EMOCIONES EN NIÑOS PREESCOLARES -MANEJO DE EMOCIONES-
Enviado por lo33 • 26 de Septiembre de 2014 • 1.369 Palabras (6 Páginas) • 1.325 Visitas
4.- MANEJO DE EMOCIONES
4.1. Ventajas de la educación emocional
La inteligencia emocional es la habilidad de las personas para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa, la capacidad para asimilarlos y comprenderlos de manera adecuada y la destreza para regular y modificar nuestro estado de ánimo o el de los demás. (Berrocal y Extremera 2002 p.23).
Se habla de dos tipos de mente, una que piensa y otra que siente, nuestra vida mental está determinada por la interacción de ambas mentes, una adecuada inteligencia emocional surge del equilibrio de dicha interacción.
La edad preescolar es una época de grandes avances en el aprendizaje en todas las áreas, en especial en los aspectos socioemocionales presentan cambios importantes, pues los niños son más verbales y reflexivos y se controlan mejor (Bronson, 2000).
También se observa una gran capacidad de empatía con otros y sus relaciones con pares son más duraderas. Aunque son capaces de identificar emociones propias y de los demás, tienen problemas para controlar emociones intensas como el miedo, la ira y la frustración (Bronson, 2000).
El juego con otros se vuelve una actividad central de su desarrollo, aunque aún continúan necesitando tiempo para estar solos (Copple y Bredekamp, 2006). Vygotsky (1978 en Bodrova y Leong, 2001) enfatiza la importancia del juego en la edad preescolar ya que las interacciones sociales que se presentan durante éste llevan al niño a interiorizar normas y reglas sociales.
Para poder participar en el juego con otros, la edad preescolar es una edad clave en el desarrollo de estrategias de auto-regulación. Los niños preescolares incrementan su capacidad de regulación interna con reglas y planes para guiar su comportamiento (Kopp, 1982 en Bronson, 2000). A esta edad empiezan a usar el lenguaje como una técnica para controlar tanto la acción como el pensamiento. Debido a que están interesados en estar con niños de su edad se ven en la necesidad de obtener mejores habilidades para manejar emociones y conductas para interactuar con otros exitosamente, situaciones que se relacionan con la auto-regulación.
La auto-regulación se vincula con el control de emociones, de estrés, de impulsos, del comportamiento, permitiendo pensar antes de actuar y enfocar la atención en una tarea determinada. Estas situaciones implican la habilidad para controlar los propios impulsos y parar alguna conducta si es necesario y la capacidad para iniciar alguna actividad (aun cuando no se desee) cuando es necesario. Lo anterior no solo en la interacción social (auto-regulación emocional) sino también en el pensamiento (auto-regulación cognitiva).
Kopp (1982, p.199) define la autoregulación como “la habilidad para acatar una demanda, iniciar y cesar actividades de acuerdo a las demandas sociales, para modular la intensidad, frecuencia y duración de los actos verbales y motores en contextos sociales y educativos”.
El control de sí mismo es la habilidad de regular nuestras acciones, pensamientos y emociones. Una de las habilidades más importantes para la preparación escolar. El desarrollo del control de sí mismo ocurre en los primeros cinco años de vida.
4.2. Control de emociones negativas.
El primer paso para que un niño aprenda a controlar sus emociones y sus sentimientos, es tomar conciencia de ellos. Esto no es fácil, pues no es sencillo identificar a tan corta edad, la inseguridad, la rabia, el miedo o el peligro, sensaciones que son más frecuentes en los niños.
Para ello hay que ejercer el autocontrol ante situaciones que son realmente estresantes para cualquier persona, y que con mayor razón resultan algo inusitado para un niño pequeño. Un ejemplo, sería la ansiedad que embarga a un niño cuando su tutor (a) no lo recoge a la hora de la salida (miedo al abandono, al rechazo, a que no lo quieran).
Elías, Tobías y Friedlander (1999). Hablan de regulación emocional, de autocontrol y de aptitudes sociales, al asegurar que cuando los niños aprenden a ordenar sus sentimientos, “a reaccionar a la tensión de forma no impulsiva y a comunicarse eficazmente con los demás, será entonces más probable que respondan a situaciones sociales de una manera reflexiva y responsable”.
Tanto en el aula como fuera de ella, el niño enfrenta situaciones en las que afloran
...