El Circo De Las Mariposas

Donde aparentemente no hay nada se puede encontrar todo:

Es evidente que desde el comienzo de la vida, hemos actuado por instinto de sobrevivencia, siendo lo principal la búsqueda de nuestro propio beneficio, pero a medida que ha transcurrido el tiempo hemos ido educando nuestra forma de socializarnos con los demás, tratando de algún modo de entender su sufrimiento y tratando de ponerlos en el lugar de ellos, pero en este educar le hemos dado la espalda a la vida que se nos a regalado y hemos valorizado aquellas cosas que parecen imprescindibles a los ojos del hombre, ya sea la apariencia física, la ropa que está a la moda, el último modelo de celular… Pero nos hemos olvidado de la simplicidad de la vida, aquella por la cual estamos vivos, junto a nuestros padres y familiares, aquella que nos permite levantarnos cada día o simplemente aquella vida que nos permite vestirnos solos, si nos detenemos a pensar en lo que para nosotros es algo rutinario y muchas veces tedioso, para otros es un trabajo que le puede llevar días, meses, años e incluso que no puedan realizarlo nunca por si solos.

Es increíble poder darse cuenta lo afortunado que somos, no tan solo, por tener el regalo de la vida que ya es mucho, sino porque tenemos la grandiosa oportunidad de poder reír, movernos, caminar, escuchar, hablar, amar y poder decir te quiero. Son acciones que realizamos todos los días, pero a veces desperdiciamos gozar de ellas, porque nos fue mal en el trabajo o porque no pudimos comprar las botas que nos gustaba, en muchas ocasiones nos centramos en preocuparnos de tontería, que a la larga se nos olvidan y pasan ha ser un capricho de niña.

En varias ocasiones y después de ver la maravillosa película “El circo de las mariposas” me he preguntado ¿cómo sería tener algún tipo de discapacidad? y solo he tenido la respuesta que en cualquier minuto puede llegar, no solo, por todos los accidentes que a diario ocurren, sino porque la vida tiene un abanico de sorpresas, que se presentan principalmente cuando no somos capaces de valorar el día a día. Es difícil entender a una persona con dificultad física, pero no imposible de poder comprender y ayudar, quizás no podemos sentir lo que ellos sienten, pero podemos asemejar de algún modo la inmensidad de su dolor, o quizás el dolor no es tan inmenso como creemos, ya que ellos no han experimentado la dicha de estar bien físicamente, excepto aquellas personas que en un momento determinado les ocurrió algún accidente o se les desarrollo alguna enfermedad, por la cual, hoy en día sufren de discapacidad.

Es casi imposible no sentir, las ganas de tener el coraje y la fuerza de sacar adelante a las personas con discapacidad, o la sensación de hacer justicia por ellos, cuando en la televisión observamos La Teletón y las historias que ahí cuentan, es muy difícil poder contener el sentimiento

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