Desarrollo del lenguaje en el infante de 0-3 años.
Enviado por belinda armas • 5 de Abril de 2017 • Ensayo • 2.941 Palabras (12 Páginas) • 319 Visitas
En este presente escrito se expresara la importancia del desarrollo del lenguaje en el infante de 0-3 años.
Ya que, sin el lenguaje no tendríamos la capacidad de establecer reglas sociales, de organización, política, religiosa y económica. Y sin códigos de moralidad no habría valores en la sociedad. La ciencia, el arte, la literatura no existirían.
En resumen no tendríamos cultura, una de las características que solo el ser humano posee. "Language is the armony of the human mind, and at once contains the trophies of its past and the weapons of its future conquests" Samuel Taylor Coleridge.
Tomando en cuenta que definimos el lenguaje como una forma de comunicación de conceptos que utiliza sonidos hablados o representados, escritos o por señales que esta basados en un sistema de símbolos. Necesitamos el lenguaje para hablar con otros, escuchar a otros, leer y escribir. A medida que el niño alcance una serie de hitos de lenguaje.
El lenguaje tiene características formales que deben dominarse a medida del mismo desarrollo lingüístico tales como:
-Fonología: sonidos más básicos del lenguaje. (Fonemas) sonidos básicos del lenguaje los cuales se combinan para formar palabras y oraciones.
-Morfemas: la mínima unidad del lenguaje con significado
-Semántica: son las reglas que rigen el significado de palabras y oraciones.
Comprendiendo esto, es realmente increíble la capacidad que tienen los infantes para desarrollar el lenguaje en tan corto tiempo, sin una educación formal.
Uno de los aspectos más sorprendentes del desarrollo humano es la rapidez con que los infantes aprenden un lenguaje. Los infantes progresan de los simples arrullos y balbuceos de sonido a la adquisición de un vocabulario compuesto por miles de palabras además de la comprensión de las reglas básicas de la sintaxis y la gramática. Mencionaremos tres teorías diferentes del aprendizaje, teoría cognoscitiva, teoría biológica y teoría interaccionista.
Dado esto surge un dilema en el que interviene Skinner y Bandura como principales exponentes de la teoría del aprendizaje (el lenguaje como habilidad aprendida).
Esta teoría sostiene las leyes básicas del reforzamiento y condicionamiento, con ejemplos como: cuando el niño aprende a hablar al ser recompensado, al emitir sonidos que se aproximan al habla por el modelamiento, el habla se vuelve cada vez más parecida al habla adulta, esto viéndose como un efecto de la imitación pura de las figuras paternas, pero que no cumple con la realidad en las familias con infantes ya que el niño es recompensado o reforzado independientemente de que el sonido sea similar o no al habla adulta.
Con estos refuerzos los infantes producen los mismos sonidos para referirse no solo al objeto en sí, si no para la obtención de satisfacción de sus necesidades básicas, el uso de este tipo de palabras es reforzado positivamente pues la repetición de las mismas atrae la atención de las personas que los rodean, esta misma teoría avanza mucho en la explicación de la adquisición del lenguaje, pero no lo explica todo.
Dentro de este proceso los infantes suelen inventar palabras para nombrar cosas que no conocen.
Otra teoría es la cognoscitiva y su mayor exponente es Piaget que a diferencia de la teoría del aprendizaje este subraya la idea de que el lenguaje se desarrolla a partir de imágenes mentales, que es un resultado directo del desarrollo cognoscitivo.
Por último, la teoría biológica también conocida como enfoque nativista afirma que los infantes llegan al mundo con una predisposición para el desarrollo del lenguaje, que existe un mecanismo genéticamente determinado facilitador del desarrollo, el cual ejerce como resultado de la maduración.
Así el lenguaje sería solamente humano, lo que trae argumentos contrarios ya que ciertos primates son capaces de aprender maneras de comunicarse. Y que de ser genéticamente predispuesto su utilización efectiva sin experiencia social, seria inapropiada. Entonces los niños y todo ser humano tendrían un vocabulario reducido. Es esencial una experiencia lingüística social.
La interacción de estas dos teorías da como resultado el enfoque interaccionista que contempla todos los puntos antes mencionados y los enlaza. Sugiere que el desarrollo del lenguaje es producido mediante una combinación de predisposiciones genéticas y situaciones ambientales, sociales adecuadas para este. Centrándonos en este enfoque que resalta la importancia de la maduración biológica, aspectos ambientales y experiencia en el desarrollo del lenguaje se deduce la importancia del reforzamiento social, como la predisposición del infante para su fácil adquisición y manejo del habla.
Se ha encontrado que las investigaciones que apoyan este punto de vista son considerables, por ejemplo las diferencias y el temperamento del niño (que es parcialmente heredado) ejercen una influencia importante sobre el desarrollo del lenguaje desde la infancia hasta la niñez media.
(Slomjkowski et al; 1992)
Las influencias ambientales sobre el desarrollo del lenguaje son bien conocidas, en este aspecto es de vital importancia la influencia de los padres.
Las interacciones didácticas frecuentes entre el infante y adultos responsivos favorecen el aprendizaje temprano del lenguaje, como lo son las interacciones de la madre con el infante y los hermanos. (Baren y Tomasello, 1991). Un estudio encontró que el tiempo que las madres pasan interactuando con sus hijos de 18 a 29 meses de edad en diferentes ambientes es una variable importante en la experiencia lingüística de los niños (Hoff-ginsberg, 1991). Además la calidad del habla de los padres, afecta la calidad de las vocalizaciones de los infantes (Masataka, 1992).
Harth y Risley (1992) difieren en tres categorías principales que influyen en el desarrollo del lenguaje:
1. La cantidad absoluta de los padres por hora.
2. La interacción social de los padres con sus hijos
3. La cantidad de contenido que los padres dicen a sus hijos.
Se encuentra que dichos factores estaban relacionados con la posición social y económica de la familia C.I. subsecuente del niño (Harth y Risley, 1992). Otro factor importante es el interés que los padres demuestran en el desarrollo del lenguaje de sus hijos. Un estudio encontró que cuando los padres corrigen el uso de morfemas de sus hijos, la probabilidad de que estos usen una gramática correcta es de dos a tres veces mayor (Fanal, 1993).
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