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El Corazón Del Hombre De Erich Fromm


Enviado por   •  2 de Octubre de 2013  •  2.579 Palabras (11 Páginas)  •  636 Visitas

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Homo homini lupus “el hombre es un lobo para el hombre”.

Dice Erich Fromm que los hombres tienen tanto la capacidad de ser lobos como de ser corderos; en este postulado refiere a que los hombres puede ser corderos en el sentido de que se le induce fácilmente a hacer lo que se les dice, aunque sea perjudicial para ellos mismos. Sobre este supuesto erigieron sus sistemas los grandes inquisidores y dictadores; los cuales se vieron en la supuesta “necesidad moral” de tomar decisiones (bestiales y violentas como las de un lobo) por aquellos pobres corderos que escribieron su historia con sangre; pero que sin embargo también podríamos afirmar que aunque ellos no tomaron las decisiones , tampoco se opusieron a cumplirlas lo cual nos llevaría a pensar que también hay lobos disfrazados de corderos igualmente sedientos de sangre y orientados hacia la violencia, o bien podría considerarse que todos somos lobos, aunque unos mas lobos que otros.

La violencia es objeto innegable de la destrucción y la maldad pero clínicamente hay distintos grados de violencia que no suelen ser considerados tan patológicos como otros; así como la violencia juguetona o lúdica, la cual solo se ejercita para ostentar destreza y no para destruir o hacer daño porque simplemente no es una fuerza impulsada por el odio.

Existe otro tipo de violencia que se manifiesta en el sentido de preservar la vida y es denominada como violencia reactiva; la cual se emplea con el fin de la preservación de la vida, de la libertad, de la dignidad y de la propiedad. El móvil de la violencia reactiva es el miedo; ya sea real o imaginario y debido a esto es empleado por jefes políticos y religiosos con el fin de manipular la mente humana y atender a la afirmación de que un ataque o una guerra es desencadenada en defensa propia. Otro móvil de la violencia reactiva también es la frustración (la cual también se compone de celos y envidia), en la cual la conducta agresiva constituye un intento casi inútil para conseguir el fin fallido mediante el uso de la violencia.

La violencia vengativa es también relacionada con la violencia reactiva y tiene como objeto la función irracional de anular “mágicamente” la falta que genero el sentimiento de venganza (aplicando el principio de la lex talionis, “ojo por ojo”); sentimiento generalmente arraigado en los grupos mas atrasados en aspectos culturales, económicos y emocionales. La violencia vengativa es también producto en ocasiones de un “quebrantamiento de la fe”, el cual hace referencia a la fe perdida en la vida misma ocasionada por las circunstancias adversas en las cuales se desenvuelven los individuos y generalmente se genera por personas cercanas al individuo en una edad temprana; aunque el total quebrantamiento de la fe se ve mejor reflejado en una edad más avanzada, lo cual puede provocar odio a la vida(aunque cabe destacar que la fe se puede recuperar).

La violencia compensadora es sustituta de la actividad productora en una persona impotente, pues el hombre no puede tolerar la pasividad absoluta y se siente impulsado a dejar su huella en el mundo; pero si el individuo no puede actuar se vuelve impotente (entiéndase potencia como la capacidad para usar sus facultades) y sufrir por ello y esta es la razón por la cual el individuo que no puede trascender creando, intenta trascender destruyendo compensando así su impotencia.

El sadismo es también producto de la violencia compensadora; pues se comprende al sadismo como el miedo a la libertad y por consecuente el impulso de control sobre otro ser vivo ocasiona placer y no solo el hecho de causar daño o dolor pues con esto se compensa el sentimiento de impotencia que puede llegar a remediarse mediante el desarrollo de las capacidades en dirección a un potencial creador y detener así la arcaica “sed de sangre” del individuo.

Difícilmente puede percibirse la diferencia entre un hombre con “sed de sangre” y un hombre “enamorado de la muerte” pues la sed de sangre reafirma la vida pues el derramamiento de sangre termina en muerte, lo cual reafirma que se está vivo, pero el amor a la muerte va mas allá de el fin del ciclo de la vida pues es una tendencia completamente contraria a ésta.

“¡Viva la muerte!”. Frase que da pauta al surgimiento del concepto de la necrofilia, que se puede interpretar como el “amor a la muerte” más allá de la acepción de la necrofilia como una perversión sexual que consiste en poseer un cadáver para realizar el acto sexual.

La persona con orientación necrófila se siente atraída regularmente por cadáveres, heces, basura, enfermedades y muertes; habitualmente vive en el pasado y alimenta el recuerdo de emociones que tuvieron en el ayer o creen que tuvieron; son fríos, devotos de “la ley y el orden”, y especialmente de le fuerza (entiéndase fuerza como la capacidad de convertir un hombre en cadáver) así convirtiéndose en parte de los matadores y no de los muertos; de los poderosos y no de los impotentes (según su ideología), atendiendo así su necesidad de control, convierten la vida en muerte.

Por otro lado la orientación biófila se considera como “amor a la vida” y se caracteriza por una tendencia a la conservación de la misma y la apreciación de toda materia viva.

La orientación biófila es generalmente movida por atracción a la vida y alegría, mas no por el super-ego; pues lejos de solo cumplir con la normatividad social prefiere construir a conservar mirando siempre hacia el futuro; y es precisamente la unión sexual la que constituye la vida humana y la que le brinda a el individuo biofilo el placer mas intenso a través de la fusión de dos polos (masculino-femenino).

Finalmente lo que importa en el individuo no es si tiene una tendencia necrófila, biófila o ambas sino cual predomina en él y la determinación que tiene para decidir libremente entre el desarrollo de una y otra, entre Eros y Thánatos “La vida y la muerte”.

La orientación necrófila generalmente es también acompañada de una orientación narcisista (comprendida como el amor desmedido a sí mismo), que bien puede ser desarrollada de manera individual (a través de lo que “tengo” y no de lo que realizo) o colectiva (a traves de odio hacia el “enemigo”); en la cual el mundo exterior no existe, la única realidad existente es la realidad que se impone cada individuo perceptible de ser transmitida a otros individuos adquiriendo la capacidad de transformar el narcisismo individual en narcisismo social.

El narcisismo surge a parir de una leyenda griega que habla de Narciso; hermoso joven que rechazó el amor de la ninfa Eco, la cual murió de dolor y por tal motivo Némesis lo castigo haciéndolo enamorarse de su propia imagen reflejada por el agua del lago, e inspirado por el afán de admirarse más de cerca un

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