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EL ALCOHOLISMO Y LOS JOVENES


Enviado por   •  10 de Septiembre de 2013  •  2.211 Palabras (9 Páginas)  •  309 Visitas

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TEMA: FACTOR SITUACIONAL EL ALCOHOLISMO Y LOS JOVENES

Objetivo General

• Facilitar un adecuado enfoque del fenómeno del uso y abuso de alcohol, y dotar de estrategias de intervención que permitan a los padres actuar como agentes preventivos dentro del ámbito familiar..

Objetivos específicos

• Enmarcar la prevención dentro de la Educación para la Salud.

• Identificar los factores de riesgo del consumo de alcohol.

• Informar sobre lo que es el alcohol y efectos.

• Identificar los factores de protección frente al consumo de alcohol.

• Conocer y potenciar los factores de protección en los hijos.

• Dar a conocer las formas y modos de participar en la escuela como ámbito de prevención.

• Analizar el abordaje ante los problemas de alcohol

El alcohol es una de las drogas más antiguas conocidas por el ser humano y la más consumida en España. Junto al tabaco, es la que más problemas sanitarios causa. Consumido en exceso y de forma descontrolada puede llegar a causar problemas graves (accidentes de tráfico, violencia, problemas de salud, alcoholismo...).

El alcohol se obtiene de la fermentación de los jugos azucarados de diversas plantas o de sus frutos y su graduación alcohólica depende de su origen. Las bebidas alcohólicas se clasifican en dos grupos dependiendo del proceso de elaboración:

- Bebidas fermentadas: las que se obtienen a partir de la fermentación de los azúcares contenidos en diferentes frutas, por ejemplo, la cerveza, la sidra o el vino y su graduación alcohólica oscila entre los 4 y los 12º.

- Bebidas destiladas: proceden de la depuración de las bebidas fermentadas para obtener mayores concentraciones de alcohol. Entre ellas se encuentran el vodka o el ron, y su graduación alcohólica oscila entre los 40 y los 50º.

Alcohol y jóvenes

El alcohol es una de las drogas de las que más cantidad se consume, que causa el mayor número de dependientes y que más problemas sanitarios y sociales conlleva. La ingesta de alcohol afecta a todos los grupos sociales y de edad, aunque los jóvenes de entre 18 y 24 años constituyen uno de los grupos que más consume alcohol. Un dato alarmante es que los menores de 18 años comienzan el consumo más tempranamente en relación a jóvenes de la misma edad de hace unos años. Según datos del informe El alcohol en Europa, presentado en 2006 ante la Comisión Europea, uno de cada ocho adolescentes de 15-16 años se ha embriagado más de veinte veces en su vida y uno de cada seis ha incurrido en el denominado atracón de alcohol tres o más veces en el último mes.

Existen muchos productos con contenido alcohólico al alcance de jóvenes a un precio bastante asequible y no penalizado por ley, a menos que se beba en la vía pública.

Es muy importante destacar que la adolescencia es una etapa muy vulnerable frente a las adicciones, ya que los efectos nocivos de cualquier tóxico son más perjudiciales en un organismo en proceso de de sarrollo. Un informe elaborado por el Plan Nacional de Drogas señala que el daño neuronal ocasionado por el alcohol es más intenso en los jóvenes y que el etanol ejerce una influencia negativa muy fuerte sobre el proceso de desarrollo cerebral, con consecuencias nefastas en la capacidad de memoria y aprendizaje.

Sensaciones

Pero son muchos los adolescentes que se sienten atraídos por las sensaciones que produce el alcohol en un principio, como desinhibición, euforia, relajación, aumento de la sociabilidad... Estos factores ocasionan que los jóvenes, muchas veces inducidos por sus amigos o grupo social, decidan probar el alcohol y se sientan atraídos por esas sensaciones que experimentan. Sin embargo, esas primeras emociones se traducen luego en consecuencias que pueden llegar a ser muy graves y causar daños irreparables en el cuerpo humano.

Sin embargo, cabe destacar que los datos reflejados por la Encuesta Escolar sobre Drogas 2006-2007 hablan de una disminución de consumo entre los menores de 14 a 18 años con respecto a 2004. Así, la proporción de adolescentes que ha consumido alcohol alguna vez en el último año ha pasado del 81% en 2004 al 74,9% en 2006-2007. Estos datos, si bien son positivos con respecto al mismo estudio realizado hace dos años, no resultan significativos en la lucha que desde la sociedad se debe realizar contra el consumo de alcohol en adolescentes, ya que el alcohol y el tabaco siguen siendo las drogas más consumidas por los jóvenes de entre 14 y 18 años.

Los adolescentes no parecen darse cuenta del riesgo que supone empezar a consumir estas sustancias en edades tempranas, aunque en la última Encuesta Escolar sobre Drogas se percibe un importante aumento de la percepción de riesgo.

El consumo de alcohol se sigue concentrando en los fines de semana, ya que un 99,5% de los menores encuestados que afirman haber bebido alcohol en los últimos treinta días declaran haberlo hecho entre el viernes y el domingo.

Efectos del alcohol

El alcohol es un depresor del sistema nervioso central que adormece progresivamente el funcionamiento de los centros cerebrales superiores y que produce desinhibición conductual y emocional. Aunque en un principio parece estimulante por la euforia que provoca esto no es más que la sensación que se origina cuando el alcohol actúa sobre los centros cerebrales responsables del autocontrol.

También caben destacar los problemas sociales ocasionados por la ingesta de alcohol, ya que puede llegar a producir alteraciones en las relaciones con la familia, los compañeros de colegio y los profesores, y puede conllevar una merma importante del rendimiento escolar y la aparición de conductas agresivas.

No hay que olvidar que el alcohol está presente en un alto porcentaje de accidentes de tráfico, especialmente entre los jóvenes. Se estima que el incremento del riesgo de sufrir un accidente de tráfico mortal con tasas de alcoholemia de 0,8 gramos de alcohol por litro de sangre es máximo en la población de 16-17 años.

Consecuencias para la salud

Según la OMS, el alcohol es el tercer factor de riesgo para la salud de los ciudadanos en los países desarrollados y su consumo está relacionado con el desarrollo de más de sesenta enfermedades. Las consecuencias del abuso de alcohol sobre la salud son muchas y muy graves. Cabe destacar la hipertensión, infartos, gastritis, úlceras, hepatitis, pancreatitis, cirrosis, desnutrición, anemia, impotencia sexual, trastornos menstruales, cardiomiopatías... Además, el consumo de alcohol se relaciona directamente con mayores índices de mortalidad por accidentes de tráfico, problemas de interacciones con medicamentos y alteraciones del comportamiento.

Los costes

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