EMOCIONES Y SENTIMIENTOS

Leidy Bermudez Quiroga  - 1.094.952.652

EMOCIONES Y SENTIMIENTOS

Mundo de jardines obscenos y de sombras que venían a deshora a recordarle  “Se piensa y, luego se existe ¿O al revés?” 

Sin duda Descartes tuvo una gran influencia en las corrientes de pensamiento, tanto que en la actualidad se ve reflejada en muchas disciplinas, aquí nos encaminaremos en la influencia que tuvo sobre la medicina, su enfoque terapéutico y manera de comprender al ser humano. Algunas mentes brillantes han podido describir las etapas del neurodesarrollo, los primeros procesos mentales que tienen lugar en el humano, entre muchas otras cosas. Hoy, con todos estos conocimientos disponibles sobre el desarrollo mental y neurológico, ¿podemos reafirmar la premisa de Descartes “pienso, luego existo”? o ¿es realmente un proceso mental posterior en el neurodesarrollo y en general en todos los procesos mentales que ocurren durante todo el curso de la vida? ¿Es el pensamiento un proceso más avanzado en el tiempo, que para su realización necesita que lo precedan otros importantes sucesos mentales? A pesar de que llevamos años de avance en el conocimiento de la integración mente-cuerpo, el dualismo de Descartes, tal y como lo entendió la medicina convencional, sigue haciendo estragos en la manera de hacer terapia en los pacientes, tratando al cuerpo como si estuviera desconectado de la mente, como si fuera un ente independiente, las emociones y sentimientos del paciente quedan en un rincón oscuro, y el hecho de que estas puedan empeorar o mejorar la enfermedad es parte de un “pensamiento mágico” que no cabe en una disciplina estrictamente científica, ignorando que estas tienen representaciones complejas en varias estructuras del sistema nervioso central, que son la base del desarrollo de muchos, sino todos, los procesos mentales, los afectan positiva o negativamente, los moldean. Este escrito se basa en el libro de António Damásio “El error de descartes”  más particularmente en el libro dice “Descartes, afirma, además, que en toda inseguridad, en toda duda, hay algo evidente y cierto: “quien duda, piensa, y por lo tanto existe.” Para él esa certeza es el principio y el punto de partida de toda filosofía donde solo puede tener pretensión de verdad lo que se conoce de la misma forma en que se conoce el yo pensante… todo podría explicarse a partir de las ciencias, la matemática y la física, donde el mundo del intelecto es raciocinio puro. Para él, el mundo del cuerpo, en cambio no tiene ningún tipo de contacto con el intelecto; está sometido a las leyes de la naturaleza y actúa según procesos mecánicos. El mundo del cuerpo, es, entonces, para Descartes, pura mecánica.”

 La premisa “pienso, luego existo” complica más las cosas, pues da por sentado que el pensamiento es lo primero, la base de todo, y que por lo tanto, está por encima de los demás procesos, veremos más adelante, como lo afirma Damásio, que antes de ello están las emociones y los sentimientos, y que de hecho son ellas la base que modifica el estilo y la forma de los pensamientos. El propósito de este texto es dar una breve explicación de conceptos claves para Damasio en lo que respecta a emociones y sentimientos, esbozar una secuencia de estos procesos mentales, y sobre esta perspectiva hacer algunas propuestas para mejorar la manera en como se trata al paciente en medicina convencional.

Se tienen las emociones primarias Son las que se experimentan en las etapas tempranas de la vida, Damásio expone que “estamos programados para responder con una emoción, de manera preorganizada, cuando se perciben determinadas características de los estímulos del mundo o de nuestro cuerpo, solas o en combinación”  Cuando percibimos un objeto o una situación con determinadas características, se generan cambios físicos y mentales en nuestro cuerpo, característicos de la emoción que nos generó dicho objeto, por ejemplo, miedo. De esta manera, percibimos el objeto, se generan un complejo proceso de señales neuronales y químicas que da como resultados cambios corporales y mentales, que representan la emoción, la hacemos consiente y la asociamos con el objeto, creando una memoria. Como resultado tenemos acciones básicas de supervivencia, si asociamos un depredador con el miedo, la próxima vez que sepamos que podemos tener un encuentro con él, prevemos la emoción, sabemos que nos produce miedo, por tanto evitamos el encuentro. Es evidente que el pensamiento vino después de la emoción, incluso cuando estamos hablando de las primarias, las más tempranas, las que primero experimentamos en la vida. La emoción ocurre de manera espontánea, no se piensa, nos conduce a pensar, en el caso del miedo en una salida para la situación o para evadir el objeto X, si no se hubiera producido miedo, si no lo hubiéramos sentido, no habría motivo para alejarse del peligro.

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