Cronica: Naci Para Salvar Vidas

Nací Para Salvar Vidas

Hoy es un día común y corriente en la vida de Jhon Fernando Bueno, son ya las seis de la tarde y su trabajo apenas comienza, sale de su casa pero no sin antes despedirse de su esposa y darle un abrazo y un beso a su hijo de 2 años de edad.

Va rumbo a la empresa donde trabaja –S.A.M.U- son las 7 de la noche, es momento de empezar su trabajo –el turno de la noche- con su planilla en mano, apunta la hora, la fecha y el lugar al que se dirige: Jueves 23 de Marzo de 2012, 7:05pm.

Se dirige hacia la clínica Tequendama, al llegar aquí es estacionada la ambulancia en la zona de parqueo exclusiva de ambulancias, entonces más rápido que un parpadeo en compañía del conductor bajan la camilla, ingresan a la clínica, llegan hasta la sala de urgencias, allí es donde se encuentra la enfermera jefe quien es la encargada de darle a conocer los datos relevantes sobre el paciente que se le va a realizar el traslado.

La enfermera jefe empieza por explicarle que es una señora de 81 años de edad con Alzhéimer, le informa que hacía unas horas estaba internada en esta clínica por una leve tos que a su edad es preocupante, tos que probablemente podía ser causada por los medicamentos suministrados para el Alzhéimer.

También lo pone sobreaviso al decirle que por la edad de la paciente se porta un poco necia –como una niña pequeña-, pero él por medio del diálogo logra convencer y tranquilizar a la paciente, es entonces cuando da la orden a su compañero para hacer el cambio de camilla; “¿Listo? 3, 2, 1” dice mientras carga en brazos a la paciente y la instala en la camilla de la ambulancia.

La señora es trasladada hasta la ambulancia donde es ubicada junto con su acompañante y la supervisión de él. Durante el camino ella pregunta con frecuencia hacia dónde se dirigen, él como buen profesional que es, le responde cada vez que ella pregunta que no se preocupe que va para un mejor lugar donde tendrá un mejor cuidado y mejores especialistas.

Al llegar a la clínica Sebastián de Belalcazar se ejecuta el mismo procedimiento; se parquea la ambulancia en la zona exclusiva para la misma, ingresan con la paciente hasta el área de urgencias, donde se realiza un procedimiento en el cual la enfermera jefe de la clínica mencionada anteriormente es conocedora del caso para así saber qué procedimiento se debe llevar a cabo con esta paciente, es decir sus cuidados, lo medicamentos que se le están suministrando, la dosis exacta y los horarios, al finalizar este procedimiento se firma el comprobante el cual certifica que ella llegó en buenas condiciones a la clínica a la que fue trasladada.

Se dirige al ascensor y entonces en este momento él empieza a comentar que su pequeño hijo de tan solo 2 años se encuentra enfermo, lleva el día entero con vómito, dice también que él le aplicó un medicamento intravenoso y que para él no fue nada agradable haber inyectado a su hijo, el brillo de sus ojos desapareció por completo cuando dijo esto.

Cada que se le presenta la oportunidad él habla de su hijo y siempre dice: “Lo mejor que me ha podido suceder en la vida es mi hijo, es lo que yo más amo en el mundo”, cada vez que habla de su bebé aparece un brillo en sus ojos, una sonrisa tan grande que es imposible no notarla, dice que esta orgulloso de tener esa bendición de Dios.

Entonces al bajar del ascensor vuelve a la ambulancia haciendo retorno a la clínica Tequendama, para ese entonces son ya las 10 de la noche, la radioperadora desde el otro lado anuncia que deben llegar de inmediato, instantáneamente la sirena se enciende y el chofer acelera a fondo, las luces se apagan y se encienden sin parar, la bocina de la ambulancia suena una y otra vez, esta noche el tráfico es impresionante pero en menos de 15 minutos él ya se encuentra dentro del establecimiento listo para realizar el traslado.

Esta vez hay un caso totalmente distinto a lo que se encuentra comúnmente, es una señora de 40 años de edad que atraviesa tal vez por el peor momento de su vida, hace tan solo 20 días su hijo se suicidó.

Son ya las 10:20 de la noche y él junto con el chofer de la ambulancia siguen esperando a que llegue la acompañante de la paciente porque ella dice que no se irá sin su hermana, mientras tanto él comienza a leer la historia clínica de la paciente, cuenta con antecedentes de intento de suicidio en varias ocasiones, con un cuadro de depresión y llanto continuo.

10:25 pm llega una señora a la sala de urgencias donde se anuncia diciendo: “Yo soy la hermana de Carmen”. En ese momento Carmen sale del baño y, al ver a su hermana se tira en sus brazos a llorar, en ese momento él interviene diciendo: “¿Lista? La vamos a llevar hasta la clínica psiquiátrica Mente Sana”, la paciente tan solo asiente su cabeza indicando que se encuentra de acuerdo.

La Clínica Mente Sana quedaba a escasas 5 cuadras, entonces, al llegar él la ayuda a bajar del vehículo, la paciente y su hermana ingresan. Él la deja instalada en una de las habitaciones de descanso, entonces va y deja su historia clínica a cargo del enfermero jefe, informa pertinentemente todo lo sucedido y firma el comprobante de ingreso de la paciente, él sale del lugar, y lo primero que dice es: “Que Dios bendiga a esa señora, porque está muy mal”.

Son ya las 11:00 de la noche, en este momento hay un pequeño respiro para él y su compañero; él parpadea unas tres o cuatro veces consecutivas, observa la hora en su reloj, bosteza y de nuevo ve la hora.

Le dice a su compañero que lo mejor es ir a comer algo, preferiblemente rápido ya que no se sabe en que momento sale otro traslado o se presenta una emergencia, se dirigen entonces a las canchas Panamericanas, a un pequeño restaurante de comidas rápidas.

A las 11:50 de la noche, él se encuentra en la ambulancia junto con su compañero haciendo un breve descanso, el cual se ve interrumpido por la radioperadora informando de un traslado desde el Hospital San Juan De Dios hasta el Hospital Universitario Del Valle, se enciende el motor y la sirena suena sin parar, “Rápido, rápido que tenemos que llegar ya”.

Al llegar al Hospital San Juan De Dios, en cuestión de segundos bajan la camilla

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