Conceptos psicoanalíticos básicos
Enviado por kamerobo • 13 de Mayo de 2016 • Tarea • 1.981 Palabras (8 Páginas) • 245 Visitas
Es muy importante al momento de entender el psicoanálisis, qué decimos cuando hablamos o escribimos, más allá de la convención con que usamos las palabras. Este “saber que se aloja en la representación” (Foucault, 1968), es un sistema de palabras de un campo profesional que no fue “sistemáticamente definido por su creador” (Moore and Bernad, 1990), es por ello que muchas veces se habla sin entender qué se está diciendo cuando se alude a diferentes términos psicoanalíticos, este trabajo apuntará a aclarar qué se entiende cuando se alude a la sexualidad desde Freud.
Nada atraviesa de manera tan medular al ser humano como la formación de la sexualidad, ya sea porque encierra el origen de la vida, porque tiene que ver con la supervivencia de la especie o porque genera en los seres humanos la fascinación del placer. Para Freud (1915) la sexualidad es medular en la concepción psicoanalítica de la mente, pudiendo observar durante un decenio la recepción y la influencia que tuvo: “Tres ensayos para una teoría sexual”
Freud extirpa la sexualidad de su fundamento biológico, anatómico y genital. Afirma Lapanche (1956) que “la sexualidad no puede reducirse a la satisfacción de una necesidad fisiológica fundamental”, sino más bien tendríamos que hablar de diversos grados de transición entre la sexualidad perversa y la sexualidad llamada normal (Freud, 1915).
La pulsión, es un concepto límite entre soma y psique (Freud, 1915), es el proceso dinámico consistente en un empuje que hace tender al organismo a un fin (Laplanche, 1956), que tiene una fuente en la excitación corporal y que tienen un fin que es suprimir la tensión. Gracias al objeto, la pulsión puede alcanzar su fin (Freud, 1905). Es por ello tan importante en la construcción de la sexualidad entender cuál es el objeto que terminará satisfaciéndolas. Desde el punto de vista económico podríamos hablar de libido, desde el punto dinámico hablaríamos de conflicto psíquico y de lo que se reprime (Freud 1915).
En la formación de la sexualidad intentaremos diferencia el instinto de la pulsión, esta diferenciación hecha por Freud (1915), no siempre se mantiene, ya que muchas veces utiliza los términos sin contraposición clara (Laplanche, 1956).
El instinto sería lo heredado, propio de la especie, es entendido como mecanismos innatos de desencadenamiento de estímulos o señales específicos (Laplanche 1956), como en el niño el instinto de succión que hace al niño tomar leche del pecho materno.
Cuando él bebé mama y toma leche recibe un alivio, una descarga de la tensión que es vivida como placer, ese placer produce en muy poco tiempo la necesidad de ser repetido, ya no por un objeto como el pecho de la madre, sino algo que puede satisfacerse en el propio cuerpo, es en este momento que la sexualidad se vuelve auto erótica (Freud 1915). Podría decirse que en este rudimentario momento él bebe encuentra su primer placer lejos de la madre en sí mismo, más allá de que sea niño o niña, cualquier parte el cuerpo puede volverse auto erógena, cualquier zona es igualmente eficaz (Freud 1916-17).
Es entonces desde este momento que se encuentra interrelacionado lo innato y lo aprendido, en cuanto al instinto de succión y la satisfacción de la pulsión, Freud (1905) habla de la contingencia del objeto, el objeto no está soldado al instinto, no se nace con una predisposición a cierto objeto sexual, la bisexualidad estaría entonces desde el inicio como parte de nuestra estructura, ya que puede haber desde autoerotismo hasta la satisfacción ambiental para influir en el resultado de nuestra elección de objeto de deseo.
Es importante para comprender la sexualidad hacer una distinción entre la identidad sexual y la elección de objeto, en el complejo de Edipo el niño o niña debe resolver sus relaciones con sus padres, resultando en una identificación del niño con su progenitor y la postergación de la elección de un objeto similar al padre del sexo contrario (Gavilano, 2010). Pero esto puede hacerse indistintamente, aunque en la mayoría de los casos la elección es homosexual o heterosexual.
Freud (1915) afirma que existen diferentes fases psicosexuales de la evolución de la libido:
Oral: primera fase de organización de la libido, donde el placer está ligado a la excitación de la cavidad bucal y que acompaña a la alimentación. La actividad de nutrición proporciona las significaciones electivas mediante las cuales se expresa y se organiza la relación de objeto.
Anal: organización de la libido en bajo la primacía de la zona erógena anal, las significaciones están ligadas al control de esfínteres
Latencia: declinación de la sexualidad infantil, pareciera una detención en la evolución de la sexualidad
Genital: organización de las pulsiones parciales bajo la primacía de las zonas genitales.
La resolución del complejo de Edipo sirve para ubicarse en la cultura, para ubicarse en un género y una generación. El complejo de Edipo no se encuentra en ninguna obra de Freud en especial sino a través de toda su obra. Laplanche (1956) refiere que el complejo d Edipo es el conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles que el niño experimenta respecto de sus padres. Esto se vive en la infancia entre los tres y cinco años durante la fase fálica.
Para poder resolver el complejo de Edipo y formar la identidad podemos hablar del complejo de castración. El complejo de castración intenta explicar cómo se resuelve el enigma sobre las diferencias anatómicas de los sexos, para la niña la ausencia de pene es sentida como un perjuicio sufrido, que intenta negar, compensar o reparar; para el niño es vivido como la amenaza paterna en respuesta a sus actividades sexuales (Freud, 1915). Para formar una identidad las personas debemos entender que siempre habrá una falta
Pero ¿Dónde se ubica la bisexualidad en todo esto? La bisexualidad no se encontraría en ninguna “parte” de estos procesos, sino en la base de la construcción potencial de la identidad sexual. Freud (Adición de 1915 a los Tres Ensayos) refiere que “la investigación psicoanalítica rechaza terminantemente la tentativa de separar los
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