CÓDIGO DE BIOÉTICA DEL PSICOTERAPEUTA TRANSPERSONAL INTEGRATIVO

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CÓDIGO DE BIOÉTICA DEL PSICOTERAPEUTA TRANSPERSONAL INTEGRATIVO

INTRODUCCIÓN

Capítulo 1.- De los valores del Psicoterapeuta Transpersonal

Responsabilidad de asumir los compromisos que se establezcan tanto del cliente como del psicoterapeuta transpersonal adquiridos al inicio y durante el proceso terapéutico.  

Dedicación, es la actitud del cliente y psicoterapeuta de ser firme en alcanzar un objetivo, psicoterapéutico donde la perseverancia, el servicio, la cortesía y la atención va incluida para llegar a una meta definida.      

Honestidad, tanto cliente como psicoterapeuta transpersonal aprenden a conocer sus debilidades y limitaciones fundamentales, para entablar relaciones interpersonales basadas en la confianza, la sinceridad y el respeto mutuo por encima del beneficio personal.

Confidencialidad es el derecho del cliente a que se respete el secreto en la información proporcionada en su proceso psicoterapéutico y por parte del psicoterapeuta transpersonal, ser discreto guardando y protegiendo la información, con el objetivo de salvaguardar la integridad de la persona y la confianza depositada.

Respeto es un valor que permite al ser humano reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades y derechos de los individuos y la sociedad, así como comprender y tolerar las diferencias individuales, sociales y culturales, evitando imponer las propias; además de promover y proteger el principio de la dignidad humana y los derechos universales.

Habilidad profesional es el conjunto de conocimientos y capacidades que permiten el ejercicio y desempeño profesional conforme a las exigencias psicoterapéuticas, asimismo reconocer los linderos de su competencia y las limitaciones de las diferentes técnicas para las cuáles está capacitado o capacitada debido a su adiestramiento y experiencia.

Capítulo 2.- De los principios del Psicoterapeuta Transpersonal

No maleficencia: este principio se entiende como no hacer lo que los demás no desean de hecho, independientemente de todo baremo (ver autonomía).

Congruencia: El principio de congruencia que debe regir en toda sentencia estriba en que ésta debe dictarse en concordancia con la demanda y con la contestación formuladas por las partes, y en que no contenga resoluciones ni afirmaciones que se contradigan entre sí. El primer aspecto constituye la congruencia externa y el segundo, la interna. En la especie, la incongruencia reclamada corresponde a la llamada interna, puesto que se señalan concretamente las partes de la sentencia de segunda instancia que se estiman contradictorias entre sí, afirmándose que mientras en una parte se tuvo por no acreditada la personalidad del demandado y, por consiguiente, se declararon insubsistentes todas las promociones presentadas en el procedimiento por dicha parte, en otro aspecto de la propia sentencia se analiza y concede valor probatorio a pruebas que específicamente fueron ofrecidas y, por ende, presentadas por dicha persona; luego, esto constituye una infracción al principio de congruencia que debe regir en toda sentencia.

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