolsillo.

Éste se refugiaba en el comunismo, pero su fijación con el dogma político rayaba en la demencia.

A pesar de su problema de impotencia, pudo procrear dos hijos.

Chikatilo no dejaba de pensar, que la naturaleza lo había castigo castrándolo al nacer.

A éste le enfurecía observar a los vagabundos de las estaciones del tren que se dirigían al bosque cercano a tener relaciones sexuales entre ellos. Encuentros que él no podía efectuar por su impotencia.

Su primera víctima la mató en el año 1978, fue una niña de nombre de Yelena Zakotnova, de apenas 9 años de edad, éste convenció a la menor que se fuera con él, lleva la niña a una cabaña a las afueras del bosque. Una vez allí la desvistió con violencia, intentando penetrarla y ver su frustración de que no podía, procedió a clavar un cuchillo en el estomago de la niña, usando este cuchillo como sustituto de su acto sexual, al ver que brotó sangre, este hecho le propicio una erección inmediata y con cada puñalada que le propinaba a la menor se daba cuenta que se acercaba mas al orgasmo. Chikatilo tenía la idea de que en los ojos de la victima quedaba impresa la imagen de su asesino, por lo que le tapó los ojos cuando la puñaleaba y la estrangulo. Luego tiro el cuerpo en el rio.

Con este brutal hecho se dio cuenta de que su placer no consistía en acariciar los genitales ajenos, sino en maltratarlos.

Para éste poder llevar a cabo sus fantasías, aprovechaba el medio de transporte más efectivo que era el tren. Ya que en las estaciones de tren encontraba numerosas oportunidades de conocer victimas.

Así planeo en el 1981, la muerte de una vagabunda que le pidió dinero, este se aprovecho de la situación y la llevó al bosque, cuando la atacó observo la sangre manar de las heridas de cuchillo y eyaculo involuntariamente. Desde ese momento le quedó claro que para alcanzar satisfacción sexual debía emplear el máximo salvajismo con sus infortunadas victimas. En este asesinato removió los órganos sexuales de la chica y tras mordisquearlos, los tiró en el camino.

Los dos primeros asesinatos de chikatilo tuvieron cierto carácter fortuito. Es posible que, en ambos casos sus intensiones fueran solamente de índole sexual. Pero los gritos de terror le excitaban y se dio cuenta que era el asesinato en si lo que presentaba para él el acto sexual supremo.

Pero no volvió a matar hasta el 1982 donde añadió a su cuenta 7 crímenes más. Ya en el 1983 asesinó a 4 víctimas más entre ellas mujeres vagabundas y prostitutas, adolescentes y niñas, con las que intentó tener relaciones, pero ante su impotencia no pudo, lo que alimentaba su furia con las burlas de las victimas lo que lo hizo entrar en trance asesino apuñalándolas como unas 40 veces y extirpándoles los ojos y ovarios.

Los rusos no estaban acostumbrados a observar tanta bestialidad en un crimen. En esa época el Estado controlaba los medios de producción y los de comunicación, y los temas de violación y asesinatos en series eran temas prohibidos. Solo se les comunicaba estos acontecimientos a los oficiales exclusivos, como miembros del partido comunista, y oficiales de alto rango.

En esa época pocos padres pudieron advertirles a sus hijos del peligro que los asechaba en los caminos. Cuando la cuenta de los cuerpos llegó a 16 la policía de Moscú decidió tomar cartas en el asunto y envió al mayor Mikhail Fetisov para encargarse de capturar al asesino. Y este le ordenó al especialista forense Víctor Burakov que comenzara la investigación nombrándolo detective y encargado del Departamento de Asesinos.

Lo primero que hizo Burakov fue investigar a los enfermos mentales y pedófilos conocidos. Luego que el número de niños varones asesinados comenzó a crecer, se comenzó a investigar a la comunidad gay de la región. Esta estrategia abrió los ojos de los oficiales encargados acerca del mundo oculto de violencia, homesexualidad y sexo de los rusos.

Al pasar el tiempo, la policía solo capturaba sospechoso, movidos por falta de resultados, cada vez que detenían un retrasado o vagabundo, las autoridades creían tener cada vez al bueno, pero el médico forense Burakov estaba convencido de que el maniático que buscaban tenía un cierto tipo de personalidad demente cuya manifestación era muy sutil. Y ciertamente su presencia no provocaba miedo alguno en las victimas, pues eran pacíficamente conducidas hasta lugares apartados que le facilitaban a chikatilo cumplir su objetivo.

Las divergencias entre Burakov y los hombres de la unión soviética, provocaban constantes fricciones que en nada ayudaban a la captura del asesino. La falta de información y un perfil psiquiátrico,

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