DESARROLLO PSICOSOCIAL EN LOS PRIMEROS TRES AÑOS
Enviado por Dianroez • 20 de Noviembre de 2014 • 2.284 Palabras (10 Páginas) • 316 Visitas
DESARROLLO PSICOSOCIAL EN LOS PRIMEROS TRES AÑOS
Aunque los bebés comparten patrones comunes de desarrollo, desde el inicio cada uno muestra una personalidad distinta. En este desarrollo psicosocial las emociones son componentes básicos de la personalidad.
Emociones. Son reacciones subjetivas ante diversas experiencias que se asocian con cambios fisiológicos y conductuales, la cultura influye en lo que siente las personas acerca de una situación y en la forma en que expresar sus emociones.
Primeros signos de la emoción: Cuando un recién nacido esta triste: suelta un llanto desgarrador, agita brazos y piernas, y endurece el cuerpo. Es más difícil saber cuándo está contenta. Durante el primer mes los recién nacidos suelen tranquilizarse ante el sonido de una voz humana o cuando son tomados en brazos. A medida que pase el tiempo nos debe responder más a las personas, sonríen, arrullan, alargar la mano y, al final, se acercan a ellas.
Llanto: Es la manera más eficaz en que los bebés pueden comunicar sus necesidades el básico llanto de hambre: llanto rítmico que no siempre se asocian con el hambre. Llanto de dolor: llanto fuerte sin significado preliminar que en ocasiones he seguido por la retención del aliento. Llanto de frustración: dos o tres llantos interminables sin retención prolongada del aliento.
Sonrisas y risas: ocurren de manera espontánea poco después del nacimiento, al parecer como resultado de la actividad del sistema nervioso. Las sonrisas involuntarias aparecen a menudo durante los periodos de sueño y pierden frecuencia durante los tres primeros meses a medida que madura la corteza cerebral. Las primeras sonrisas de vigilia pueden ser provocadas por sensaciones suaves como movimientos delicados o soplar en la piel del bebé. En la segunda semana los bebes, pueden sonreír adormilados después de ser alimentados. En la tercera semana, casi todos los infantes empiezan a sonreír cuando están alerta y prestan atención a la voz y los gestos de asentimiento del cuidador. En el segundo mes los debes sonríen más ante ciertos estímulos visuales, como los rostros que conocen. En el cuarto mes se ríen a carcajadas cuando los besan o les hacen cosquillas en el estómago a medida que crecen participan de manera más activa en intercambios jubilosos.
¿Cuándo aparecen las emociones? Es un proceso ordenado que despliega una serie de emociones complejas a partir de otras más simples. Poco después del nacimiento los bebés muestran signos de satisfacción interés y aflicción. Son respuestas reflejadas difusas, principalmente fisiológicas, a la estimulación sensorial o a procesos internos.
Las emociones autoconscientes: el bochorno, la empatía y la envidia, aparecen después de que los niños han desarrollado conciencia de sí mismos: con la comprensión de que poseen una identidad reconocible, a los tres años, una vez que ya adquirieron esta conciencia de sí mismos y además de una buena cantidad de conocimiento acerca de los estándares, reglas y metas aceptadas por su sociedad, adquieren la capacidad de evaluar sus pensamientos, sólo entonces pueden demostrar sus emociones autoevaluativas de orgullo, culpa de vergüenza.
Empatía y altruismo: Es actuar movido por su preocupación por un desconocido, sin una expectativa de recompensa.
Crecimiento del cerebro y desarrollo emocional: El desarrollo del cerebro después del nacimiento, se relaciona de manera estrecha con los cambios en la vida emocionante. Cuatro cambios importantes en la organización del cerebro suceden casi al mismo tiempo que los cambios en el proceso emocional, a medida que la corteza cerebral incrementa su funcionalidad empieza la diferenciación entre las emociones básicas, lo que pone en juego percepciones cognoscitivas. Disminuye el sueño y la conducta refleja, como por ejemplo la sonrisa neonatal espontánea. El segundo cambio ocurre nueve o diez meses después, cuando los lóbulos frontales empiezan a interactuar con el sistema límbico, donde se dan estas reacciones emocionales. Al mismo tiempo, algunas estructuras químicas como el hipocampo crecen y se hacen más parecidas a las adultas. El tercer cambio tiene lugar durante el segundo año, cuando los infantes desarrollar la conciencia de sí mismos, las emociones que implican dicha conciencia y una mayor capacidad para regular sus emociones actividades. El cuarto cambio ocurre alrededor de los tres años, cuando las alteraciones hormonales del sistema nervioso autónomo coinciden con la aparición de las emociones evaluativas.
Temperamento. Se define como la forma características, basada en la biología, en que una persona se aproxima y reacciona ante la gente y las situaciones. Se le ha descrito como el “cómo” de la conducta: no lo que hace la gente sino cómo lo lleva cabo. El temperamento tiene una dimensión emocional, pero, a diferencia de las emociones que vienen y van, como el temor, el entusiasmo y el aburrimiento, es bastante estable y duradero.
En cuanto a los patrones del temperamento podemos encontrar tres clasificaciones:
Niños fáciles: Son niños felices, con ritmos biológicos regulares y con disposición a aceptar las nuevas experiencias.
Niños difíciles: Niños con temperamento irritable ritmos biológicos irregulares y respuestas emocionales intensas.
Niños lentos para animarse: Niños cuyo temperamento por lo general es afable pero que muestran una cierta aceptación a nuevas experiencias.
¿Qué tan estable es el temperamento? La temperamental edad de tres años permite hacer una buena predicción de la personalidad a los dieciocho y 21, eso no significa que el temperamento esté completamente formado al nacer. El temperamento se desarrolla a medida que aparecen varias emociones y capacidades de autorregulación y puede cambiar en respuesta al trato de los padres y a otras experiencias de la vida.
Temperamento y ajuste: La bondad del ajuste; la clave para lograr una adaptación sana en cuanto a esta bondad corresponde entre el temperamento del niño y las exigencias y restricciones del ambiente de las que el niño debe ocuparse.
Timidez y osadía: influencia de la biología y la cultura el temperamento parece tener una base biológica los niños inhibidos son más propensos a tener una estructura corporal delgada, cara estrecha y ojos azules, mientras que los niños desinhibidos son más altos, más pesados y con más frecuencia tenían ojos marrones además los primeros mostraban frecuencias cardiacas más altas y menos variables y mayor dilatación de las pupilas es posible que los genes que contribuyan a generar la reactividad y conducta inhibida o desinhibida también incluían en estos estados fisiológicos
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