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D.P.C. B Malestar En La Cultura


Enviado por   •  8 de Octubre de 2014  •  792 Palabras (4 Páginas)  •  146 Visitas

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Cultura dicho de manera 'objetiva' (si es que puede haber neutralidad en el código) es un

conjunto de modos de vida y costumbres. Así como también, conocimientos que permiten

desarrollar el juicio crítico y alcanzar cierto grado ¿intelectual?.

En lo personal, no tengo ningún interés en poder representar mi juicio crítico cual línea

recta, así que optaré por discurrir, siendo mi propio límite.

Por supuesto, a la anterior definición, es necesario oponerle la interpretación realizada por

Freud. Desentendiéndola como ilustración o formación intelectual para visualizarla como un

conjunto de normas restrictivas de los impulsos originarios; como un proceso desplazador de

pulsiones libidinales.

Ser feliz es la máxima aspiración del hombre y ello implica huir del sufrimiento y del dolor

-"experimentar sensaciones placenteras"-. Entregarse al culto dionisíaco, liberar los instintos en la

embriaguez, en palabras de Nietzsche, pagando el alto precio de perder la razón y entregarse a la

locura.

En cambio, el hombre asume ser el lobo del hombre y le otorga al Estado su voluntad.

Librado a sus pulsiones instintivas, se mata. El eros y la pulsión de muerte que lo constituyen se

encuentran en permanente puja, venciendo esta última una y otra vez.

La cultura para poder realizarse tiene que sofocar los instintos naturales, lo que conlleva al

hombre a vive en malestar. Esta base represiva, tiende a sofocar con mayor fuerza una pulsión por

sobre

las

demás:

la

pulsión

sexual.

La

consecuencia

de

esto

es

la

neurosis.

El hombre es, entonces, un dios con prótesis; con instrumentos tecnológicos que le permiten

hacer las guerras y controlar la naturaleza. Lejos de ser una criatura tierna que ama a su prójimo

como a si mismo, es agresivo. Las pulsiones instintivas son más fuertes que las racionales. “El

hombre propende a la destrucción y al caos” va a decir Dostoievski en Memorias del subsuelo.

El instinto agresivo del individuo le impide la convivencia gratificante de forma natural y, en

la medida en que tiene más poder y más libertad, más necesidad tiene de normas y de sanciones; de

restricciones, en definitiva, a sus aspiraciones de felicidad individual.

“Lo que en sentido estricto se llama «felicidad» corresponde a la satisfacción más bien

repentina de necesidades retenidas, con alto grado de éxtasis, y por su propia naturaleza sólo es

posible como un fenómeno episódico.”

La cultura es la que proporciona esa protección contra la agresividad, inoculando en los

individuos determinados principios por medio del proceso educativo y la formación del súper-yo.

Pero las restricciones que impone cualquier civilización no son compatibles con la felicidad. A más

restricciones más sentimiento de culpabilidad y menos posibilidades

...

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