Educacion
Enviado por bvillavicencio • 18 de Agosto de 2011 • 2.788 Palabras (12 Páginas) • 695 Visitas
INSTITUTO MCLAREN DE PEDAGOGIA CRITICA, S.C
LA ADOLESCENCIA EN LA POSMODERNIDAD Y LA EDUCACIÓN SECUNDARIA
BEATRIZ VILLAVICENCIO SANDOVAL
La adolescencia en la Posmodernidad y la educación secundaria
La adolescencia en la Modernidad
La adolescencia y la juventud han sido definidas tradicionalmente como edades de tránsito entre la niñez y la adultez. En particular, ha sido llamada período de la “pubertad”, término en castellano que aparece en el siglo XVIII, proveniente de la palabra en latín “pubertas” y que se refiere a la edad en que aparece el vello viril o púbico. Con esta denominación se enfatiza lo que distingue a la adolescencia, como una etapa del ciclo vital en lo referido a la presencia de un conjunto de cambios biológicos que preparan al sujeto para la procreación.
Sin embargo, en la actualidad, existe consenso en cuanto a considerar la adolescencia y la juventud como momentos claves en el proceso de socialización del individuo. En el transcurso de estos períodos, el sujeto se prepara para cumplir determinados roles sociales propios de la vida adulta, tanto en lo referido a la esfera profesional como en la de sus relaciones con otras personas de la familia, con la pareja y los amigos. Además, adolescentes y jóvenes deberán regular su comportamiento, de forma tal, que alcancen una competencia adecuada ante las exigencias presentes en la sociedad en que se desenvuelven.
Definición de postmodernidad
La postmodernidad comienza a fines del siglo XIX, el mundo postmoderno tiene una idea de ciencia de un futuro mejor asegurado por la ciencia, por los cambios ecológicos que hacer funcionar movimientos ecologías por lucha del medio ambiente, el terror de acabarse la historia está cada vez más cerca. Los postmodernos son aquellos que han sido elegidos y viven en un mundo heterogéneo.
Algunos pensadores aseguran que se ha producido una mutación antropológica: el giro que ha producido el capitalismo (que ya venía consumiendo cuerpos -cuerpos
productivos, según Marx-), reduce las mentes. El capitalismo moderno ya no se basaría entonces en la apropiación de los cuerpos como fuerza de trabajo sino en algo que se presenta por las sombras, como algo que subyace implícitamente al discurso: la apropiación de las mentes.
Robert Dufour, (citado por Angelli,) , explica que lo que caracteriza el hito de la historia llamada posmoderna es que una parte de la inteligencia del capitalismo ha empezado a reducir cabezas, debido en gran parte a la extinción de las formas filosóficas del sujeto de la modernidad que le servían de referencia: el sujeto crítico kantiano y el sujeto neurótico freudiano. En la posmodernidad, se abandonó toda referencia a un sistema de valores para estar libres a los intercambios. El sujeto se ve impulsado al goce, al consumo sin trabas que se propone desde el discurso capitalista “que se consuma tan bien que se consume”, en términos de Lacan.
Resumiendo, algunos de los rasgos más significativos de la posmodernidad son:
- La apología del sexo y la violencia;
- la fiebre del consumo;
- la liberación sin fronteras;
- el hombre light o provisorio;
- el abandono de lo consistente por lo banal;
- la masificación;
- la crisis de la razón;
- el abandono de la religión por múltiples creencias y el azar; y
- el vaciamiento de significado de los conceptos de uso común.
Perfil de un adolescente actual o "posmo".
En 1968, Stone y Church presentaron una taxonomía de la adolescencia. El más frecuente de los tipos descritos fue el denominado "convencionalista". Los convencionalistas fueron definidos como:
"...los que nunca pusieron en duda seriamente los valores adultos, y cuyo principal objetivo en la vida es adaptarse a la sociedad tal como ella es." (Di Segni y Obiole, 1993)
Este tipo reunía a aquellos que transitaban la adolescencia disfrutándola, pero no entrando en conflicto con las generaciones anteriores a las que buscaban asimilarse. Los idealistas aparecían clásicamente como rebeldes, definidos de la siguiente manera:
"...quienes se sienten profundamente insatisfechos con el estado del mundo y se esfuerzan por cambiar las cosas o bien se retiran a un mundo privado que gira en torno de la satisfacción personal." (Di Segni et. al)
Los hedonistas transitorios fueron descritos como:
"...llevan al extremo el papel de adolescentes, convirtiéndolo en su estilo de vida. Se sienten ajenos al mundo adulto, pero en vez de combatirlo quieren simplemente dejarlo atrás, confiando en que cuando su generación llegue al poder, ellos darán el tono a la nueva sociedad.” (Di Segni et. al)
Finalmente surge el tipo de los hedonistas permanentes:
"Estos difieren de los transitorios porque su apartamiento de la sociedad es más deliberado, se funda más en la convicción personal y puede prolongarse toda la vida. La vida es una continua búsqueda de excitaciones, centrada es el surf o el esquí, pero con generosas dosis de alcohol, drogas, sexo, viajes, o cualquier cosa que prometa ser estimulante..."
Es importante destacar que, mientras la visión y descripción del adolescente moderno provenía de aquellos que los enfocaban como objeto de estudio, el modelo de adolescente posmoderno parte no sólo de ellos sino también, y con gran influencia, de los medios masivos, los cuales difunden y venden un tipo de adolescente en sus propagandas y programas.
Tal es así que los jóvenes no sienten necesidad de rebelarse, no ven a sus padres como personas muy diferentes de ellos, no tienen problemas en ponerse de acuerdo respecto a una convivencia razonable, están de acuerdo con la educación que recibieron y que la pondrían en juego con sus propios hijos, no sienten una "brecha generacional", sus discusiones no pasan por un enfrentamiento ideológico, de hecho no hay ideología de la que se hable.
Pero la falta de enfrentamiento entre generaciones está lejos de anular la hostilidad totalmente. Dolto (1996) refiere desprecio y maltrato hacia los padres por parte de los adolescentes.
¿Porqué estudiar la adolescencia de la Posmodernidad?
Uno de los rasgos de la posmodernidad es, sin dudas, el de la fugacidad y la relatividad de las cosas. Los adolescentes no están exentos a esta realidad. De las entrevistas realizadas y de la misma realidad, nos damos cuenta que hay retrasos en asumir responsabilidades (especialmente en lo que se refiere al estudio escolar) y se tiende a extender el período de la adolescencia lo más que se pueda, porque no hay nada seguro más que lo que se vive, el aquí y ahora. Viven el momento
...