Discripinación

Discriminar es hacer distinción en el trato por motivos arbitrarios como el origen racial,

sexo, nivel socio-económico, etc. Generalmente se le da a este término una connotación negativa, en la medida en que se trata despectivamente o se perjudica a determinados grupos mediante justificación racial.

El racismo está infundido por el miedo, de manera que el miedo hace que las personas racistas teman u odien a otras sociedades diferentes a las suyas; término que suele denominarse como xenofobia.

comienza cuando la diferencia, real o imaginaria se enarbola para justificar una agresión. Una agresión basada en el fracaso por comprender al otro, en la incapacidad de aceptar la diferencia y entallar el diálogo, y consiste en creer que unas personas son superiores a otras por el mero hecho de su pertenencia a una raza específica. Los racistas definen la raza como un grupo de personas que comparten una misma ascendencia. Distinguen las razas en virtud de características físicas tales como el color de la piel y el aspecto del cabello. En realidad, no tiene importancia ninguna clara y, sobre todo, ninguna diferencia relevante.

El que discrimina o segrega está enfermo de odio. Un odio injustificado, que generalmente es adoptado por los jóvenes que todavía no tienen una personalidad formada.

A pesar de las bromas o cargadas que podemos hacer a alguien en determinados momentos para divertirnos, creemos que hay que recapacitar antes de hacerlo y ponerse, aunque sea por un momento, en el lugar del otro, pensando que en cualquier momento nos puede pasar a nosotros. Nos parece que no es justo juzgar a las personas por su aspecto físico, su color de piel, su religión o la manera de expresarse y que hay que pensar que a esta persona puede lastimarle mucho lo que le hicimos.

Lo vemos cada día. O sucede pero no lo vemos.

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