Crianza Positiva Para La Escuela De La Vida
Enviado por ulup • 23 de Abril de 2014 • 3.194 Palabras (13 Páginas) • 285 Visitas
“Manejo de Limites"
El manejo de límites con los niños es de particular importancia ya que es mediante estos que se aprenden las conductas apropiadas para comportarse dentro y fuera del hogar. Es a través de ellos que los niños refuerzan las conductas deseadas y se eliminan aquellas que podrían traer consecuencias negativas a corto o largo plazo para de esta forma contribuir positivamente a la crianza de nuestros hijos.
DESARROLLO DE LA ATENCIÓN EN LOS NIÑOS
Aprender es aquel proceso mediante el cual adquirimos determinada información y luego la utilizamos cuado la necesitamos. Este aprendizaje puede ir desde un concepto hasta la utilización de un instrumento. Sin embargo, para poder adquirir dicha información, necesitamos prestar ATENCION a través de nuestros sentidos para poder luego procesarla y almacenarla en nuestra memoria.
¿Cuándo un niño empieza a prestar atención?
Desde los primeros momentos de vida, un niño debe empezar a prestar atención a todo lo que le rodea: oyendo, viendo, tocando y sin distraerse. Es decir, su vida será un constante ejercicio de atención que deberá ser mediada por los adultos que lo rodean para que esta capacidad se potencie con la práctica.
Pero pasa que a veces, nosotros con el afán de querer “estimular” a nuestros hijos en esta tarea lo llenamos de estímulos que, lejos de estimularlo lo que generamos es distracción, aburrimiento y rechazo por parte de ellos y enojo y frustración por parte de nosotros “porque él no quiere prestar nuestras indicaciones”, entonces perdemos la paciencia y terminamos gritándole, poniendo mala cara y haciendo de ese momento algo desagradable para ambos.
Para ayudar a un niño en sus tareas o para aprender cierta destreza, hay que tener PACIENCIA, es decir no sentirnos mal cuando no logra las cosas tan rápido como nosotros queremos que lo haga y sobretodo CONOCER su ritmo de aprendizaje, considerando sus edad de desarrollo y características individuales.
Ahora, para hablar de tiempos y en consecuencia de horarios, hábitos y rutinas, tenemos que partir de lo que se considera "tiempo del niño". ¿Qué quiere decir esto? Pues que debemos CONOCER el tiempo que necesita cada niño para su auto-estructuración emocional, cognitiva (aprendizaje-pensamiento) y social para pasar de un aprendizaje a otro nuevo. El respeto a ese ritmo, es la premisa fundamental para iniciar cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje.
Tiempo de atención promedio de los niños según la edad:
0 a 1 año 2 a 3 minutos
1 a 2 años 7 a 8 minutos
2 a 3 años Hasta 10 minutos
3 a 4 años Hasta 15 minutos
4 a 5 años Hasta 20 minutos
5 a 6 años Hasta 25 minutos
Las necesidades biológicas del niño son las que marcaran en un principio, los ritmos y frecuencias necesarios para su orientación en el tiempo: el alimento, los cambios, los sueños, son las primeras pautas y las primeras referencias en el niño. De estas primeras pautas de tipo orgánico, se irá pasando progresivamente a otras de tipo social, (marcadas por nosotros), que tendrán que tener un ritmo estable, para que a partir de esta estabilidad empiece a diferenciar los distintos momentos del día, lo que le permitirá recordar, prever y anticipar los que vendrá después, así poco a poco irá interiorizando una “rutina” que le formará el hábito.
No nos esforcemos por sobre estimularlos, pues cualquier exceso por encima de lo permitido, no nos dará resultados positivos, al contrario, podría causar un efecto nocivo y perjudicial en el niño, por sobrecarga de excitación que excede la capacidad funcional de sus neuronas. Esto no quiere decir que a un niño entre 3 y 4 años solo se le puede estimular 15 minutos al día, quiere decir que por cada actividad de estimulación puede durar máximo este tiempo, dando un tiempo para el relax entre una y otra.
Por otro lado, también debemos tener en cuenta que esta estabilidad en el ritmo, no debe confundirse con rigidez, es decir, con una excesiva división del tiempo como si nuestros hijos fueran unos robots, ni tampoco crearles una extensa rutina durante todo el día para la estimulación, también hay que darles tiempo y espacio para el descubrimiento y exploración natural.
Aquí lo importante es la calidad, no la cantidad de estimulación, es decir no debemos olvidarnos de prestar atención a lo afectivo, a lo motor, la formación de hábitos, la motivación y organización de conducta, etc. Es en las rutinas donde también estamos enseñándole límites y autocontrol.
ALGUNOS CONSEJOS PARA MEJORAR LA ATENCIÓN EN LOS NIÑOS
Si nota que su hijo tiene alguna dificultad, o así se lo dijeron en el nido o colegio, es importante que acuda a un especialista para descartar cualquier problema o deficiencia visual o auditiva o de otro tipo que puede estar influenciando en su atención. También determinará si su presta mayor atención al estimulo visual, auditivo o táctil y explote esta potencialidad.
Estimúlelo a terminar lo que ha comenzado, inclusive pueden premiar las conductas en las que demuestre constancia y concentración. No se recomienda castigar al niño ni retarlo por distraerse.
Como ya saben, es importante darle al niño un ambiente de cariño y estabilidad, por lo cual deben tener horarios y cierta regularidad en las actividades como comer, dormir, ver televisión, realizar tareas, etc.
Adapte la exigencia de la tarea a su capacidad de atención y control, estructurando la tarea en tiempos cortos (tampoco podemos dejarles todo el día para que realicen una actividad sencilla).
Refuércelo cuando está trabajando, pero el esfuerzo más que el logro. Los niños con una atención dispersa necesitan ser reforzados con mayor frecuencia y en la situaciones que prestan atención, para ir consiguiendo que estos pequeños tiempos vayan aumentando.
Comparta la lectura. Llévelo a las bibliotecas y librerías para inculcarle el amor por los libros.
Permítale que ayude con tareas sencillas.
Sea claro y consecuente a la hora de disciplinarlo. Sea modelo de la conducta que espera de él y recuerde que disciplina no es castigo es enseñarle a tener cuidado, respeto y responsabilidad.
Hay tantas cosas que podemos hacer con nuestros hijos. Nosotros como padres estamos en el mejor lugar para ayudarlos a adquirir conocimientos sin dejar de lado su mundo emocional para que puedan enfrentarse a la vida con éxito.
EL ABC DE LAS EMOCIONES
Pensemos por un momento la importancia que las emociones tienen en nuestra vida cotidiana y nos daremos cuenta que muchas veces
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