El Hombre Light

INTRODUCCIÓN

Evidentemente es un libro revolucionario, objetivo y acorde a la realidad que impera actualmente en nuestra sociedad. Define perfectamente la conducta y las aspiraciones de este tipo de gente, la cual tiene un voraz interés monetario, una pérdida de valores, y un exagerado egoísmo y envidia ante los demás. Como dice el autor: “yo solo quiero ser yo”.

Durante dieciséis capítulos de su obra, Enrique Rojas detalla las características de lo que él llama hombre light, utilizando el término en inglés para denotar la condición de suave o falto de sustancia que según él tienen los individuos de la sociedad actual. Los trece primeros capítulos abordan las diferentes facetas o dimensiones que caracterizan al hombre light y los tres últimos están más enfocados a buscar soluciones a este tipo de hombre que ha surgido.

Lleva a cabo una serie de cuestionamientos a la sociedad de su tiempo, y plantea posibles soluciones de carácter filosófico para hacer frente a tal crisis.

Las principales ideas que quiere señalar el autor es la tetralogía en la que se está formando el hombre del futuro y el significado que tienen éstas en su mente. Y son las siguientes:

Permisividad: Que es la tolerancia excesiva, respeto o consideración, hacia opiniones o prácticas de los demás aunque sean contrarias a las nuestras.

Esto en cierto modo y de una manera racional está muy bien, pero el problema está en que el hombre light lo lleva a un extremo exagerado y se convierte en una pasividad ante todo, a una indiferencia ante problemas de cierto peso y esto no está bien.

Consumismo: Actitud de consumo repetido e indiscriminado de bienes materiales, no siempre necesarios, en especial en el hombre light. Sobre todo esto se da por el hecho de que cuanto más se tenga más importante se siente este hombre, y con mayor poder. Esto le da una sensación de liberación, de libertad.

Relativismo: Como bien dice el autor es el “todo da igual”, no hay un esfuerzo que se traduzca en cambiar las cosas, es la sensación de vacío, de falta de ideales por los que luchar.

Hedonismo: Significa pasarla bien a costa de lo que sea, mueren los ideales, hay un vacío en la búsqueda de sentido, y de una serie de sensaciones cada vez más nuevas, como por ejemplo: las drogas. Esto trae como consecuencia el buscar algo que le llene como persona, pierde el rumbo e intenta encontrarlo de alguna manera, pero se deja llevar por el camino fácil.

Todo esto lleva al materialismo donde el hombre se siente vacío e intenta llenar su vida con cosas materiales y así adquirir un cierto reconocimiento social. Se puede comprar todo para obtener la lucidez que requiere. Estos valores en el hombre light están por encima de los espirituales y humanos.

A su vez el autor señala dos medidas, que en el hombre light están empobrecidas, como factores para que éste hombre cambie su ruta para construir un futuro mejor:

El amor: Es el sentimiento de aprobación y afirmación del otro, un sentido de búsqueda y deseo de estar con otra persona. Es el hecho de amar, desearle lo mejor a una persona, mirar por ella, tratarle de forma excepcional, darle lo mejor de nosotros.

La libertad: La libertad tiene que perseguir el bien y la felicidad. Es el máximo fin al que debe aspirar el hombre aunque nunca llegue a conseguirla completamente, es un camino duro por lo tanto al hombre light no le interesa , le basta con disfrazarla de lo que más le convenga.

En conclusión, para que exista la felicidad, el hombre tiene que encontrarse a sí mismo y tener un proyecto de vida que quiera alcanzar.

El hombre light abarca muchas facetas y dimensiones de la vida real, las cuales voy a explicar a continuación, así como los conceptos fundamentales y las ideas que defiende Enrique Rojas.

CAPITULO 1. El hombre light

En este primer capítulo, se habla del perfil psicológico que tiene el hombre light, es decir, aquél hombre que se toma ligeramente las cosas, aquél hombre comodino que solo busca su bienestar propio, aquél hombre superficial y carente de valores, que encuentra el sentido de su vida en lo material, no es humano, es arrogante y egoísta.

El hombre light es un individuo que conoce la realidad en la que vive, pero no está formado como persona humana. Es un hombre que busca la utilidad práctica de todo y se preocupa por muchas cosas pero no profundiza en ellas. Es una persona muy especializada, que conoce bien lo que le corresponde, pero fuera de su campo, es una persona que puede dejarse llevar con facilidad y es incapaz de tener opiniones propias acerca de cualquier tema de interés.

Por lo tanto, se trata de un hombre relativamente bien informado gracias a la tecnología, pero con escasa educación humana, entregado al pragmatismo, todo le interesa pero a nivel superficial.

Y los esquemas sociales que caracterizan la personalidad del hombre light son: el materialismo, el hedonismo, la permisividad, una revolución sin finalidad, el relativismo, y el consumismo. Cada uno de ellos hacen que este tipo de individuo sea el hombre de moda, y su cultura light por así llamarla, se traduce en una síntesis de mediocridad que persuade a la media de la sociedad.

Este individuo no tiene entusiasmo por nada, y se dedica a cosas sin interés. Es un ser altamente manipulable. No busca ser más humano, busca su bienestar a través del dinero.

El hombre light por tanto, busca poder, fama, buen nivel de vida. Esto le hace un ser completamente superficial, que acaba perdiendo todo lo humano que le queda. No colabora; compite. Se convierte en objeto que carece de compromiso. Su egoísmo provoca una cierta protección que evita su sufrimiento, pero al mismo tiempo le hace más débil pero menos humano.

CAPITULO 2. Hedonismo y permisividad

Todas las transformaciones realizadas en cada una de las esferas de la sociedad, indudablemente han producido un cambio en las ideas y en el comportamiento de los individuos. Las dos notas más peculiares son el hedonismo y la permisividad, vestidas por el materialismo, que hacen que el hombre entre en decadencia. Así pues, estas dos facetas del mundo actual, son los estandartes sobre los que se basan aquellos hombres que se evaden de sí mismos y contemplan la vida como un goce ilimitado, esto hace que mueran los ideales.

Del hedonismo surge el consumismo. Todo se escoge a placer y el capricho hace que el hombre cada vez quiera más. Los medios de comunicación manipulan con facilidad al hombre light, para llevarlo al consumismo. La otra nota, la permisividad, lleva a una revolución sin finalidad, y a la vez a un individualismo. Todo esto conduce al Relativismo en el que el subjetivismo se convierte en indiferencia pura, lo importante es lo que opine la mayoría

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