Desarrollo Cognitivo 3 Infancia
Enviado por andicuse • 11 de Noviembre de 2012 • 2.303 Palabras (10 Páginas) • 1.041 Visitas
II CAPITULO II - DESARROLLO COGNITIVO DE LA TERCERA INFANCIA
2.1 ENFOQUE PIAGETANO: El niño de las operaciones concretas
De acuerdo con Piaget, más o menos a los 7 años los niños entran a la etapa de las operaciones concretas en la que pueden realizar operaciones mentales, como el razonamiento, para resolver problemas concretos (reales). Los niños piensan de manera lógica porque ya son capaces de considerar múltiples aspectos de una situación. Sin embargo su pensamiento todavía está limitado a las situaciones reales del aquí y ahora.
2.2.1 Avances cognoscitivos
En la etapa de las operaciones concretas los niños tienen una mejor compresión que los niños preoperacionales de los conceptos espaciales, la causalidad, la categorización, el razonamiento inductivo y deductivo, la conservación y el número
2.2.2 Relaciones espaciales y causalidad
¿A qué se debe que, a diferencia de los niños más pequeños, muchos niños de 6 o 7 años pueden ir y venir de la escuela? Una razón es que en la etapa de las operaciones concretas los niños comprenden mejor las relaciones espaciales. Tienen una idea más clara de que tan lejos está un lugar de otro y cuanto tiempo se emplea para llegar ahí, y también les resulta más sencillo recordar la ruta y los puntos de referencia que existen en el camino. La experiencia participa en este desarrollo: un niño que camina a la escuela se familiariza más con el vecindario.
Tanto la capacidad para usar mapas y modelos como la de comunicar información espacial mejoran con la edad, los mismos que los juicios de causalidad. Cuando se pidió a niños de 5 a 12 años que predijeran como se comportarían en diversas condiciones palancas y balances, los mayores dieron más respuestas correctas. Los niños entendían la influencia de los atributos físicos (el número de objetos en cada lado de una balanza) antes de reconocer la influencia de los factores espaciales (la distancia de los objetos del centro de la balanza).
2.2.3 Categorización
La capacidad de categorizar ayuda a los niños a pensar de manera lógica. Incluye habilidades relativamente complejas como seriación, inferencia transitiva he inclusión de clase, las cuales mejoran de manera gradual entre la niñez temprana y la media. Los niños demuestran que entienden la seriación cuando pueden disponer objetos en una serie de acuerdo a una o más dimensiones como el peso (del más ligero al más pesado) o el color (del más claro al más oscuro). A los siete u ocho años pueden entender de un vistazo las relaciones entre un grupo de palos y ordenados por tamaño.
* La inferencia transitiva. Es la capacidad de inferir una relación entre dos objetos a partir de la relación entre cada uno de ellos con un tercer objeto. A marcela se le muestran tres palos: uno amarillo, uno verde y uno azul, y se le enseña que el amarillo es más largo que el verde y que el verde es más largo que el azul. Sin comparar físicamente el palo amarillo con el azul, dice de inmediato que el amarillo es más largo que el azul.
* La inclusión de clase. Es la capacidad para ver la relación entre el todo y sus partes. Piaget (1964) encontró que cuando se muestra a niños preoperacionales un ramo de 10 flores (siete rosas y tres claveles) y se les pregunta si hay más rosas o más flores, es probable que digan que hay más rosas por que están comparando las rosas con los claveles en lugar de hacerlo con todo el ramo. No es sino hasta los siete u ocho años, y en ocasiones ni siquiera entonces, que los niños razonan de manera consistente que las rosas son una subclase de las flores y que, por ende, no puede haber más rosas que flores. Sin embargo, incluso los niños de tres años muestran una conciencia rudimentaria de inclusión, que depende del tipo de tarea, de las señales prácticas que reciban y de su familiaridad con las categorías de objetos con que se les evalúa.
2.2.4 Razonamiento inductivo y deductivo
De acuerdo con Piaget, los niños que están en la etapa de las operaciones concretas solo utilizan el razonamiento inductivo. A partir de observaciones de miembros particulares de una clase de personas, animales, objetos o sucesos, sacan conclusiones generales acerca de la clase como un todo. (“mi perro ladra. También lo hace el perro de Terry y el de Melissa. Parece entonces que todos los perros ladran”) las conclusiones inductivas tienen que ser tentativas porque siempre es posible encontrar una nueva información (un perro que no ladra) que no apoya la conclusión.
El razonamiento deductivo, que según Piaget solo se desarrolla en la adolescencia, empieza con una afirmación (premisa) general acerca de una clase y la aplica a todos sus miembros particulares. Si la premisa es verdadera para toda la clase y el razonamiento es sólido, entonces la conclusión debe ser cierta: “todos los perros ladran. Manchas es un perro. Manchas ladra”.
2.2.5 Conservación
Los niños que se encuentran en la etapa de las operaciones concretas pueden calcular mentalmente la respuesta cuando resuelven varios tipos de problemas de conservación; no tienen que medir o pesar los objetos.
Si una de dos bolsas idénticas de plastilina se hace rodar o se amasa en una forma diferente (como una larga y delgada serpiente); Felipe que está en la etapa de operaciones concretas, dirá que la bolsa y la serpiente contienen la misma cantidad de plastilina. Stacy, que está en la etapa preoperacional, es engañada por las apariencias y dice que el rollo largo y delgado contiene más plastilina porque se ve más largo.
A diferencia de Stacy, Felipe entiende el principio de identidad. Sabe que la plastilina es la misma, aunque tenga una forma distinta. También entiende el principio de reversibilidad: sabe que puede volver a convertir a la serpiente en una bolsa. Y también puede descentralizar: puede enfocarse en la longitud y la anchura. Reconoce que aunque la bolsa es más corta que la serpiente también es más gruesa. Stacy se centraliza en una dimensión (longitud) mientras excluye la otra (grosor). Por lo general, los niños pueden resolver problemas que implican conservación de la materia como éste, más o menos a los 7 u 8 año. Sin embargo, en las tareas que involucran conservación de peso no suelen dar la respuesta correcta si no hasta los 9 o 10 años. En las tareas que entrañan conservación de volumen las respuestas son raras antes de los 12 años. En esta etapa el pensamiento de los niños es tan concreto, tan ligero a una situación particular, que no les resulta sencillo transferir lo que han aprendido acerca de un tipo de conservación a otro tipo, aunque los principios subyacentes sean los mismos.
2.2.6 Números y matemáticas
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