Depresión
Enviado por • 15 de Enero de 2014 • 6.265 Palabras (26 Páginas) • 321 Visitas
2.1 Depresión
La depresión es uno de los trastornos de la personalidad que más afecta a las personas y sobre todo, que más implicaciones y efectos adversos provoca, tanto a nivel psicológico, emocional, como cognitivo.
Según Chinchilla, A. (2008):
La depresión es una alteración patológica del estado de ánimo, con descenso del humor que termina en tristeza, acompañada de diversos síntomas y signos emocionales, del pensamiento, del comportamiento y de los ritmos vitales que persisten por tiempo habitualmente prolongado. (p. 43).
Con frecuencia, la depresión tiende a manifestarse en el curso de la vida, con aparición de varios episodios, adquiriendo un curso básico o recurrente, con tendencia a la recuperación entre ellos. En ese sentido, la depresión es vista como una enfermedad clínica severa que afecta al cerebro, que puede incluir, al menos uno o varios de estos síntomas: Tristeza, pérdida de interés o placer en actividades que suele disfrutar, pérdida o aumento de peso, dificultad para dormir o sueño excesivo, pérdida de energía, así como sentimientos de desvalorización e ideas de muerte o de suicidio.
Según Retamal, P. (1998):
La depresión puede ser definida como uno de los tipos de alteración del ánimo, consistente en su disminución, con un grado variable de pérdida de interés o dificultad para experimentar placer en las actividades habituales y acompañado de diversos síntomas psíquicos y físicos. (p. 45).
Esto quiere decir que la depresión es un sentimiento desagradable que afecta al ser humano en todas sus dimensiones, empezando a interferir con el estado de ánimo y los pensamientos normales del individuo: influye en la forma en que la persona se alimenta y en como duerme, en su deseo sexual, en la apreciación que tiene del entorno y de sí mismo, causando desorganización, desesperación y enfermedades psicosomáticas en los casos más graves.
2.2 Tipos de depresión
Durante años, ha existido cierta confusión acerca de la clasificación de la depresión, la cual se atribuye, necesariamente, a la diversidad de sus definiciones.
De acuerdo al Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales o DSM-IV (APA, 2002), citado por Saenz, I. & Medici, S. (2010):
Una breve lista debería incluir la depresión psicótica, neurótica, reactiva, psicótica reactiva, involucional, agitada, endógena, psicogénica, sintomática, presenil, senil, aguda, crónica y, desde luego, la psicosis maníaco-depresiva y la melancolía; así como depresión con perversión sexual y los síntomas depresivos alcohólicos que resultan del trastorno orgánico. (p. 129).
No obstante, todos estos tipos se constituyen en una subcategoría de una clasificación mayor, que los engloba valorando los síntomas de mayor significancia y las causas que pudieran desencadenar el episodio depresivo. Desde este punto de vista, la depresión puede ser:
Depresión monopolar y bipolar: la denominación polaridad alude a la presencia del polo de tristeza patológica y de euforia patológica. Cuando la persona, en el curso de su vida, ha padecido ambas fases, la depresiva y la maniaca, la enfermedad se denomina bipolar; en cambio cuando existe sólo el polo o fase depresiva se designa como depresión monopolar, que es la depresión común o habitual.
“La manía se puede definir como un estado anímico anormalmente elevado, expansivo o irritable con síntomas tales como: aumento de la autoestima o grandiosidad, menor necesidad de dormir, hiperreactividad motora y verbal” (Retamal, P., 1998, p. 26).
Según se indica en lo citado, una manía es un período en el que el paciente se encuentra eufórico, extremadamente alegre, con aumento anormal de su actividad física y mental, excitación ésta que puede manifestarse con agresividad. Estos episodios pueden durar días o meses y en general son más breves, con inicio y término más brusco que las fases depresivas.
Algunas diferencias entre las depresiones bipolares y las monopolares radican en que los pacientes monopolares no sufren episodios maniacos; los bipolares con frecuencia tienen familiares que han presentado fases maniacas; a veces los enfermos bipolares pueden hacer brusco viraje desde la depresión a la manía con los tratamientos antidepresivos. De igual modo, los episodios son más numerosos en los bipolares y estos últimos tienen mejor respuesta al tratamiento preventivo de nuevas fases con sales de litio.
Depresión de tipo primario y secundario: Apunta López (1994, p. 86), que “la depresión de tipo primario es aquella que no tiene como posible factor causal ninguna enfermedad somática o psiquiátrica”, o sea su origen es primeramente una alteración del estado de ánimo, es decir, la depresión habitual o común.
Los posibles factores causales de una depresión secundaria son las enfermedades orgánicas como hipotiroidismo, cáncer, infecciones y también efectos farmacológicos de tranquilizantes, hipotensores, propanolol, anticonceptivos orales u otros. Entre las causas psiquiátricas se citan la adicción al alcohol, tranquilizantes, drogas ilícitas, trastornos de personalidad, entre otros.
Depresión endógena y reactiva: la depresión endógena se distingue por un conjunto de características sintomáticas, como: insomnio del despertar en las mañanas, lenificación psicomotora, tristeza intensa, pérdida de peso e imposibilidad de reaccionar a los acontecimientos agradables. Tales síntomas predicen buena respuesta a los tratamientos antidepresivos.
Este tipo de depresiones están fuertemente ligadas a las situaciones desencadenantes externas; sin embargo, es conocido que las depresiones endógenas también pueden iniciarse en coincidencia con conflictos ambientales, como: duelo, separación, pérdida, fracaso, sobrecargo laboral y otros. Sus síntomas suelen ser menos intensos, y tienden a oscilar según las circunstancias.
Depresión mayor y distimia: Según López, R. (1994):
Ambos cuadros, el de depresión mayor y el de distimia, corresponden a los trastornos depresivos propiamente y su síntoma primordial es la disminución del ánimo. El episodio depresivo mayor tiene un inicio claro y debe perdurar a lo menos 2 semanas y es fácilmente distinguible del carácter de quien lo padece. (p. 87).
La distimia es un tipo de depresión más suave, con pocos síntomas, que excluye algunos muy graves como la ideación psicótica o suicida y que dura a lo menos 2 años y que tiende a confundirse con el estilo caracterológico del sujeto, lo que lleva a hacer difícil precisar su comienzo. Es relativamente frecuente que en los
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