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Conductas Criminales


Enviado por   •  30 de Noviembre de 2014  •  1.702 Palabras (7 Páginas)  •  187 Visitas

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Introducción.

La vida que se lleva a cabo dentro de los centros penitenciarios viene con una característica con un conjunto de normas no escritas, que son ajenas a las oficiales, con las cuales se regula la interacción entre los presos esta norma mencionada es de manera más rígida e inflexible que las normas puestas por el centro penitenciario.

Siguiendo la idea de uno de los autores (Zamanda Correa, 2006), la supervivencia en el ámbito carcelario exige un cumplimiento estricto sobre las normas mencionadas donde cualquier tipo de violación al código conllevaría un gran desprestigio e incluso se pone en peligro la vida de quien viole las normas. La explicación que puede llegar a tener este tipo de normas, es que en cada tipo de grupo, que se encuentre cerrado, o en este caso excluido, genera sus propias reglas de comportamiento, las cuales se vuelven más importantes entre más vulnerables se encuentren los sujetos que pertenezcan a este tipo de grupos. Al final, como ocurriría en casi cualquier tipo de grupo cerrado, que maneje una fuerte jerarquización y este despersonalizado, acaba siendo modo de clasificación y dominio del grupo por parte de los normativos ante los desprotegidos o mejor dicho, de los veteranos ante los novatos.

El proceso de pricionalización termina por hacer aparición en los internos por el tiempo que este lleve preso, debido al proceso de inadaptación que conlleva, lo cual genera la aparición de determinadas consecuencias en el comportamiento que terminan afectando el bienestar de los penitenciarios, ya sea de manera positiva o negativa.

Pueden definirse los beneficios penitenciarios como mecanismos jurídicos que permiten acortar la condena. Los beneficios penitenciarios, por lo tanto, constituyen un régimen importante para el buen funcionamiento de los centros penitenciarios, a la medida que es fundamental el poder lograr una convivencia ordenada donde se desenvuelvan de manera correcta los diferentes miembros de las penitenciarias.

Personas internas: la vida dentro de la prisión.

Una gran parte de las personas que ingresan a prisión, lo hacen debido a su comportamiento que es socialmente inadaptado, en donde a algunos los ha llevado a un proceso patológico que los ha llevado a un conflicto con la ley. ya estando en prisión, los reclusos se encontraran en un ambiente que se caracteriza por el aislamiento, una vigilancia permanente, la falta de intimidad, la rutina, frustraciones cosantes y con una nueva serie de valores de los cuales se tienen que adaptar. Esta serie de factores mantienen sometido al prisionero a una sobrecarga emocional que le facilita la aparición de una conducta anormal.

La personalidad, según Millon (citado por Antonio Rodríguez. 2002) se compone de diversas categorías o pautas en la forma de afrontar al medio ambiente y social, son formas complejas y estables en la que se manejan en el entorno y conllevan diversas conductas con las cuales los individuos logran obtener recompensas o en el peor de los casos, evitar castigos.

La prisión no cumple sus objetivos y, lo que es peor, al parecer no los podrá cumplir dentro de un muy largo tiempo. La razón de este fracaso, como nos dice Thompson (citado por Pablo Castaño, 2013), es que tiene objetivos contradictorios entre sí. Por un lado la legislación internacional al igual que las leyes nacionales que exigen a los centros penitenciarios que consiga tres cosas a la vez: 1) castigar a los delincuentes por el mas acusado, 2) intimidar tanto a los reclusos como al resto de la población para disuadirlos de que cometan delitos y por ultimo 3) resocializar a los condenados para que no vuelvan a delinquir.

Dentro de la teoría suena muy bien este esquema, pero dentro de la práctica las prisiones que se tienen por fuera hacen que la administración penitenciaria haga que unos objetivos cobren más importancia que otros. Siguiendo con la idea que nos da Pablo Castaño, el nos explica que la opinión pública asume como algo normal la reincidencia de los que han cumplido su condena, mientras que también protestan con gran fuerza ante los acontecimientos como la fuga de los prisioneros. La disciplina, que desde un principio se suponía que era un medio para la conservación de los objetivos ya mencionados, se va convirtiendo en un fin aparte. De esta manera, los directivos de las penitenciarías toman sus funciones para sacrificarlas con el fin de llegar al objetivo de la resocialización, centrándose en el mantenimiento del orden sin importar de qué manera lleguen a cumplirlo. Por lo tanto, las penitenciarías pasan a ser punitivas.

Este autor (Pablo C. 2013) nos explica de forma clara que el objetivo de resocialización nunca podrá ser alcanzado, debido a que las legislaciones penitenciarias premian el buen comportamiento de los reos, pero las normas que se manejan hacen olvidar que el mundo dentro de estos centros es completamente diferente al mundo que se vive fuera de las prisiones, se podría manejar que son papeles antagónicos por lo que la adaptación a la prisión implicaría desadaptarse a la vida fuera de prisión.

Siguiendo con la idea de Pablo C., nos mantiene esta contradicción entre los objetivos de la prisión es la causa del fracaso de las instituciones en todo tiempo y lugar. El aumento de la inversión en el sistema penitenciario puede mejorar de forma considerable las condiciones de vida de los penitenciarios, pero no podrá resolver el problema básico.

Los

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