El Hombre En Busca De Sentido
Enviado por lilyb • 17 de Mayo de 2015 • 977 Palabras (4 Páginas) • 151 Visitas
En este libro el neurólogo y psiquiatra austriaco Victor Emil Frankl, sobreviviente del holocausto, narra la historia de un campo de concentración vista desde adentro. Explica como el hombre al momento de no encontrarle sentido a su existencia, se pierde así mismo y por último el autor nos presenta algunos conceptos básicos de la logoterapia, la cual se basa en la voluntad del sentido como motivación primaria del ser humano. El libro se compone de 3 fases por las que pasaron los prisioneros que sobrevivieron.
La primera fase se caracteriza por el síntoma llamado shock. Narra el reclutamiento y la estancia en el campo de concentración. Cada día era un momento decisivo, donde la vida de cada uno de los prisioneros quedaba en manos de un oficial el cual dividía el grupo en filas una del lado izquierdo y la otra al lado derecho. A los prisioneros que les indicaba ir al lado izquierdo, se dirigían a los hornos crematorios y a la derecha seguían viviendo. Aunque sea imposible de creer, los prisioneros se acostumbraron a una cantidad innumerable de horrores vividos dentro. Cámaras de gas, mala alimentación, trabajos forzados, maltrato injustificado, etc. En el libro el autor cita a Dostoievski con la siguiente frase "El hombre es un ser que puede ser utilizado para cualquier cosa." Pues después de todas las experiencias mencionadas anteriormente, después de ser tratados inhumanamente, en algunos prisioneros la esperanza seguía viva, aunque en la mayoría no.
En la segunda fase hace referencia a la apatía, la cual el autor la describe como un tipo de muerte emocional. La apatía en los prisioneros era como un mecanismo de defensa o un adormecimiento de las emociones para poder resistir todas las atrocidades que Vivian. Lo único que los guiaba era el instinto primitivo por alimentarse, pues en los campos se les daba de comer una vez al día, una sopa y un pedazo de pan, frente a los trabajos pesados que los obligaban a realizar, había un alto porcentaje de desnutrición en los prisioneros. Por otra parte, estas vivencias les era posible desarrollar su libertad espiritual, los prisioneros que lograron esto, resistieron mejor en el campo. Se aislaban del entorno, se retraían a su vida interior, su riqueza intelectual y su libertad espiritual. También les era posible practicar el arte de vivir, pues con los escasos momentos “felices” que Vivían, aprendieron a valorar los más mínimos detalles. Demuestra que aun viviendo en un campo de concentración, cada uno tenía la elección de cómo vivir. "Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias, para
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