Cómo Prevenir El Abuso Sexual Infantil
Enviado por Lidiatriffo • 7 de Mayo de 2013 • 3.427 Palabras (14 Páginas) • 510 Visitas
ABUSO SEXUAL INFANTIL
Todas las agresiones y actos sexuales realizados en menores de edad y en quienes no comprenden ni tienen capacidad suficiente para consentir constituyen abusos sexuales. Estas prácticas se realizan mediante halagos, engaños, amenazas o chantajes desde una posición de poder o autoridad sobre el niño.
Si bien el abuso sexual infantil no es un hecho novedoso, en la actualidad se observa un notable incremen¬to debido, quizás, a las crisis económicas en que viven su¬mergidas gran parte de las ciudades importantes y a una mayor libertad de expresión que permite que el delito se¬xual emerja.
El abuso sexual no es sinó¬nimo de violación. Esta se define como la penetración va¬ginal y/o anorrectal que pade¬ce una persona sin su con-sentimiento, y lograda me¬diante el empleo de la fuerza y la intimidación sobre la víc¬tima. Suele ser repentina y ar¬bitraria y puede sucederle tan¬to a menores como a perso¬nas adultas.
En el abuso sexual rara¬mente se utiliza la fuerza física para establecer el contacto con el niño. No ocurre de ma¬nera aislada ni accidental. Es más bien un padecimiento crónico protagonizado con una persona conocida, con quien hay una relación de con¬fianza. Por eso no es extraño que un porcentaje menor del 50 por ciento de las victimas presenten lesiones físicas.
Es fundamental aclarar que el abuso sexual tampoco es sinónimo de penetración ge¬nital. Generalmente, ésta se produce cuando la situación abusiva es muy reiterada y se viene llevando a cabo duran¬te mucho tiempo.
¿LOS ABUSOS PUEDEN DEJAR SECUELAS?
Sí .Y la mejor manera de evitar que un chico que ha sido abusado desarrolle problemas es ofreciéndole lo antes posible la ayuda de un profesional especializado para que pueda superar la indefensión, la impotencia, la rabia y el pudor con todos sus altibajos que suelen reaparecer en la vida adulta.
La persona que ha padecido abusos sexuales, a veces, no puede olvidar y eso puede actuar como inhibidor de la conducta sexual, especialmente cuando dicho abuso ha sido repetido y las sensaciones de bronca y hostilidad se unen a la ¬del asco. Si el agresor ha sido un fa¬miliar cercano, las dificultades para tener una vida se¬xual mínimamente satisfactoria suelen hacerse evi¬dentes.
¿Adultos en miniatura?
En el abuso sexual, el niño no es más que un objeto usado por su agresor. La posición de debilidad y dependencia de los chicos hace que puedan ser victimas propiciatorias de todo tipo de vejaciones y abu¬sos. También es posible que la falta de consideración hacia la niñez, que durante años ha tenido escaso valor afectivo y social y ha vivido experiencias de marginación y opresión, haya contribuido para que es¬to ocurra.
Fue a fines de los siglos XVII y durante el XVIII cuan¬do la situación de los niños co¬menzó a cambiar. Hasta en¬tonces eran tratados como adultos en miniatura, sin ningún reconocimiento de su eta¬pa evolutiva. No existía la ca¬tegoría de niñez y, por lo tan¬to, no existía un trato social y familiar diferenciado. Los in¬tercambios afectivos no eran el centro de las vinculaciones familiares; sólo se trataba de una unión de adultos con fi¬nes esencialmente laborales y económicos. Ante esa situa¬ción, el lugar del niño no era de alta significación ya que su rendimiento económico era mínimo.
Su vida no estaba acompa¬ñada en su crecimiento de cuidados médicos especiales; muchos de ellos morían bas¬tante antes de la adolescen¬cia. La niñez estaba sometida a las leyes de los adultos y sus prácticas debían incorporar¬se a ellas.
Un gran cambio
La categoría de niñez y de niño termina de construirse y encuentra su desarrollo en el transcurso del siglo XX. Co¬mienzan las disciplinas dedi-cadas al estudio del niño, se consagran universalmente sus derechos y se penalizan todas aquellas formas de vincula¬ción que no respeten el suje¬to jurídico que es el niño.
Haberlo sacado del univer¬so de los adultos, dejar de con¬siderarlo como un "adulto en miniatura", como un "bufón divertido" a veces, como un enano otras, ha hecho que ciertos intercambios cotidia¬nos como los golpes, las palizas, ciertas tareas laborales, las conductas sexuales que los indultan, etc., hayan comenzado a definirse como inconvenien¬tes, dañinas, lesivas, conflicti¬vas, peligrosas para él.
Acercamientos sexuales inadecuados
¿Qué abarca el abuso sexual? Básicamente, una amplia ga¬ma de acercamientos sexuales inadecuados: manoseos, ex¬hibicionismo, voyerismo (hacer mirar), estimulación de genitales, sexo oral, mastur¬bación del adulto y/o del niño, penetración genital con el dedo y/o con la utilización de objetos.
Al comienzo, generalmen¬te el proceso es gradual y, po¬co a poco, se va haciendo más complejo y se va agravando a medida que el infante alarga el tiempo de su desprotec¬ción.
Como consecuencia de su inmadurez psicobiológica, la víctima no está en condiciones de dar su consentimiento.
La dependencia que los chicos establecen con los adultos significativos en sus vidas facilita los hechos de violencia y abuso.
Los agresores de los niños
No existe una tipología del agresor sexual tal que uno pueda detectarlo. Muchos de ellos son personas integradas socialmente, de buena pre¬sencia, cuya única desviación de la norma es el impulso irrefrenable de tener contac¬tos sexuales con niños o sobre el niño tales como educadores, religiosos, médicos, cuidadores de los chicos en el tiempo libre, etcétera.
Algunos agresores eli¬gen -consciente o inconscien¬temente- profesiones que les permiten estar en contacto con los niños y tener gran influencia sobre ellos. Estudios realizados al respecto indican que la gran mayoría de los agresores conoce a su vícti¬ma. Sólo el 15 por ciento de los abusos son realizados por desconocidos, en tanto otra gran parte son cometidos en el propio hogar por familiares próximos.
¿QUÉ HACER ANTE LA REVELACIÓN?
Siempre debemos hacerle caso a un chico cuando nos habla de una situación de abuso sexual. Los niños tienen mucha fantasía pero es muy probable que, si describe con detalles una relación sexual, ésta sea verdadera.
Es bueno alabarlo por decir la verdad de lo que paso y apoyarlo. Generalmente, estos chicos sienten mucha angustia por creer que han sido culpables o que son cómplices del incidente. Es muy importante mostrar serenidad. Si los adultos se horrorizan ante su relato, no deben demostrarlo. Tampoco se trata de ir difundiendo el hecho si no de tratarlo con mucha delicadeza. Es algo que forma parte de la intimidad
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