Dinámica De Grupos

Para comenzar, deberíamos preguntarnos ¿qué es una interacción? Según Fernández Dols (2000) interacción es la unidad elemental de nuestra vida social. Es una “cadena de acciones entrelazadas de dos o más individuos en las que, como mínimo, un individuo A muestra una conducta X a un individuo B y éste responde con una conducta Y que, determina una conducta X1 en A” (Fernández Dols et. al, 2000). Esto significa que la conducta de uno genera la respuesta de otro, y viceversa.

Siguiendo con la línea de pensamiento de Fernández Dols, las interacciones repetidas entre dos personas a lo largo del tiempo, dan lugar a una relación. A dichas relaciones les asignamos nombres para tratar de expresar qué significan para nosotros, por ejemplo “mejor amigo”, “novio”, etc. Cuando las personas interactúan tratan de controlar e interpretar, no sólo su propia conducta sino del otro. El intercambio de conductas entre sujetos depende del modo en que interpreten la conducta del otro. También depende del estado emocional que posean en ese momento y de los procesos cognitivos implicados, los que pueden llevar a las “malas interpretaciones”. (Fernández Dols, 2000). Además la interacción social se ve afectada por la expectativa de conducta, es decir, de lo que se espera que el otro haga. Finalmente, también depende de la experiencia previa en interacciones.

Alan P. Fiske (1991, 1992) propuso una teoría unificadora de las relaciones sociales, la cual dice que las interacciones sociales se pueden interpretar en cuatro niveles: de igualdad, mercantil, jerárquico y de comunidad.

-Igualdad: en el modelo de igualdad, las relaciones se basan en que todos tienen los mismos derechos y obligaciones. Fernández Dols (2000) lo describe de la siguiente manera, “las personas del grupo se definen como organismos autónomos y de igual estatus que los demás. Los intercambios se rigen de acuerdo a un principio de equidad…”.

-Mercantil: en este tipo de relaciones se dan intercambios equivalentes y proporcionados, se da algo esperando algo a cambio con el mismo valor. “Los intercambios se rigen por un principio de proporcionalidad y su patrón más típico sería el dinero. La identidad del individuo se define en términos de su papel en el mercado” Fernández Dols (2000).

-Jerárquico: en este modelo se basa en relaciones jerárquicas y de autoridad. Hay distribución de roles y lo más importante son los méritos. “Las personas del grupo se definen en términos de sus privilegios o sus servidumbres y los intercambios asimétricos.” Fernández Dols (2000).

-De comunidad: las relaciones se dan en base a las necesidades de todos. Se toma lo que se necesita y se la lo que se tiene. En este modelo se resalta las cualidades que tienen en común las personas, pero igualmente se reconoce que todos poseen una identidad propia. Los integrantes de una comunidad suelen tener algo en común, ya sean experiencias, costumbres, etc. Una crítica que se le realiza a estos grupos es que pueden llegar a “cerrarse” y dificultar mucho el acceso a personas ajenas a la comunidad.

Para que se lleve a cabo una interacción, es necesaria la comunicación. En psicología a la hora de definir el término comunicación hay muchas discrepancias. Siguiendo las ideas de López-Yarto (1985) vamos a decir que hay dos grandes perspectivas: mecanicista y psicologista.

El modelo psicologista habla sobre la relación entre un comunicante y un intérprete. Las personas que defienden este modelo, dicen que vivimos en un mundo lleno de estímulos y la función de todo comunicante es tomar algunos de ellos y darle un orden para convertirlo en un mensaje. Dicho mensaje será el estímulo para el intérprete, el cual va a codificarlo según sus propios mecanismos internos. Los procesos cognitivos que se ven involucrados en la comunicación solo son deducibles mediante la observación de la conducta de los individuos. El modelo mecanicista consideraba las interpretaciones personales como ruidos y debían ser eliminados. En el caso del modelo psicologista, las interpretaciones personales son necesarias ya que son las que permiten codificar el mensaje del comunicante. Cuando un sujeto interpreta, comunica y así es como se transforma en comunicante y se da el feedback. López-Yard (2000).

El modelo mecanicista de la comunicación plantea que se trata de una relación entre emisor y receptor. Concibe la comunicación como “un encadenamiento de causa y efecto” (López-Yarto, 1985). La comunicación implica la existencia de un mensaje, información que viaja de un lugar a otro. Este modelo plantea la existencia de un emisor (quién transmite el mensaje) y un receptor (quien lo recibe). Para que la relación entre emisor-receptor exista y se de una buena comunicación, debe compartirse un código entre ambos; de esta forma el mensaje puede ser entendido. Los papeles de emisor y receptor van cambiando continuamente, incluso algunas veces no está muy claro quién fue el emisor original. El modelo mecanicista fija especial atención en la fidelidad. Esta se refiere al uso del código en común y a seguirlo lealmente. Una comunicación interpersonal será mejor mientras más fielmente recibido sea el mensaje por el receptor. Lamentablemente, las comunicaciones

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