ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Cómo se manifiesta el tacto pedagógico?


Enviado por   •  22 de Agosto de 2014  •  Práctica o problema  •  1.304 Palabras (6 Páginas)  •  215 Visitas

Página 1 de 6

Max Van Manen

¿Cómo se manifiesta el tacto pedagógico?

¿Cómo es el tacto pedagógico? ¿Cómo y cuándo funciona? Son preguntas difíciles de responder. No siempre es fácil diferenciar las verdaderas acciones de tacto del comportamiento fingido o artificial que no parece motivado por un interés auténtico en el bienestar de los niños. Ellos sí que normalmente pueden apreciar con bastante exactitud la diferencia entre los profesores que son «verdaderos» y los «falsos» que no están realmente interesados en ellos.

El tacto pedagógico se manifiesta principalmente como una orientación consciente en cuanto a la forma de ser y actuar con los niños. No se trata tanto de la manifestación de algunos comportamientos observables como de una posición activa en las relaciones. Aun así, existen varias maneras de describir cómo se manifiesta el tacto en nuestra forma pedagógica de ser y de actuar. En los apartados siguientes se sugiere que el tacto se puede poner en evidencia evitando la intervención, mostrándose abiertos a la experiencia del niño, adaptándose a la subjetividad, como una influencia sutil, como una seguridad situacional y como un don de la improvisación.

 El tacto se manifiesta retrasando o evitando la intervención

A veces la mejor forma de actuar es no actuar.

Hacía un par de meses que Cornelia estaba faltando a mi clase. Algunas veces es difícil para el profesor mantenerse abierto y simpático con un estudiante del que sospecha que está haciendo novillos. Un día, casualmente, me encontré a Cornelia con su amiga Melanie en el vestíbulo durante la hora del patio y le pregunte por qué no había ido a clase esa mañana. Me miró de forma inocente y me contestó: «Melanie no se sentía muy bien y he decidido que debía quedarme con ella».

Como profesora me enfadé muchísimo y estuve a punto de responder con un comentario insidioso y de amonestarla con una falta de disciplina. Pero, en lugar de eso, me volví hacia Melanie y le pregunté: «¿Estás bien?». «Sí», me contestó, pero era evidente que le ocurría algo esa mañana. La rodeé con mi brazo y le pregunté si necesitaba ayuda. Melanie volvió a decir que ya estaba bien, pero pude notar que estaba a punto de llorar. Evité hacerle cualquier comentario a Cornelia, y en ese momento sonó el timbre para comenzar la clase siguiente.

Más tarde, cuando ya casi había olvidado el incidente, los alumnos de cuarto curso entraron en clase. Melanie estaba en ese grupo. Cuando pasó a mi lado, mi primera intención fue preguntarle cómo estaba. Pero hubo algo que me hizo contenerme. Observé discretamente cómo se comportaba. Durante la clase que siguió, Melanie se comportó como si no hubiera ocurrido nada, por lo que tuve la corazonada de que debía dejarlo correr y no preguntar más sobre el tema. Es significativo que desde entonces Melanie se ha comportado en mi clase de forma completamente diferente. Antes del incidente solía comportarse de forma áspera, poco participativa y, generalmente, poco comunicativa. Pero desde que demostré mi preocupación por ella, parece como si hubiera surgido entre nosotras una comprensión tácita. Esta nueva actitud ha tenido un efecto positivo en su aprendizaje. Por lo tanto, el tacto incluye una sensibilidad de saber cuándo dejar pasar algo, cuándo evitar hablar, cuándo no intervenir o cuándo hacer como que no nos damos cuenta de algo.

Una forma especial de contenerse es la paciencia, la facultad de esperar una ecuanimidad. De hecho, la paciencia ha sido descrita como una virtud fundamental que todo profesor y todo padre deben poseer.1 La paciencia permite al educador integrar al niño en el curso de las cosas necesario para crecer y aprender. Cuando las expectativas y las metas han alcanzado niveles adecuados, la paciencia nos permite no preocuparnos cuando aquéllas no son alcanzadas todavía porque es necesario más tiempo o porque es necesario seguir intentándolo.

En nuestra cultura occidental, los padres y los profesores

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (8 Kb)
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com