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Desarrollo Del Lenguaje Oral En Los Componentes: Fonológico, léxico Semántico, Morfosintáctico, Pragmático Y El Papel Que Juega La Educadora En éste Proceso.


Enviado por   •  2 de Junio de 2012  •  2.102 Palabras (9 Páginas)  •  2.554 Visitas

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Entendemos por lenguaje la capacidad que tienen los hombres para expresar su pensamiento y comunicarse por medio de un sistema de signos vocales y ocasionalmente gráficos; Construye un discurso dependiente del contexto en que se desarrolla. Es la lengua que cumple con la interacción cotidiana en el marco pragmático del diálogo. Tiene el uso ilimitado de la gramática (repeticiones, etc.).

Es efímera, es decir, que no es duradera. Se caracteriza por ser rápida, directa y espontánea. Se puede ajustar y justificar, se caracteriza por la utilización de elementos paralingüísticos (gestos, ademanes, etc.).

La función más importante del lenguaje es la comunicación, es decir, el intercambio de informaciones. Aunque este no es el único sistema de comunicación puesto que también empleamos otros: la mímica, las posturas, etc. pero es el lenguaje oral el que ocupa un lugar predominante. La función de representación es la sustitución del objeto por la palabra. Es el rasgo distintivo que diferencia el lenguaje del ser humano del lenguaje de los animales. La función de organizar sus acciones por medio de la palabra.

El lenguaje actúa como factor regulador y estructurador de la personalidad y del comportamiento social. Cuando el niño tiene cierto dominio del lenguaje es capaz de comportarse y expresarse de forma diferente en diferentes momentos y lo hace porque asume las normas de conducta social y los hábitos que no se adquieren por costumbre ni por lógica sino a través de la repetición verbal de las consignas. El lenguaje oral constituye un medio de identificación a un grupo social. El idioma y sus distintas variantes (acento, giros típicos, expresiones, vocabulario….) representan un elemento importante de identificación del individuo a un grupo social.

De entre las múltiples facetas que la persona es capaz de desarrollar (motora, relacional, afectiva, autónoma….) es sin duda el lenguaje la que lo define como hombre racional.

- Desde el primer año el lenguaje acompaña en el desarrollo de nuestras actividades.

- El lenguaje se adquiere sin aparente esfuerzo, y en general no atrae excesiva atención.

- Cuando el niño dice sus primeras palabras supone una sensación de alegría en el entorno familiar.

Las personas al convivir con niños pequeños consideramos el acto de empezar hablar como algo normal, natural, pero esto no quiere decir que sea fácil. De hecho comprobamos esta dificultad los adultos cuando tenemos que expresar una idea y no encontramos las palabras adecuadas para definirla o cuando estamos aprendiendo un idioma y necesitamos expresarnos.

Los aspectos necesarios para la adquisición del lenguaje por un niño/a son:

- Función respiratoria: necesidad de respirar correctamente.

- Función auditiva: audición y discriminación de los sonidos.

- Función fonadora: emisión de sonidos y ruidos, el más primitivo es el llanto, al que le siguen otros que dan acceso al habla.

- Función articulatoria: el niño desde muy pequeño emite y articula sonidos; es por aprobación y repetición de aquellos que más se parecen a los de nuestro idioma como unos los mantiene y otros los elimina.

La estimulación exterior: el lenguaje oral aparece “naturalmente” por una serie de intercambios del niño con su entorno, sin que en este exista un programa preparado de forma intencionada para su enseñanza sistemática.

El lenguaje se enseña/aprende a través de la comunicación. La característica principal de los intercambios niño-adultos durante los primeros años es una interacción mutua con las siguientes características en el modo en que nosotros nos expresamos:

- Se habla más despacio, con más pausas y estas son más largas.

- Se sube el tono de voz empleando un tomo más agudo.

- Se cuida la pronunciación.

- La entonación se hace más expresiva.

- Los enunciados son más cortos y más simples.

- Se repite con frecuencia parte o todo el enunciado.

- Se emplea un número limitado de palabras y utilizando mucho los sinónimos.

- Los adultos hacemos constantes referencias al contexto, indicando o utilizando objetos concretos.

- Se utilizan más gestos y mímica.

El niño más que repetir las palabras que el adulto le está diciendo constantemente aprenderá en primer lugar las que le ayuden a resolver sus problemas y cubrir sus necesidades. El adulto interpreta las “palabras” que dice el niño en función del contexto donde se produce.

El Nivel fonológico es uno de los cinco niveles en los que se estructura el lenguaje verbal que centra su estudio en la forma de las palabras y en los fonemas. Los padres y educadores deben tener presente que los niños adquieren los fonemas de acuerdo a su edad. Por ejemplo un niño que dice “lete” cuando se refiera a “leche” o “calo” en lugar de “carro”, probablemente no ha desarrollado habilidades articulatorias que le permiten pronunciar adecuadamente los fonemas de las consonantes “ch” y “r”. Por otro lado no se descarta que existan otros factores como problemas orgánicos o la sobreprotección familiar e inadecuados modelos de pronunciación, factores que influyen en los problemas de lenguaje.

A nivel de articulación, generalmente se considera que en los seis primeros años el niño adquiere progresivamente el sistema fonológico del idioma español.

Para saber si existe algún retraso de lenguaje, es preciso conocer las características principales del desarrollo del lenguaje de acuerdo a la edad del niño. Algunos demuestran dificultad para la correcta articulación de los fonemas (sonidos), a esto se le denomina “dislalias”, los padres lo identifican cuando escuchan que el niño omite, sustituye o altera algunos sonidos concretos en su hablar, en este caso hay que descartar problemas auditivos o problemas de la cavidad oral. Para una adecuada intervención es necesario el apoyo de la familia para brindar una adecuada estimulación del lenguaje, realizar ejercicios de respiración y praxias, así como la guía y orientación de una especialista en terapia de lenguaje. La articulación de los fonemas está relacionada con el desarrollo motor del niño, por ello el objetivo de las praxias es ejercitar la motricidad fina que afecta a los órganos de la articulación, de forma que el niño/a pueda adquirir la agilidad y coordinación necesarias para hablar de una forma correcta.

La educadora puede intervenir detectando este tipo de problemas de leguaje en los niños, puede poner ejercicios como los siguientes:

Ejercicios de soplo:

• Soplar una corneta o silbatos.

• Aprovechar el baño para soplar las burbujas del jabón.

• Inflar

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