Corriente Constructivista

Hablando del constructivismo en primer lugar concierne a la convergencia progresiva, detectable desde hace algo más de una década, entorno a una serie de ideas-fuerza o principios explicativos básicos sobre el aprendizaje en general, y el aprendizaje escolar de particular, entre investigaciones, autores y enfoques teóricos que se sitúan en principio en tradiciones psicológicas distintas. La actividad mental constructiva del alumno en la realización de los aprendizajes escolares; el principio que lleva a concebir el aprendizaje escolar como un proceso de construcción del conocimiento. De ahí el término “constructivismo”

El constructivismo sigue siendo más una convergencia de principios explicativos, ampliaciones y correcciones que una teoría en sentido estricto de los procesos de enseñanza aprendizaje.

Tras esta presentación general de los argumentos relativos a cómo y hasta qué punto la convergencia en torno a los principios explicativos constructivista puede contribuir a hacer más satisfactorias y fluidas las relaciones entre el conocimiento psicológico y la teoría y la practica educativas, conviene ya que se profundicen algunos aspectos de dichos argumentos que pueden resultar particularmente polémicos.

Desde una perspectiva constructivista, el alumno es el responsable último de su propio proceso de aprendizaje. Es él quien construye el conocimiento y nadie sustituirle en esta tarea. Pero este protagonismo no debe interpretarse tanto en términos de un acto de descubrimiento o de invención como en términos de que es el alumno quien construye significados y atribuye sentidos a lo que aprende y nadie, ni siquiera el profesor, puede sustituirle en este cometido.

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