Cómo aprenden los niños - Stella Vosniadou

¿Cómo aprenden los niños?

-Stella Vosniadou

Reporte de lectura

Cuando hablamos del ámbito escolar, son muchas las vertientes las que surgen acerca del aprendizaje, ya que para que este se lleve a cabo de manera adecuada, es necesario que los estudiantes realmente presten la atención debida; que observen, recuerden, comprendan, establezcan metas y asuman la responsabilidad de su propio aprendizaje.

Estas actividades cognitivas son imposibles sin una participación positiva de los estudiantes.  

En el aula debemos evitar situaciones donde los estudiantes tengan dudas a largo plazo y es imperativo proporcionarles manuales, actividades en donde pongan en práctica la observación, participen en proyectos, donde fomenten la participación en las discusiones en el aula y otras actividades de cooperación.  

Podemos definir la participación social como aquella actividad fundamental a través de la cual tendrá lugar el aprendizaje.

Cuando los padres interactúan con sus hijos, es a través de estas interacciones que los niños adquieren comportamientos que los ayudan a convertirse en miembros activos de la sociedad.

Según el psicólogo Lev Vygotsky, los niños aprenden creando sus propias actividades y hábitos. Lo ideal es crear una atmósfera colaborativa y productiva, ya que es una parte esencial del aprendizaje en la escuela.

Las investigaciones han demostrado que la cooperación social puede mejorar el rendimiento de los estudiantes. Por otra parte, las actividades sociales en sí mismas son divertidas y ayudan a mantener a los estudiantes comprometidos con sus estudios y sus metas.  

Suele suceder que hay actividades escolares que no tienen sentido para el estudiante, ya que no logran comprender por qué lo tienen que hacer o cuál es su propósito y utilidad. A veces, las actividades escolares no tienen sentido porque culturalmente, no encajan.

El docente puede lograr que las actividades del aula sean más significativas a través de plantear un contexto real para el estudiante. Por lo general, en la vida diaria, los estudiantes pueden mejorar sus habilidades de lenguaje oral y comunicación participando en discusiones; sus habilidades de escritura se pueden mejorar cuando participan, por ejemplo, en la edición de un periódico escolar; pueden aprender ciencia participando en un proyecto y observando los resultados, más allá de lo teórico.

La noción de que la capacidad de aprender algo nuevo proviene de lo que la gente ya sabe no es nueva; podremos tener conocimientos previos, pero, aun así, no es suficiente para garantizar resultados adecuados. Las personas necesitan activar sus conocimientos previos para poder utilizarlos para aprender y comprender. A menudo, los estudiantes no ven una conexión entre el nuevo material que están leyendo y lo que ya saben.  El aprendizaje mejora cuando los profesores prestan más atención a los conocimientos previos de los estudiantes y los utilizan al comienzo de la enseñanza.

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