ETICA Y LIDERASGO

ETICA Y LIDERAZGO

La ética es entendida como comportamiento, costumbre, principios o pautas de la conducta humana, a menudo y de forma impropia llamada moral, la moral esa aquella que en nuestro inconsciente nos dice cuando un acto humano está mal o no, en este caso nuestro gran líder de segunda guerra mundial “Hitler”, el hecho de matar muchos judíos inocentes por el simple hecho de ser judíos e inferiores a él y querer tener el control de todo, pensando éticamente no es correcto matarlos, y mucho menos torturarlos como lo hiso.

Esta actitud ocurre viéndolo desde la perspectiva psicológica y analizando su vida cuando vivía con sus papas fue despiadada como lo trataban así que creció con un trastorno que le hacía como desquitarse de lo que le paso. Todo esto ocurre porque los valores y buenos modales se aprende en casa, y desde que comenzamos a hablar y caminar independientemente del lugar del mundo en el que nos encontremos, tal vez las costumbres no son las mismas pero los valores sí.

La moral es aquel inconsciente que posee el ser humano, para identificar cuando un acto del mismo es correcto o no pero en este personaje la ideología, creencia e intereses era lo que le hacía comportarse de una manera diferente y cruel para los judíos, para el esto no existes quizá por como sus ideales o intereses.

En liderazgo pues es un gran líder ya que participo principalmente en la Segunda Guerra Mundial trajo grandes cambios al sistema de los campos de concentración. Enormes números de prisioneros nuevos, deportados de todos los países ocupados por Alemania, ahora inundaban estos campos.

Su poder transformo a Hitler hasta llegar al punto de invadir territorios para poder expandir su territorio, Hitler era el más nacionalista-germano que ha visto la historia de Alemania hasta ahora y ese amor por su patria, por eso es un buen líder pero de en actitud lo tachan como el peor de los hombres por jurídicamente es ser más malvado que exista y aunque le caiga todo el peso de la ley es un ser humano y tiene derechos como obligaciones.

La satisfacción de la sed de poderío hace surgir en él una necesidad de dominio aún más grande y, lentamente, el equilibrio quizás excepcional de estas facultades contradictorias se despedaza. Si él no había concebido desde el comienzo aquella "solución final" que uno de sus socios fue encargado de realizar, la guerra, multiplicando sus sueños de grandeza y las más absurdas posibilidades, lo conducirá a concebir y ejecutar el genocidio

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