El Alma De La Toga
Enviado por jessiemiranda • 13 de Diciembre de 2012 • 2.464 Palabras (10 Páginas) • 476 Visitas
Introducción:
Un abogado con principios de honestidad en nuestro México actual es verdaderamente difícil de encontrar, y esto se debe a la mala fama que se ha creado en el gremio pues cualquier burócrata se hace llamar abogado sin serlo; el libro EL ALMA DE LA TOGA hace una distinción muy clara entre Abogado y Licenciado en Derecho, que no por el solo hecho de que en nuestro Titulo aparezca el vocablo “Abogado” significa que ya lo somos (si literalmente) pero en la práctica es solo un Licenciado en Derecho un estudioso de las leyes y no menosprecia este grado académico, pues a la aplicación de la ley se le considera un arte, reitero sólo hace mención de su diferencia que consiste en el alma del abogado, que como objetivo principal persigue la justicia que no es sino la búsqueda final del Derecho que es la formación que debe mantener el ABOGADO durante su práctica como tal, así como de las enseñanzas y muestras que deberá mantener para quien dé el aprenda como es el caso de los pasantes, o quien dé el consulte, como es en el caso de los clientes.
Hoy pensamos que hay una ciencia del Derecho, pero en un hecho científico no cabe un error, en hecho jurídico solo actúa la prudencia y es importante medir las consecuencias de una buena o mala decisión jurídica; por ello un abogado experimentado prefiere un buen arreglo a un cansado juicio, donde muchas veces solo se aprende que el que está arriba tiene la ley para su uso particular no contemplando el daño generado a la sociedad. Cuando se cae en esta circunstancia se alcanza la corrupción la deshonestidad y la traición a los principios del término pues un abogado se tiene que entregar con el alma a su profesión defendiendo sus principios de justicia y honestidad contra toda adversidad.
¿Quien es un abogado?
Una verdad de todos los estudiosos de la materia donde menciona una pintoresca frase que aún se utiliza en nuestros días “Ya que no sirves para nada útil, estudia para abogado”, pues es verdad desgraciadamente en nuestro país muchas veces la Política mancha la toga del derecho.
Al igual menciona que las Universidades sólo presiden una formación científica, no una formación práctica, pues dice que se sale sabiendo hablar de política, a organizar huelgas pero del alumno depende si se apoya de un catedrático para la formación práctica, pues si bien es cierto que el derecho en general es un conjunto de leyes, no olvidemos que las leyes provienen de todo lo que pasa en nuestro entorno y para ello si hay que estudiarlo o conocer del tema para declarar un verdadera justicia.
“En el Abogado la rectitud de la conciencia es mil veces más importante que el tesoro de los conocimientos…” pues aunque el vocablo Rectitud puede ser un poco ambiguo yo lo interpreto desde la prospectiva de tener un equilibrio, como lo menciona la famosa frase del poeta William Shakespeare “Ser o no ser…” el hacer una conciencia limpia desde nuestra justicia sin olvidar la primordial justicia de los demás.
La sensación de la Justicia
¿Dónde ha de buscar el abogado la orientación de su juicio y las fuentes de su actuación? ¿En el estudio del derecho escrito? Terminantemente lo niego.
En este aspecto tratare de ser breve pues las palabras antes mencionadas describen verazmente y no dejan lugar a dudas.
Pues si bien es cierto esto puede ser materia de discusión pues se puede decir que el abogado si busca su orientación en el derecho escrito pues si no de donde más puede buscar, si el derecho escrito como nuestras leyes son nuestra orientación nuestra guía; si los maestros jurisconsultos son quienes conocen de la materia, son quienes dominan los textos jurídicos. Pero ellos sólo conocen las leyes algunos se dedican más halla a buscar un poco de su sociedad, pero nadie sabe lo que pide realmente la sociedad, lo que pide exactamente el cliente, pues esa es nuestra principal orientación, las leyes están enfocadas a regular la conducta humana de lo que pide una sociedad de 500 diputados y senadores la parte vulgar del pueblo y no lo que pide en realidad el pueblo mexicano.
La moral del Abogado
El primero: “duda de la moralidad intrínseca del negocio. Este tipo de abogado es aquel que cuando el problema es sencillo de resolver pone muchos peros para atrasar la resolución y así cobrar más al cliente es aquel que busca en los libros el aquietamiento de su conciencia.
El segundo: “Pugna entre la moral y la ley” esta clase de abogado se caracteriza en que cuando se encuentra en una litis que él sabe o duda de que sea algo moral, lo busca en las leyes para que así sea y si no lo encontrase lo encuentra en el sentido que la moral lo señala y pelea arduamente en contra del derecho positivo pues es labor de todos los abogados.
El tercero: “Moralidad de la causa e inmoralidad de los medios inevitables para sostenerla”. Este es un conflicto frecuentísimo este es el abogado que sirve el fin bueno aunque sea con los medios malos, (como decía el escritor Nicolás de Maquiavelo; el fin justifica los medios) esto es admisible y no solo eso puede llegar a considerarse heroico.
El cuarto: “Licitud o ilicitud de los razonamientos” el razonamiento debe ser siempre sincero y honesto en todos los actos y más si se tratase de una parte vital de la litis la cual genere dudas entre las partes debe ser aclarada pues de no ser así deja lugar a aquella que si lo hizo con mayor credibilidad para su causa.
El quinto: “oposición entre el interés del letrado y el de su cliente” alude a las incidencias de la vida en la que el letrado haría o diría en servicio de su comodidad, de su lucimiento, este conflicto se resuelve pensando que la respuesta es que nosotros no existimos para nosotros mismos si no para los demás.
Y el sexto: “¿nuestro oficio es hacer triunfar a la justicia o a nuestro cliente? ¿Iluminamos al tribunal o procuramos cegarle?” Cuando un abogado acepta una defensa, es porque estima que la pretensión de nuestro tutelado es justa y en tal situación al triunfar nuestro tutelado triunfa la justicia, y nuestra obra no va encaminada a cegar si no a iluminar.
Claro es que hay colegas que hacen lo opuesto y creen que lo justo es el interés monetario que hay detrás de la defensa y tratan a toda costa cegar al tribunal para que triunfe su inverosímil justicia
La sensibilidad
La
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