Condicionamientos clásico y operante: estructuras fundamentales de la terapia de conducta

REFORZAMIENTO

       Este término se refiere a un procedimiento, al resultado de este procedimiento y a los procesos o mecanismos básicos que hacen posible ese resultado.

       En el condicionamiento clásico, el cambio de la conducta se produce por una asociación (contingencia) entre dos estímulos: uno, el estímulo condicionado que es neutro y que debe preceder al segundo o estímulo incondicionado, el cual, sí es capaz de evocar una respuesta determinada o respuesta incondicionada. Cuando esta RI sea evocada por la sola presencia del EC, pasará a ser entonces una respuesta condicionada.

       El procedimiento de aparear los estímulos condicionado e incondicionado hasta que el primero sea capaz por sí sólo de producir la respuesta, es llamado reforzamiento, y el EI sería el reforzador.

       En el condicionamiento operante o instrumental, la modificación de la conducta se produce por una contingencia entre una conducta operante y un estímulo o refuerzo.

       Para Skinner, toda conducta que emita un organismo con efecto sobre su medio ambiente, es un “operante”. El reforzamiento condicionado operante ha sido definido por Sidman como: “Cualquier evento que contingente con la conducta de un O, altere la futura posibilidad de repetición de esa conducta. Los reforzadores son estímulos, los cuales puede ser agradables o placenteros, o por el contrario desagradables o aversivos.

       En el condicionamiento operante o instrumental, pueden distinguirse dos tipos de reforzamiento:

1. Reforzamiento positivo. Cuando cualquier refuerzo presenta contingentemente una respuesta, incrementa las posibilidades de reaparición de esa respuesta.
2. Reforzamiento negativo. Cuando la R se incremente por el cese o remoción de un refuerzo, contingentemente la emisión de una respuesta.

       Tanto el reforzamiento positivo como en el negativo, el resultado es incrementar la posibilidad de reaparición de esa respuesta, aunque por procesos diferentes.

       En el castigo, lo que se hace es remover un refuerzo positivo o presentar uno aversivo siguiendo a una conducta.

       Errores frecuentes son el uso del refuerzo y reforzamiento como sinónimos, cuando estos son diferentes, refuerzo es el estímulo y reforzamiento el procedimiento; así como también el uso de “positivo y negativo” para referirse a los refuerzos lo cual crea confusión.

CONTINGENCIA

       Desde un punto de vista semántico, “contingencia” es algo que puede suceder. En el esquema conductual, la contingencia se refiere a la relación temporal entre las conductas y sus reforzadores, de manera que para que un estímulo refuerce positivamente una conducta, deberá aparecer contingentemente en forma inmediata al emitirse ésta; por el contrario, para que un estímulo refuerce negativamente una conducta, deberá cesar contingentemente con la aparición de la misma.

      El manejo de contingencias es un recurso de alta efectividad en clínica, que puede ser aún más intensificado si el terapeuta entrena a otras personas significativas para el paciente, como sus padres, maestros, cónyuge, etc., e incluso al mismo sujeto, para que pueda ejercitar el autocontrol. Más que un simple suministro de refuerzos, el manejo de contingencias requiere del desarrollo de múltiples habilidades.

CLASIFICACIÓN DE LOS REFUERZOS

Tipos:

       Refuerzos materiales: Son frecuentemente utilizados en la vida diaria, sobre todo para “premiar” a los niños cuando se conducen adecuadamente.

       Refuerzos sociales: Son los que ejercen mayor influencia en el desarrollo conductual del ser humano. Dos características determinan esta situación: que son sumamente poderosos. De allí que su manipulación permita obtener importantes cambios conductuales. Los refuerzos más poderosos para niños y adultos provienen de la conducta de otra, u otras, personas y estamos sometidos a ellos cientos de veces al día.

Albert Bandura, ha afirmado que la atención, la actitud, la expresión facial y todo el complejo de conductas emitidas por el terapeuta durante sus contactos con el paciente, han sido las responsables de las mejorías obtenidas en las psicoterapias tradicionales.

       Refuerzos de actividad: Es D. Premack quien propone un esquema diferente de reforzamiento, conocido como la “Teoría de la relatividad de la respuesta”. En esta teoría, él sugiere que en cualquier momento de la vida de un animal, siempre hay para éste una jerarquía de preferencia de respuestas.
En el año de 1965, Premack anuncia lo que se conoce como Principio Premack: “Una determinada actividad puede ser reforzada por el privilegio de ejecutar otra de mayor preferencia”. La esencia de este principio ha sido utilizada con gran efectividad en los programas de autocontrol.

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