Conducta Violenta En Niños Escolares

La violencia es un comportamiento deliberado que resulta, o puede resultar en daños físicos o psicológicos a otros seres humanos, otros animales o cosas y se le asocia, aunque no necesariamente, con la agresión, ya que también puede ser psicológica o emocional, a través de amenazas u ofensas.

La violencia se entiende como un fenómeno que en la actualidad afecta a gran parte de la población mundial, y que se caracteriza por el daño y la agresión, en este sentido, la Organización Mundial de la salud (1998), define la violencia como:

“el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o afectivo, contra uno mismo, otra persona un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas posibilidades de causar lesiones, muerte o daño psicológico, trastornos del desarrollo o privaciones”. (Pág. 5).

Este tipo de interacción violenta ha acompañado al hombre desde su aparición en la tierra, la utilización de la fuerza física en términos de

dominación, sometimiento o en formas de torturas e infligir sufrimiento a través de golpes y castigo, ha sido durante el devenir de la raza humana una constante, en relación a esto Fernández, I. (1993), asegura que “a través de la historia, el comportamiento violento ha sido un componente habitual en la vida del hombre; quien ha tenido que recurrir a la fuerza externa bien sea para el logro de sus metas así como para imponer sus reglas”. (Pág. 35).

La violencia es consustancial o natural a la especie. Es parte de la constitución humana, el ser agresivos y proponer o expresarlo en nuestras relaciones sociales. El comportamiento violento; tiene su génesis en diversos aspectos, principalmente lo relacionado con el maltrato infantil y la convivencia en hogares disfuncionales; no obstante existen otras causales, tales como: el alcoholismo, y la adicción a las drogas debido a que en un gran número de casos de violencia, el agresor se encuentra bajo los efectos de dichas sustancias

La violencia trae dos tipos de consecuencias: Físicas y Psicológicas.

Consecuencias físicas:

Homicidio, lesiones graves, embarazos no deseados, abortos, estrés, vulnerabilidad a las enfermedades.

Consecuencias Psicológicas:

Suicidio, problemas de salud mental, ausencia de autoestima, Ser víctima de violación o abuso sexual conlleva los siguientes sentimientos: temor, culpa. Desvalorización, odio, vergüenza, depresión, asco, desconfianza, aislamiento, marginalidad, ansiedad, ser diferente (se siente diferente a los demás).

Galtung (1998), conceptualizó el terminó violencia definiéndolo “en función a la diferencia entre la realización de la satisfacción de las necesidades afectivas, y/o mentales de una persona por causa de otra”. (Pág. 135), se identifica a la violencia como impedimento impuesto por seres humanos al logro de las necesidades de otros. Esa imposibilidad de realización se entiende como un acto u omisión evitable dentro de la sociedad, por lo tanto, deliberada; que genera carencia de elementos para la realización de otros, desarrollándose así una cadena interminable de violencia.

No existe un nivel o causa única determinante de la conducta humana, la misma solo puede explicarse dentro de un contexto y sus experiencias contextuales que afectan al desarrollo.

Es decir lo que cuenta para la conducta y el desarrollo es el ambiente tal como se percibe y no como debe estudiarse como un sistemas aislado puesto que están influenciado en ellos otros elementos responsable de conducta violenta es la ignorancia y la falta de conciencia respecto a creer

que la mejor forma de cambiar la situación en la que se encuentra es a través de actos que incluyen violencia física: golpes, pleitos, peleas, entre otros, en vez de recurrir a manifestaciones pacificas tales como la conversación, el dialogo, la búsqueda de acuerdos; a lo que se suma el hecho de no poder controlar los impulsos.

Una dificultad presente al trabajar este tema, esta referida a su complejidad como hecho social, debido a que sus causas son múltiples y se identifica con una gran cadena de factores que van desde el desarrollo psicofísico del individuo hasta la estructura económica, social.

VIOLENCIA EN LA ESCUELA.

Prince (2002), define la violencia estudiantil como “el comportamiento agresivo, antisocial, delictivo asumido por los alumnos en el interior o alrededor de las escuelas”. (Pág. 39), siendo estos causantes de daño o perjuicio a las personas y/o sus bienes o los de otros, públicos o privados, sean contrarios a la convivencia social.

Al respecto Fernández (1999), indica a la violencia estudiantil como “un comportamiento de agresividad gratuita, injustificada y cruel, que denigra y daña tanto al agresor como a la victima”. (Pág. 43), este autor considera que la misma hace uso deshonesto, prepotente y oportunista de poder sobre el contrario, sin estar legitimado por ello.

Cada día se incrementa la violencia dentro de las aulas debido al poco interés de los padres hacia las actividades que realizan sus hijos, ya que les permiten el uso exagerado de la televisión donde situaciones de agresividad y violencia están constantemente en la programación.

La violencia escolar se ha transformado como noción en una construcción social. Es un concepto construido a partir de la realidad cotidiana violenta. Esta construcción social muestra en su formación un nivel de responsabilidad en la sociedad, que es quien construye esta noción y así define erróneamente, como violencia escolar lo que ocurre dentro de las aulas, cuando lo que esta advirtiendo claramente es que la violencia que aparece allí es producto de la irrupción de la violencia social de las escuelas.

La violencia en la escuela cuestiona a la sociedad toda. Profundizando el análisis se observa que la sociedad produce un saber, una nominación para ciertos fenómenos difíciles de abarcar y contener, en un contexto político, económico e histórico determinado.

Berger y Luckman (1981), postulan que la realidad misma es una construcción social “no habría pensamiento que este inmune a la influencia ideológizante de su contexto social. Por esa razón la realidad se construye socialmente (…) ninguna situación histórica podría entenderse fuera de los propios términos”. (Pág. 92).

Los orígenes del incremento de la violencia escolar manifestado en los últimos años pueden centrarse en la estructura económica de las sociedades contemporáneas. El reparto desigual de las riquezas, la ampliación constante de la brecha entre los sectores más ricos

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