Dimensiones Del SER
Enviado por Wendyj • 2 de Mayo de 2012 • 2.263 Palabras (10 Páginas) • 414 Visitas
Dimensiones del SER
Dimensión espiritual y Dimensión Relacional.
El hombre es persona, no es simplemente una cosa.
La persona tiene una dignidad única: nadie puede sustituirla en lo que es capaz de hacer como persona. Y sólo entre personas puede darse la amistad y el amor. «Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en su lugar»
No tendría sentido utilizar la ciencia natural para negar, en nombre del progreso científico, la diferencia esencial que existe entre el hombre y los demás seres de la naturaleza, alegando, por ejemplo, que el hombre tiene una constitución material semejante a otros seres y que las diferencias se deberían únicamente a la organización de los componentes materiales. Por el contrario, la ciencia natural proporciona una de las pruebas más convincentes acerca de las peculiaridades del hombre; en efecto, pone de manifiesto que el hombre, a diferencia de otros seres, posee unas capacidades creativas y argumentativas que resultan indispensables para plantear los problemas científicos, buscar soluciones, y poner a prueba su validez. El gran progreso científico y técnico de la época moderna ilustra las capacidades únicas de la persona humana, y no tendría sentido utilizarlo para negar lo que, en último término, hace posible la existencia de la ciencia.
Unidad y dualidad: Cuando intentamos comprender nuestro ser, tropezamos con una realidad innegable:
• que somos un sólo ser, pero poseemos dimensiones diferentes. «El hombre es una unidad: es alguien que es uno consigo mismo.
• Pero en esta unidad se contiene una dualidad .La Sagrada Escritura presenta tanto la unidad(la persona) como la dualidad (el alma y el cuerpo)»
• La dualidad es real. No responde a una mentalidad dualista ya superada, de la cual se podría prescindir en la actualidad. Sin duda, la realidad se puede conceptualizar desde diferentes perspectivas, y puede suceder que unas fórmulas representen mejor que otras algunos aspectos. Pero nuestro ser posee a la vez dimensiones materiales y espirituales, y esta realidad no depende de las ideas de una época.
En ocasiones, se afirma que e l dualismo sería ajeno a la perspectiva de la Sagrada Escritura, que subraya la unidad de la persona humana. No puede olvidarse, sin embargo, que la misma Sagrada Escritura contiene claras afirmaciones acerca dela dualidad constitutiva del hombre. El Papa Juan Pablo II comenta al respecto: «Frecuentemente se subraya que la tradición bíblica pone de relieve sobre todo la unidad personal del hombre (...). La observación es exacta. Pero esto no impide que en la tradición bíblica también esté presente, a veces de modo muy claro, la dualidad del hombre. Esta tradición se refleja en las palabras de Cristo: No tengáis miedo de los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma ; temed más bien al que puede hacer perecer el alma y el cuerpo en la Gehena (Matth., X, 22). Las fuentes bíblicas autorizan a ver al hombre como unidad personal y a la vez como dualidad de alma y cuerpo: y este concepto ha sido expresado en la entera Tradición y en la enseñanza de la Iglesia »
Cualquier explicación fidedigna debe respetar los datos seguros de la experiencia humana, que se refieren tanto a la unidad de la persona como a la dualidad de sus dimensiones básicas. Las dificultades para conceptualizar ambos aspectos a la vez, indican que el hombrees un ser complejo, y nada se ganaría simplificando arbitrariamente el problema.
Alma y cuerpo: Para expresar la dualidad constitutiva del ser humano, durante siglos se ha utilizado una terminología ya clásica, según la cual el hombre está compuesto de alma y cuerpo. La Iglesia ha utilizado esta terminología en sus formulaciones, introduciendo a la vez las aclaraciones necesarias: por ejemplo, que alma y cuerpo no son substancias completas, y que el alma es forma substancial del cuerpo. Cuando la Iglesia habla de alma y cuerpo, se refiere a las dimensiones espirituales y materiales de la persona humana, que es un ser único; pero también subraya que el alma espiritual trasciende las dimensiones materiales y, por tanto, subsiste después de la muerte, cuando las condiciones materiales hacen imposible la permanencia de la persona en el estado que le corresponde en su vida terrena.
Frente a los dualismos exagerados que minusvaloran la dignidad de lo material, la Iglesia siempre ha enseñado que «El cuerpo del hombre participa de la dignidad de la "imagen de Dios": es cuerpo humano precisamente porque está animado por el alma espiritual, y es toda la persona humana la que está destinada a ser, en el Cuerpo de Cristo, el Templo del Espíritu (cfr. I Cor. VI, 19-20; XV, 44-45)» 10 .
En la Sagrada Escritura, el término alma se utiliza con diferentes significados; a veces designa la vida humana, o toda la persona. «Pero designa también lo que hay de más íntimo en el hombre (cfr. Matth. XXVI, 38; XII, 27) y de más valor en él (cfr. Matth. X, 28; II Mac. VI, 30), aquello por lo que es.
Particularmente imagen de Dios: "alma" significa el principio espiritual en el hombre»
1. Éste es el sentido en que se habla del alma cuando se afirma que la persona humana
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